Ciudadanos se asoma al abismo: “Se han cargado el partido”
Arrimadas prepara cambios en su ejecutiva para tratar de frenar la crisis interna tras el fracaso de Murcia
Inés Arrimadas arrastra desde hace días el agotamiento físico propio de un momento de tensión máxima. El cuerpo acusa la presión que la líder de Ciudadanos ha sentido esta semana, en la que su partido ha protagonizado una desastrosa operación fallida para arrebatar al PP el poder en Murcia. El resultado trágico de esa maniobra es la pérdida de dos de sus cuatro gobiernos autonómicos, en una situación que ya era de máxima fragilidad para el partido tras el batacazo en las elecciones catalanas. Ciudadanos se ha asomado al abismo, y Arrimadas con él. La presidenta prepara cambios en su ejecutiva para tratar de frenar el estallido de una crisis interna que puede llevarse por delante a la formación, en la que algunos de sus principales dirigentes se ven ya “como en la orquesta del Titanic”, directos al fondo del mar.
Los teléfonos arden en Ciudadanos desde el viernes. La ejecutiva extraordinaria del próximo lunes, convocada a petición de varios barones, se prevé como una nueva catarsis. Las conspiraciones están disparadas. Arrimadas se desplazó este sábado a la sede y desde allí llamó a los principales rostros del partido para tratar de aplacar los ánimos y abortar las operaciones contra su liderazgo. Toni Cantó sopesa desde su puesto en la Comunidad Valenciana pedir un congreso extraordinario y postularse para tratar de arrebatarle la presidencia de Ciudadanos, según fuentes próximas a este dirigente, uno de los más críticos con la actuación del partido. Cantó duda, porque Arrimadas tiene el control de los órganos internos, y cree que ella ganaría si le disputa la presidencia. Algunos miembros de la dirección meditan dimitir de la ejecutiva este lunes, como protesta si no hay destituciones y para no seguir validando una estrategia de la que discrepan. En el grupo más crítico están Cantó, la exconsejera de Cultura en Madrid Marta Rivera de la Cruz y el expresidente de Baleares, José Ramón Bauzá. Los vientos de deserciones amenazan también a los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado.
Todo puede saltar por los aires. La presidenta de Ciudadanos está muy tocada anímicamente, pero no tiene intención de dimitir y prepara cambios en su ejecutiva para tratar de contentar a los críticos. “Tiene que participar más gente en la toma de decisiones”, afirman fuentes de su máxima confianza. Arrimadas no ha cerrado aún la propuesta de cambios internos, pero su propósito es incorporar a nuevos perfiles en la ejecutiva, incluidos críticos, para evitar abandonos. En el último comité ejecutivo tras el batacazo de las catalanas, Toni Cantó pidió la dimisión del vicesecretario general y mano derecha de Arrimadas, Carlos Cuadrado, pero la líder lo defendió. Esta vez, en la reunión volverá a pedirse la destitución de Cuadrado y de su adjunto, José María Espejo, según miembros de la ejecutiva. “Tiene que cesarlos, ya no le queda más remedio o esto se acaba”, señala un dirigente del comité.
A la reunión se llega con las espadas en alto. Aunque Cuadrado afirma que él “no será un problema”, según fuentes de su entorno, y que el planteamiento tanto de Arrimadas como de sus escuderos será “totalmente generoso”. “Lo importante es que el lunes salgamos unidos de la reunión de la ejecutiva”, conceden en el círculo de la líder.
Ciudadanos está herido —el tiempo dirá si de muerte— por una operación fracasada para sacar al PP del poder en Murcia, pilotada por el número dos de Arrimadas. El vicesecretario general cree que todo se fue al traste porque Isabel Franco, una de las tres diputadas tránsfugas, “no digirió” que apostaran por Ana Martínez Vidal como presidenta y no por ella, que era la vicepresidenta del Gobierno de Fernando López Miras. Fuentes de su entorno también afirman que Francisco Álvarez, otro de los tránsfugas, era un topo del PP. “Fue a la reunión en la que decidimos ir adelante con la moción consciente de lo que haría, aunque no dijo nada en contra, y lo filtró todo al PP”.
El partido se divide ante lo que ha pasado y sobre el camino a seguir a partir de ahora. La mayoría son conscientes de que Ciudadanos está en el precipicio; algunos no ven salida. “Se han cargado el partido. Esto es un déjà vu de UPyD. Inés es una decepción. Acabó la última ejecutiva tras las catalanas pidiendo que se le juzgara a partir de entonces, y en tres semanas han terminado por reventarlo todo. La muerte se va a certificar el 4 de mayo. Si no entramos en la Asamblea de Madrid, seremos el hazmerreír”, analiza un importante líder territorial. Otra relevante dirigente que está gobernando discrepa de ese análisis. “UPyD nunca gobernó. Nosotros seguimos en el poder en Andalucía, Castilla y León y el Ayuntamiento de Madrid. Nos hemos pegado varios tiros en el pie creo que la moción era correcto presentarla”.
Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y León y exrival de Arrimadas por la presidencia, no hace sangre y pide unidad. “Siempre he dicho que el problema era la verticalidad de la toma de decisiones, y esta es una de las demostraciones más palpables. Si tu partido en Murcia tiene un problema, lo resuelve en Murcia. Si la dirección del partido impone todas las decisiones, eso hace que cada error sea sistémico”, reflexiona Igea, que saca conclusiones de lo ocurrido: “Primero, no matarse. Segundo, hacer un análisis de qué nos falla como organización, buscando explicaciones y no culpables. Y tercero, abandonar el hiperliderazgo”. Luis Garicano, jefe de la delegación europea, ve futuro a Ciudadanos si cambia de enfoque: “Seremos necesarios en la medida en que evitemos el tacticismo y demos primacía a nuestros valores: regeneración de las instituciones, modernización de nuestro país y, frente a nacionalismos y populismos, ciudadanía”.
Ciudadanos lleva dos años de turbulencias fruto de sus vaivenes estratégicos. Arrimadas trataba de recuperar el partido bisagra capaz de pactar a izquierda y derecha, pero en el giro ha chocado con un iceberg.
El exsecretario de organización se va al PP
La situación interna en Ciudadanos es de máxima tensión en las últimas horas, y fuentes próximas a varios parlamentarios aseguran que los grupos del Congreso y el Senado “se van a romper esta semana entrante”. Cs cuenta con diez diputados en el Congreso y con siete senadores. Uno de ellos, el senador Fran Hervías, exsecretario de organización del partido, comunicó este sábado por la noche que solicita su baja de Cs y renuncia a su acta de senador. A renglón seguido, Hervías anunció su incorporación al PP.
“Ciudadanos se ha convertido en un partido que es parte del problema y no de la solución, abandonando los valores y principios liberales para convertirse en una muleta más del sanchismo”, dice Hervías en la carta en la que anuncia su marcha. En la misiva sostiene también que “el sanchismo es incompatible con la libertad” y “España está gobernada por una banda, cuyo único objetivo es aniquilar nuestro marco constitucional”.
En el Congreso, los críticos son los diputados Marta Martín y Pablo Cambronero, que pidieron explicaciones a la dirección tras el desplome en las elecciones en Cataluña. Ambos, además, han estado a punto de romper la disciplina de voto en varias ocasiones en los últimos meses. Los dos parlamentarios dudaron sobre el apoyo a los estados de alarma que Ciudadanos respaldó, aunque finalmente votaron a favor. También discreparon de la decisión de aprobar los Presupuestos Generales del Estado. En el Senado, Hervías lidera una corriente crítica en la que también se integran los senadores Emilio Argüeso, Miguel Sánchez y Ruth Goñi.
Arrimadas reunió este sábado a su círculo más estrecho en la sede para estudiar los próximos movimientos. La líder “está hundida”, según varios dirigentes que han hablado con ella en las últimas horas.
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