La Policía detiene a seis miembros de una banda latina por atacar a machetazos a un chico de 13 años en Usera
Se trata de cuatro menores, de entre 15 y 17 años, y dos mayores (19 y 22), miembros de los Dominican Don’t Play (DDP)
Agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional de Madrid detuvieron el pasado 23 de junio a seis miembros de los Dominican Don´t Play (DDP), la banda latina más activa actualmente en la región, por atacar a machetazos a un grupo de jóvenes en un parque de Usera el pasado 26 de abril. Entre los agredidos se encuentra un chico de 13 años al que machetearon al caer al suelo, cuando trataba de huir del lugar, y que sufre graves lesiones como consecuencia. La policía no tiene constancia de que perteneciera a ninguna banda, al igual que el resto de chicos que le acompañaban y que también huyeron al ser agredidos.
Los detenidos en la llamada operación Zeus, que se ha conocido este lunes, son cuatro menores de edad de entre 15 y 17 años y dos mayores, de 19 y 22. Se les acusa de un delito tentativo de homicidio, robo con violencia y organización criminal. Los menores ya han pasado a disposición de la Fiscalía y los mayores, ambos con antecedentes, quedaron a disposición judicial. El mayor de los arrestados ha ingresado ya en prisión, según fuentes policiales.
En los cuatro registros realizados en Madrid (2) y Cuenca (2), los agentes hallaron abundantes armas, entre las que había machetes y armas blancas, teléfonos, además de literatura y simbología relacionada con la banda.
Según relata la policía, el grupo de jóvenes agredido se encontraba jugando a las cartas el pasado 26 de abril, hacia las 21.30 de la noche, en el parque cuando “fueron atacados por varios individuos armados con machetes y armas blancas al grito de: “¡Amor de 3!″, la consigna de los DDP. Los chicos trataron de huir, pero dos de ellos fueron atrapados por los atacantes y uno salió muy mal parado, con graves lesiones en la cabeza que le han mantenido en un coma inducido durante varios días.
La investigación de los agentes de la Brigada Provincial de Información les condujo a la identificación de los presuntos autores, “miembros conocidos de los DDP y cargos destacados de la banda”, aseguran los investigadores.
En las últimas semanas se han sucedido las operaciones policiales contra bandas latinas, que de nuevo, al levantarse las restricciones de la pandemia, parecen haber recuperado su actividad. La policía, afanada en descabezar a los líderes de estos violentos grupos juveniles, estima que suman un total de 300 miembros establecidos principalmente en los distritos de la zona sur de Madrid, y siendo ahora las más activas las de los Dominican Don´t Play y los Trinitarios, de origen dominicano; frente a los Latin King y los Ñetas, de origen ecuatoriano.
El pasado 11 de junio agentes de la misma brigada, detenían a otros seis componentes de la misma banda, “la más activa y numerosa en estos momentos”, en el distrito madrileño de Carabanchel. Los integrantes detenidos, “todos españoles con progenitores latinoamericanos”, según fuentes policiales, eran miembros del coro —como se denomina internamente a los líderes— de esta banda. Se trataba en este caso de jóvenes de entre 18 y 21 años y dos menores de edad, a los que se acusa de delitos de robo con violencia e intimidación, amenazas graves y pertenencia a organización criminal.
Ataques en Seseña (Toledo)
Por otra parte, también el pasado 12 de junio, el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, en el marco de una operación denominada Coyote, detuvieron en Seseña (Toledo) a otros cinco miembros de los DDP “por el intento de homicidio llevado a cabo contra otro individuo el 20 de abril en la urbanización “El Quiñón””, en la citada localidad toledana. “Los detenidos abordaron a la víctima de forma premeditada y repentina, provocándole lesiones muy graves al hacer uso de machetes de grandes dimensiones y otras armas blancas”, señalaba la nota del instituto armado. El agredido tuvo que ser ingresado en el hospital Virgen de la Salud de Toledo con pronóstico crítico.
Según los agentes, se trataba de una acción “como consecuencia de la rivalidad sostenida con otras bandas asentadas en la zona”, lo que evidencia que estas organizaciones criminales juveniles comienzan a cruzar los límites de la Comunidad de Madrid, donde tradicionalmente se han asentado por encontrarse sus vínculos familiares en esa región.
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