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Los contables del ISIS

La detención de cinco personas en año y medio permite desmantelar una “importante oficina” de envío de dinero al Estado Islámico en Europa

Patricia Ortega Dolz
Uno de los dos detenidos el martes por presunta financiación del ISIS.
Uno de los dos detenidos el martes por presunta financiación del ISIS.EL PAÍS

Las anotaciones contables, en unos casos milimétricamente ordenadas y en otros aparentemente caóticas y desorganizadas, permitieron a los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional casar los datos recibidos desde los pequeños reductos del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) que se mantienen vivos en Siria. Fue hace algo más de un año y medio cuando los nombres de quienes se encargaban del envío de las remesas económicas comenzaron a sonar entre algunos de los combatientes que se habían ido a la zona de conflicto desde Ceuta al principio del surgimiento del califato de Abu Bakr al-Baghdadi y que siguen allí. Se calcula que fueron unas 230 las personas que se fueron a combatir en las filas del ISIS desde España y unos 40 los que han retornado. Aunque seguirles la pista es complicado, la policía española mantiene abiertos canales de información que permiten conocer algunos de sus movimientos y, sobre todo, sus necesidades. Ahora, más que nunca, de dinero. Lo necesitan “para mantenerse, para subsistir” en una suerte de pseudoestado desmantelado, señalan fuentes policiales. La detención de cinco personas encargadas de enviar dinero a Siria en cuatro operaciones, la última el pasado martes, ha evidenciado el funcionamiento de estas redes de financiación yihadistas y ha permitido desmantelar, según la Policía Nacional, una “importante oficina” de envío de dinero al Estado Islámico en Europa.

La pista del dinero ha llevado a los investigadores hasta sus financiadores, concretamente hasta cinco de ellos, cuatro sirios y un marroquí de edades medias y avanzadas. “Personas asentadas en Madrid, varios de ellos con sus familias, , conocidos en sus comunidades por prestar ese tipo de servicios”, señalan fuentes de la investigación. Esos servicios consistían principalmente en ser “profesionales de la hawala”, un sistema ancestral de crédito que consiste en ejercer de bancos irregulares y en hacer envíos de dinero basándose en relaciones de confianza. “Si tú necesitabas hacerle llegar dinero a alguien en Siria, ellos sabían encontrar a la persona apropiada allí para que le diera el dinero acordado, como si fuese su sucursal, y en función de la cantidad se llevaban una comisión”, explica un investigador. “Eran conseguidores profesionales y reconocidos en su comunidad”, añade.

La popularidad de estos hawaladares o prestamistas, algunos de los cuales se conocían entre sí, fue constatada por los investigadores cuando accedieron a su red de contactos (“miles”, según sus cálculos) y cuando comprobaron sus anotaciones contables. “Vivían de eso, no tenían ningún otro trabajo conocido, aunque sí podían tocar tangencialmente otras actividades delictivas como el tráfico de personas”, precisan las fuentes policiales. Para enviar las remesas de dinero, “de cantidades muy variadas”, usaban conexiones internacionales y medios encriptados de comunicación. La Policía asegura que “por el grado de asentamiento que tenían en España” debían de llevar bastante tiempo operando aquí, aunque no se ha facilitado una estimación de la cantidad de dinero que han podido enviar a Siria.

“Los agentes de la lucha antiterrorista han evidenciado que combatientes del ISIS contactaban a través de redes sociales con individuos filoyihadistas de diversas nacionalidades reclamando financiación mediante el envío de fondos para el Estado Islámico y sus miembros”, rezaba la nota de la policía enviada este jueves. “Para ello, empleaban una red de remesadores que, a cambio de una comisión económica, transferían los fondos recaudados para ISIS al país deseado. Allí, otro intermediario, a su vez, lo recibía y lo entregaba a su destinatario final, que se identifica con un código que reconoce a los intervinientes en la transacción”, recogía el comunicado policial.

Anotaciones

Los envíos de dinero, según los investigadores, “unas veces estaban dirigidos a personas concretas en zonas de conflicto y otras veces eran simplemente donativos de apoyo a la causa yihadista”, ya que entre los contactos de los prestamistas había muchos “simpatizantes del Estado Islámico”. Además, los agentes han tenido que hacer una ardua labor para discriminar cuáles de las cantidades recogidas en las anotaciones contables correspondían a envíos para financiar la actividad terrorista y cuales simplemente eran préstamos para otra clase de actividades. “Nombres, contraseñas, nicknames (apodos)… son el tipo de huellas que seguimos para lograr probar la financiación de una organización terrorista”, explican.

Con estas cuatro operaciones consecutivas ―”en mayo de 2019, diciembre de ese mismo año, octubre de 2020 y la del pasado martes”―con un total de cinco detenidos, a los que el juez ha enviado a prisión, la Policía Nacional da por desmantelada una “importante oficina de remesadores del Estado Islámico en Europa”.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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