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El ‘seny’ también puede ser de izquierdas

Pere Aragonès, candidato de ERC, sintetiza el giro al pragmatismo de su partido

Camilo S. Baquero
El 'president' en funcions de la Generalitat, Pere Aragonès.
El 'president' en funcions de la Generalitat, Pere Aragonès.Albert Garcia

El seny —vocablo catalán que define la cordura o las cosas conducidas con prudencia— siempre fue un concepto que el mundo convergente se arrogó. El procés hizo volar muchas cosas por los aires, entre ellas las etiquetas, y es ahora el candidato a la presidencia de la Generalitat y coordinador nacional de Esquerra Republicana, Pere Aragonès (Pineda de Mar, 1982), quien mejor la encarna.

Eso en ningún momento quiere decir renuncie al independentismo que defiende desde niño. Tras el traje y la corbata —Oriol Junqueras, su mentor, la utilizaba en contadísimas ocasiones— y el abogado analítico que prepara su tesis doctoral en Historia Económica en la Universidad de Barcelona, aún pervive el líder de las juventudes de Esquerra que abanderaba la campaña de “España nos roba”.

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“Ambos candidatos se enfrentan, de entrada, a ser el heredero de”, explica el asesor de comunicación Antoni Gutiérrez-Rubí. Aragonès, ungido por Junqueras y protegido ante las bases por la autoridad moral que da la cárcel, nunca ha ganado unas elecciones. Es la primera vez que es cabeza de cartel en unas autonómicas. Con todo, apunta el analista, el president en funciones sintetiza a la perfección el giro hacia el pragmatismo —después de aparcar la vía unilateral— que ERC ofrece a sus votantes. Es serio, pausado, cartesiano.

Pere Aragonès. © Sciamarella
Pere Aragonès. © Sciamarella

Ello, sin embargo, puede ser una debilidad en una campaña que, por culpa de la pandemia, será básicamente mediática. No es un mal orador, pero no logra transmitir carisma. “Una amenaza sería que le intenten hacer representar un papel de político energético y carismático, lo que no le va en absoluto”, opina Toni Aira, profesor de comunicación política de la Universidad Pompeu Fabra- BSM. Para la consultora en estrategia Verónica Fumanal, Aragonès tiene a su favor que, en unas elecciones muy marcadas por la pandemia, el elector preferirá a quien transmita confianza y seguridad en la gestión.

El candidato de ERC ofrece esos elementos, pero aún quedan dos meses de pandemia y, al estar comandando el Govern (un plus), podrá sufrir el desgaste de los errores que se cometan. Y de los que ya han ocurrido, como la crisis en las residencias o el caos en las ayudas a los autónomos, dos asuntos que estaban en manos de consejerías republicanas.

Una candidata como Laura Borràs intentará llevar la campaña al plano más emocional, lo que no conviene a ERC.

“La gran oportunidad que tiene es la atomización del espacio que ocupaba la antigua Convergència”, agrega Aira. En las pasadas autonómicas, Junts ganó por menos de 15.000 votos a Esquerra. La presencia del PDeCAT o del Partit Nacionalista de Catalunya en estos comicios puede favorecer la dispersión del voto y jugar a favor de los republicanos, los que más tienen que perder porque parten con todas las encuestas a favor, de momento.

Aragonès se mostrará como el representante del independentismo útil, alejado de la confrontación. Defenderá el acuerdo de Presupuestos con el Gobierno español —por permitir la llegada de más recursos en pandemia— y su bandera del diálogo, mediante el cual espera lograr un referéndum acordado.

Desde la cárcel de Lledoners, Oriol Junqueras defendió ayer ese pacto y preguntó a Junts per Catalunya si hubiera preferido continuar con los Presupuestos de Cristóbal Montoro u otros apoyados por Ciudadanos. Tampoco desaprovechó la entrevista de la agencia Efe para asegurar que el partido liderado por Carles Puigdemont “se equivoca constantemente de adversario”, por lo que le pidió que “deje de criticar a los demás independentistas” y “comience a hacer propuestas”. “Es muy lamentable que tu única propuesta sea tratar de desgastar al compañero de viaje”, aseguró Junqueras, quien emplazó a los postconvergentes a que “expliquen qué significa” su estrategia de “confrontación inteligente” con el Estado empleada hace unas semanas por el expresidente de la Generalitat. “Marketing sabemos hacer todos, pero se espera que hagamos política”, subrayó Junqueras.

Gutierrez-Rubí cree que se hablará poco de pactos entre independentistas en la campaña, pese a que según los sondeos el futuro Gobierno requerirá acuerdos. El que gane impondrá su discurso para el futuro del secesionismo.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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