Un juzgado de Mahón imputa al notario de la Kitchen por un supuesto chivatazo al ex secretario de Estado de Seguridad
La Audiencia Nacional atribuyó al fedatario, amigo de Francisco Martínez, un posible delito de revelación de secretos
El Juzgado de Instrucción número 1 de Mahón (Menorca) ha citado a declarar como imputado al notario Alberto Vela Navarro-Rubio, salpicado en la trama Kitchen y amigo de Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad. El órgano judicial ha adoptado esta iniciativa después de que la Audiencia Nacional le derivase una causa para averiguar si el fedatario dio un chivatazo al antiguo cargo del PP cuando se le estaba investigando por su presunta implicación en la trama parapolicial de espionaje al extesorero popular Luis Bárcenas, urdida en el Ministerio del Interior.
Según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Islas Baleares, el juzgado ha fijado para el 5 de mayo la declaración de Vela, que tendrá la oportunidad de explicar las conversaciones que mantuvo con Martínez en marzo del pasado 2020, cuando la Operación Kitchen aún permanecía bajo secreto de sumario.
Unos meses antes, a mediados de 2019, los implicados en la trama habían señalado ya al ex secretario de Estado y este, para guardarse las espaldas, acudió al notario para registrar toda una batería de mensajes de móvil que, según él, había recibido en 2013 del entonces ministro Jorge Fernández Díaz y que demostrarían que también estaba al tanto del despliegue para espiar a Bárcenas. La Audiencia Nacional supo entonces del movimiento de Martínez y le pidió a Vela la documentación.
Pero, según las sospechas de la Fiscalía Anticorrupción y el juez Manuel García-Castellón, el fedatario pudo entonces darle el chivatazo de que ya iban detrás de él. Como indicios, cuentan con un cruce de mensajes entre ambos de aquella época donde el notario le dirige, entre otras cuestiones, preguntas al expolítico como “¿cómo se borra?” o “¿puedo hablar contigo?”.
El magistrado García-Castellón atribuyó a Vela un posible delito de revelación de secretos, antes de remitir la causa a un juzgado de Mahón, donde tiene fijada su residencia. El ex secretario de Estado ya defendió a su amigo en un escrito enviado al juez y alegó que no pudo darle ningún chivatazo porque los mensajes de WhatsApp los intercambiaron el 11 de marzo por la mañana, antes de que el fedatario recibiese la notificación de la Audiencia Nacional.
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