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Detenida una mujer en Torremolinos por secuestrar a su empleada de hogar y amenazarla de muerte

La trabajadora, de 24 años y a quien su jefa había quitado su documentación y pertenencias, fue liberada por agentes de la Policía Nacional

Un vehículo de la Policía Local de Torremolinos.
Un vehículo de la Policía Local de Torremolinos.Europa Press
Nacho Sánchez

Se conocieron en Uruguay, país de nacimiento ambas mujeres. Una de ellas viajó primero a España y se estableció en Torremolinos (Málaga, 68.661 habitantes). Desde allí, llamó a su conocida para ofrecerle un puesto de trabajo como cuidadora de su hijo y empleada de hogar a jornada partida. La convenció y, finalmente, se reencontraron hace unas semanas en la Costa del Sol. Pero poco a poco la relación entre la empleadora y su trabajadora se fue deteriorando. Hasta tal punto que, el pasado domingo por la mañana, la primera impidió a la segunda salir del domicilio familiar bajo amenaza de muerte. Horas más tarde, fue detenida por la Policía Nacional por privar a la empleada de libertad con amenazas tras, además, retirarle su documentación y pertenencias.

Fue la secuestrada, de 24 años, la que dio la voz de alarma. Durante la mañana del domingo, llamó al servicio Emergencias 112 para avisar de que había sido retenida por su empleadora en la vivienda familiar ubicada en Torremolinos y que había sido amenazada de muerte. Minutos después, varios agentes policiales rodeaban la casa. En su interior, alguien había puesto la música muy alta para tratar de silenciar los gritos de la empleada, que se encontraba encerrada en el cuarto de baño. Los policías, sin embargo, la escucharon y accedieron a la casa.

La empleadora intentó, en ese momento, escapar por la puerta de atrás del inmueble, aunque no lo consiguió y fue arrestada por los policías. Estos encontraron, en el interior del baño y en estado de pánico, a la mujer que había llamado a emergencias, que llevaba hora y media sin poder salir de la habitación. Relató entonces que desde que empezó a trabajar para su conocida no se cumplían las condiciones que habían pactado y que la sometía a largas jornadas de trabajo bajo presiones y amenazas. Hasta que, el domingo, nuevas desavenencias hicieron que su jefa le quitara la documentación y sus pertenencias y no le permitiera salir de casa bajo amenaza de muerte.

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