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Un informe de Patrimonio Nacional destapa el expolio de bienes públicos para decorar el pazo de Meirás

“Hay varios bienes muebles que claramente tienen su origen en las Colecciones Reales Españolas”, asegura la jefa de Conservación Pilar Benito

El llamado Salón de Baile de Emilia Pardo Bazán, con la mesa vitrina, en primer plano, que decoraba en 1916 la Sala de Música de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid.
El llamado Salón de Baile de Emilia Pardo Bazán, con la mesa vitrina, en primer plano, que decoraba en 1916 la Sala de Música de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid.CONCHI PAZ

Una pantalla protectora de chimenea, dos sofás, una mesa con vitrina, un escritorio y un libro bastan a Patrimonio Nacional para demostrar que el pazo de Meirás se decoró con objetos de procedencia pública y funcionó, mientras vivió Franco, como residencia oficial y apéndice del palacio del Pardo. La investigación, encargada por la juez de Primera Instancia 1 de A Coruña, la misma que otorgó en septiembre la titularidad del pazo al Estado, evidencia a través de fotos que algunos bienes que hasta ahora ha disfrutado como propios la familia del dictador se encontraban antes de la Guerra Civil integrados en las Colecciones Reales Españolas y otros fueron confeccionados con tejidos cuyo estampado coincide con el de cortinajes y sillones tapizados para engalanar palacios públicos. Patrimonio Nacional conserva, incluso, fragmentos de las mismas bobinas de tela.

El informe de 61 folios firmado por Pilar Benito, jefa del Servicio de Conservación de la Dirección de las Colecciones Reales, el 27 de noviembre fue realizado a partir de la visita al lugar y del material gráfico recogido para el inventario judicial. La especialista compara objetos que integran en la actualidad el pazo con otros catalogados por Patrimonio Nacional y llama la atención sobre el “mobiliario y enseres de carácter decorativo de índole marcadamente institucional” que “están presentes tanto en salones de mayor representación como en espacios más cercanos a la vida privada de sus moradores, como puedan ser los dormitorios”. Entre ellos, continúa en su informe, hay “varios bienes muebles que claramente tienen su origen en las Colecciones Reales Españolas y cuya titularidad corresponde por tanto a Patrimonio Nacional”.

Pantalla de chimenea

En el inventario de Meirás aparece una pantalla de chimenea que está tapizada con un tejido de seda labrado que fue encargado por Alfonso XII. Según Pilar Benito, el rey encargó esta tela el 10 de noviembre de 1880 “para confeccionar las cortinas del entonces recién creado nuevo Comedor de Gala del Palacio Real de Madrid”. La tela fue tejida “en exclusiva” por la manufactura lionesa Lamy y “servida a la Real Casa por el comerciante parisino L. J. Dumet”. “Lo complejo y laborioso del trabajo de tejeduría retrasó tanto la llegada de la tela a España que cuando lo hizo, el comedor estaba ya en pleno uso y la reina regente, María Cristina, dio orden de no confeccionar las cortinas”, recuerda la experta. Todo el metraje de la tela quedó en los almacenes del Oficio de Tapicería del Palacio Real y la sirvió en el siglo XX para tapizar el Salón de Música de la Reina Victoria Eugenia en el mismo palacio madrileño y el Comedor de Diario del Palacio de El Pardo en época de Franco. “Aún hoy se conservan un fragmento enmarcado y restos de metraje” en el almacén, apunta la conservadora.

Sofá de talla dorada

En el pazo de Meirás hay un sofá en madera tallada y dorada del siglo XVIII que está tapizado en tejido de un tono rosa. Según la especialista de Patrimonio Nacional, el mueble emplea “la misma tela de decoración de candelieri que vistió, hasta mediados de los años 20 del siglo XX, la Sala de Recibir de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid”. Aunque “en fecha indeterminada”, explica Benito, se cambiaron la colgadura de seda y los muebles, “se conservan algunas imágenes históricas del primer inventario fotográfico del Palacio Real de Madrid, realizado entre 1916 y 1925, que dan testimonio de la primitiva decoración”.

Mesa vitrina del Salón de Baile

Gracias a ese primer inventario fotográfico de los tesoros del Palacio Real sale también a la luz otro ejemplo de bien de titularidad pública que permanecía en manos de los Franco. Entre el mar de muebles que ahora abigarra una estancia de la planta baja de Meirás que su primera dueña, Emilia Pardo Bazán, ideó como Salón de Baile, destaca una pequeña mesa-vitrina del siglo XIX. A través del informe de la jefa de Conservación de la Dirección de las Colecciones Reales se sabe que “formaba parte de la decoración de la Sala de Música de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid”.

Conjunto de escritorio y cómoda

En un rincón perteneciente a los espacios privados de Meirás, junto a un radiador eléctrico, en el inventario aparece retratado un conjunto de escritorio y cómoda que la conservadora data en el último cuarto del siglo XVIII. Es una obra realizada en madera de caoba y bronce dorado a fuego. Según la especialista de Patrimonio Nacional, fotografías de principios del siglo XX demuestran que es “idéntico” al que formaba parte de la decoración del despacho del rey Francisco de Asís en el Palacio Real de Madrid.

“Estos muebles”, sigue explicando sobre este conjunto que ahora está en Meirás, “se pueden atribuir al ebanista francés Claude-Charles Saunier (Francia, 1735-1807)”. Según Benito, está documentado que Carlos IV, a través del comerciante y proveedor de casas reales parisino François-Louis Godon y luego de su viuda Justine Madeleine Prevost, “adquirió gran cantidad de mobiliario francés de los más reputados ebanistas y broncistas asentados en París, entre ellos Saunier.

Guía Oficial de España

La Guía Oficial de España era una publicación estatal con periodicidad anual, destinada a explicar la estructura y organización del Estado, de la que en la biblioteca de la planta baja de Meirás (la que mandaron construir Carmen Polo y Franco a su gusto) se conserva un ejemplar de tiempos de Alfonso XII. La conservadora explica que aunque “era una publicación de amplia difusión, la encuadernación de este tomo se corresponde con la Real Biblioteca, donde se conservan diversos ejemplares, signatura CS/4, la mayoría en piel de Rusia granate con hierros y cantos dorados y guardas de moaré”. Pero la mayor seña de identidad es el escudo real que aparece grabado sobre el libro, presente en el ejemplar del pazo.

Además, dice Patrimonio Nacional, en Meirás abundan las porcelanas, muebles y alfombras “claramente creadas para su adorno en los primeros años de uso del pazo como residencia oficial del entonces Jefe del Estado”. Todos esos elementos “fueron realizados por la Fundación Generalísimo Franco, Industrias Artísticas Agrupadas, a excepción de una alfombra tejida en la Real Fábrica de Madrid”. Esta Fundación, integrada en Patrimonio Nacional, se constituyó el 7 de febrero de 1941, recuerda la investigadora, para “crear fábricas y talleres donde puedan ejecutarse productos de las artes industriales de gloriosa tradición en España, como porcelanas y cerámicas, muebles y bronces, cristales y lámparas, tejidos de seda y tapices”.

Aparte de estos objetos tan “fácilmente reconocibles” para la jefa de Conservación, según señala en su informe destinado al juzgado es “muy posible que de continuar las investigaciones se encontrara más documentación relacionada con la titularidad de otras de las piezas conservadas en el edificio”. Por otra parte, añade, “está clara la conveniencia de revisar la totalidad de los bienes tanto de carácter histórico artístico como de los de la primera mitad del siglo XX en busca de marcas de firmas de artistas y números antiguos de inventario”. “A mi juicio”, concluye Benito, “hay que prestar especial atención al mobiliario y los bronces” porque “su calidad hace sospechar que podrían tener su origen en las Colecciones Reales Españolas” y “lo mismo ocurre con la biblioteca”.

Consulte el informe sobre la titularidad de los bienes del Pazo de Meirás. Si no puede ver el documento pinche aquí.

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