La comparecencia del coronel Pérez de los Cobos en el Congreso deriva en bronca
El interrogatorio al alto mando en la comisión de investigación sobre la Operación Kitchen termina en un cruce de acusaciones con el diputado de ERC Gabriel Rufián sobre el referéndum ilegal del 1-O
La comparecencia del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos en la comisión parlamentaria que investiga la Operación Kitchen de espionaje a Luis Bárcenas ha derivado en una bronca que ha obligado a interrumpir la sesión en varias ocasiones. Los momentos más tensos se han vivido durante el interrogatorio al que han sometido al alto mando los representantes de Unidas Podemos, Rafael Mayoral, y sobre todo de ERC, Gabriel Rufián. Este último, que ha acusado a Pérez de los Cobos de “mentir” por negarse a responder a sus preguntas sobre el uso de los fondos reservados por parte de miembros de la trama parapolicial, le ha recriminado al coronel su papel como coordinador del dispositivo policial que hizo frente a la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y que derivó en graves incidentes. Rufián ha afirmado en su intervención que aquel día las fuerzas de seguridad “apalearon” a los que acudían a votar. El coronel ha rechazado la utilización de ese término ante lo que él considera que fue una actuación que ha calificado de “dignísima y extraordinaria” en una situación “dificilísima”.
—1.000 heridos. 1.000 heridos. Vergüenza debería darle —le ha respondido el diputado de ERC.
—Si hablamos de vergüenza..., —ha replicado Pérez de los Cobos.
—Sí, dígame.
—Vergüenza alguna cosa que estamos viendo.
El coronel Pérez de los Cobos ha acudido al Congreso en su condición —en el momento en el que ocurrieron los hechos— de director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaria de Estado de Seguridad, desde la que se fiscalizaba el uso de los fondos reservados, utilizados de manera irregular por la trama para financiar la Operación Kitchen. Sin embargo, ante las preguntas de los diferentes grupos sobre el uso y gestión de esta partida, cercana a los seis millones de euros anuales, el alto mando de la Guardia Civil se ha escudado en su consideración de materia clasificada como secreta por la ley para no contestar. “No puedo responder a esa pregunta”, ha respondido de modo casi mecánico.
Esa negativa a responder ha provocado los primeros roces durante la intervención del representante de Unidas Podemos, Rafael Mayoral, que ha acusado al coronel de “falta de colaboración” con la investigación parlamentaria y “obstruccionismo”. Tras su negativa a responder a las preguntas, Mayoral le ha planteado si tenía “conocimiento de algo” sobre la Operación Kitchen. “No me pida a mí que haga yo su trabajo”, ha sido la contestación del coronel, que inmediatamente después ha recriminado al diputado que lo interrumpiera. El incidente ha obligado a intervenir a la presidenta de la comisión, la socialista Isaura Leal. No sería la última vez.
Inmediatamente después de Mayoral ha tomado la palabra el representante de ERC, cuyos 15 minutos de intervención han sido un constante cruce de recriminaciones mutuas por no dejarse hablar el uno al otro. “Otra vez me interrumpe”, le ha recriminado el coronel en una ocasión. “Sí, todas las veces que mienta… es que miente flagrantemente”, ha sido la respuesta de Rufián. “Le agradecería que no me interrumpiera. Voy a intentar contestar por quinta vez”, ha sido la contestación del alto mando. El diputado de ERC ha terminado su intervención con una última pregunta: “¿Cómo se lleva no haber descubierto ninguna urna?”. No ha obtenido respuesta por parte del coronel.
La tensión ha descendido con las intervenciones de los siguientes grupos parlamentarios hasta que ha tomado la palabra Mireia Vehí, de la CUP. Esta ha llamado al coronel “memoria viva de las cloacas del Estado”, lo que ha llevado a este a exigir que se retirase esa expresión del diario de sesiones. Idéntica situación se ha vivido al final. Tras preguntarle por la intervención de las fuerzas de seguridad durante el 1-O, Vehí ha tildado a Pérez de los Cobos de ser “un mero mercenario del Estado que no se merece ni la vergüenza”. El coronel ha pedido amparo a la presidenta de la comisión, que ha pedido a la representante de la CUP que retirase esas palabras. Esta se ha negado.
En su declaración en la Audiencia Nacional, celebrada el pasado noviembre, el alto mando de la Guardia Civil había asegurado que él nunca tuvo conocimiento ni de la Operación Kitchen ni de otras y que su misión era, exclusivamente, autorizar las entregas de dinero a las diferentes unidades de la Policía Nacional y el instituto armado para el pago de confidentes y otros gastos previa justificación de las mismas, aunque sin entrar en los detalles pormenorizados de esas partidas. El coronel ―cesado en mayo como jefe de la Guardia Civil en Madrid por orden del ministro Fernando Grande-Marlaska― también aseguró que, las veces que despachó con Jorge Fernández Díaz, nunca hablaron de seguimientos sin control judicial a Bárcenas y su entorno.
Tras su comparecencia, está prevista la intervención del inspector jefe de la Policía Nacional Manuel Morocho, el máximo responsable de la investigación del caso Gürtel, que intentó ser torpedeada por los mismos agentes que participaron en la Operación Kitchen. Morocho declaró como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, instructor del ‘caso Kitchen’, en febrero de 2019, cuando esta aún estaba secreta. El policía —que como responsable del grupo de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) encargado del caso Gürtel firmaba los informes más sensibles de la investigación— aseguró entonces al magistrado que, cuando estas pesquisas estaban en plena ebullición, fue convocado al despacho del comisario Eugenio Pino, máximo mando uniformado de la Policía Nacional en su condición de director adjunto operativo y señalado por el muñidor de la policía patriótica. El alto mando, según Morocho, le ordenó en enero de 2015 trasladarse a la Dirección Adjunta Operativa y ponerse bajo su dirección directa. “Se me dijo que era para apoyar investigaciones o análisis de documentación financiera que estaban trabajando allí y que necesitaban un experto para evaluarlo”, añadió Morocho
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