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La declaración de zona afectada por emergencia revive la bronca política entre Madrid y el Gobierno

El Ejecutivo no tiene una predisposición contraria a este instrumento, pero prefiere esperar a la evaluación de daños

Elsa García de Blas
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto del Día de la Fiesta Nacional, el pasado octubre, en Madrid.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto del Día de la Fiesta Nacional, el pasado octubre, en Madrid.Kiko Huesca/EFE (EFE)

Tras la tormenta, no ha llegado la calma. El paso de Filomena ha resucitado la bronca política entre el Gobierno madrileño y el central a cuenta de la declaración de Madrid como zona catastrófica —ahora recibe la denominación de “zona afectada gravemente por una emergencia”—, que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, reclaman. El PP, que gobierna en la región más afectada, acusa al Ejecutivo de “llegar tarde”. Los populares reclaman las comparencias en el Congreso del ministro de Transportes y el de Interior. El Gobierno pide evitar el choque partidista.

Los mismos aires gélidos que ha traído Filomena se dejan sentir entre dos de las Administraciones que deben gestionar las consecuencias de la mayor nevada en el país en medio siglo. El temporal ha revivido el choque entre el Gobierno madrileño y el Ejecutivo de Pedro Sánchez en torno a si debe declararse o no a Madrid como zona catastrófica, una medida que La Moncloa estudia, pero que prefiere esperar a resolver a que se haga una evaluación de los daños materiales. El PP, a pesar de gobernar en la región más afectada por el temporal, criticó la tardanza del Gobierno de coalición en la respuesta a la nevada.

La relación entre el Gobierno de la Comunidad de Madrid, convertido en mascarón de proa de la oposición del PP a Pedro Sánchez, y el Ejecutivo de coalición del PSOE y Podemos está tan enconada que no hay acontecimiento que escape al choque. Ambas partes reconocen que los puentes están prácticamente rotos, y casi se resignan a un enfrentamiento que ya lleva camino de enquistarse. La histórica nevada que ha colapsado la capital del país y gran parte de la región madrileña también ha servido para avivar las hostilidades, aunque la crispación política en torno a la gestión del fenómeno meteorológico se ha extendido más allá de los límites de Madrid, a una nueva bronca entre el Gobierno y la oposición.

La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, reclamó este lunes la declaración de Madrid como zona afectada gravemente por una emergencia —una medida prevista para siniestros que perturben gravemente las condiciones de vida de la población, que permite adoptar ayudas económicas— al tiempo que atacaba al Gobierno central. “La declaración de zona catastrófica de Madrid capital no tendría que ser un problema para un Gobierno manirroto, porque para otras cuestiones gastan enloquecidamente”, dijo Ayuso por la mañana en una entrevista de radio.

En esta ocasión, además, le acompañó en el estilo el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, que en el pasado llegó incluso a hacer el papel de árbitro entre su propio Gabinete y La Moncloa. Aguado también cuestionó al Gobierno central. “Invito al ministro Fernando Grande-Marlaska [de Interior] a que se dé un paseo por Madrid para ver si no es zona catastrófica. Si no lo es, se parece mucho”, insistió el vicepresidente madrileño. En realidad, el Ejecutivo no llegó a descartar de plano la medida, sino que apostó por esperar a la evaluación de daños, un paso preceptivo para estudiar la declaración de zona catastrófica. Pero el choque ya estaba servido.

Declaraciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, este lunes.Vídeo: epv

El PP apenas dio tregua al Gobierno durante unas horas, las del viernes pasado, antes de lanzarle acusaciones de que no había estado al frente de la respuesta a la nevada, aunque los populares gobiernan en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital y la gestión de las emergencias es de su competencia. “Iglesias y Sánchez han tenido una noche de mantita y peli. España trabajando para restablecer la normalidad y el Gobierno ausente”, tuiteó el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, el mediodía del sábado. El propio tuit se llenó ya de respuestas de dirigentes socialistas, como Santos Cerdán, secretario de Coordinación Territorial del PSOE, que le replicó: “¡No esperábamos otra cosa de ti! Ante los problemas, balones fuera y la culpa al Gobierno. ¡Qué pena, y lo peor de todo, que vas a peor!”.

Con el paso de las horas se fue conociendo el colapso de la capital, con las calles y calzadas impracticables, varios cientos de conductores atrapados en las carreteras y el acceso bloqueado a los centros sanitarios, y las críticas de la oposición arreciaron. El PP acusó al presidente del Gobierno de estar “desaparecido” el viernes y el sábado y de “reaparecer” el domingo, a pesar de que la presidenta madrileña tampoco se dejó ver hasta el mediodía del sábado en una reunión de coordinación de las emergencias a la que llegó tarde. El líder popular esperó al lunes para descargar sus críticas contra el presidente socialista. “Sánchez tarda en reaccionar por la ola de frío y lo hace arrastrando los pies, no como exigía en la oposición con situaciones mucho menos graves. Aun así, le apoyaré para que cumpla con su obligación de coordinar la respuesta nacional al temporal”, dijo Casado en sus redes sociales.

El día anterior, Casado se había dejado ver, pala en mano, retirando nieve en algunos accesos a centros de salud de la capital, según informó después el PP. La escena también fue objeto de controversia. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, preguntado por las críticas de los populares a la gestión gubernamental, ironizó sobre la imagen de líder popular: “Casado puede coger una pala, otros fueron a hacer muñecos de nieve y otros se tiraron bolas; cada uno disfrutó de la nieve como quiso”. El ministro cuestionó los “actos de cara a la galería” de Casado, una crítica en la que coincidió también Vox, que vio “postureo obsceno” en la actuación del líder de la oposición.

El PP registró este lunes la petición de comparecencia en el Congreso de Fernando Grande-Marlaska y José Luis Ábalos para que expliquen las actuaciones del Gobierno en el temporal, que apunta a que centrará la bronca política de toda la semana. En medio del choque, la ministra de Defensa, Margarita Robles, pareció clamar en el desierto llamando a evitar el choque partidista. “Nunca es aceptable la utilización política. Todas las Administraciones debemos trabajar conjuntamente, unidas”, exhortó, sin éxito.

Disputa en público, coordinación en privado

A pesar de los continuos choques en público entre los responsables políticos, durante la gestión de lo peor de la emergencia derivada de la gran nevada las Administraciones colaboraron en la respuesta, al menos el Ayuntamiento de la capital y el Gobierno central. Así lo explicaron la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís.

La titular de Defensa reveló que ella misma estuvo en contacto con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y con la vicealcaldesa, quienes le pidieron ayuda para despejar los accesos a los centros hospitalarios y a Mercamadrid, con el objetivo de evitar un posible desabastecimiento de alimentos. La Unidad Militar de Emergencias (UME), bajo órdenes de Robles, se desplegó por primera vez en la actuación de una emergencia en la capital, aunque ya había realizado labores de desinfección de espacios durante la pandemia.

Al mismo tiempo, el Gobierno también siguió las instrucciones del Ayuntamiento de Madrid para el trabajo de las máquinas quitanieves facilitadas por el Ejecutivo para despejar las principales arterias de la ciudad, y el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, estuvo en contacto con las autoridades regionales y locales.

La vicealcaldesa de Madrid, de Ciudadanos, admitió este lunes que no se le “caen los anillos” por reconocer que “otros políticos han puesto Madrid por encima” de cualquier otro interés con el paso de la borrasca Filomena. “No seré yo quien defienda a Pedro Sánchez o a Pablo Casado, pero creo que se es demasiado escéptico con los políticos”, consideró.


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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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