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La caza de uno de los capos más buscados de Italia

La Policía Nacional detiene en Barcelona a Vittorio Raso, hombre destacado de la ‘Ndrangheta’, huido de Italia y acusado de tráfico de drogas y armas

Patricia Ortega Dolz
Vittorio Raso, destacado miembro de la Ndrangheta, tras ser detenido por la Policía Nacional en Barcelona el pasado sábado.
Vittorio Raso, destacado miembro de la Ndrangheta, tras ser detenido por la Policía Nacional en Barcelona el pasado sábado.

La huida de Vittorio Raso (Turín, 1979) terminó el pasado sábado en un lujoso piso del barrio nuevo de Diagonal Mar de Barcelona. Los agentes del grupo de fugitivos de la Policía Nacional llevaban dos años buscándolo por toda España, con información compartida con la policía italiana, concretamente con el Servicio Centrale Operativo (SCO), y coordinados desde la red Enfast (Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos). Raso, conocido con el sobrenombre de “Esaurito” (“agotado”), es —a ojos de la policía— “uno de los capos más buscado de Italia por su papel de bisagra, entre los grandes capos y los miembros de la base".

El mítico fugitivo italiano, cuya huida es ya casi una leyenda, sigue siendo Mateo Messina Denaro, que escapó de la justicia hace 27 años. Otro histórico, Fausto Pellegrinetti, fue también detenido por la policía española en Alicante en 2018, tras permanecer 25 años fugado y a la edad de 75.

Raso había huido de Italia tras ser condenado a 20 años de prisión por tráfico de drogas, extorsión y pertenencia a organización criminal, confirman fuentes policiales. Y sobre él pesaba una Orden Europea de Detención (OEDE).

De carácter “enérgico", “se dedicaba a extorsionar a sus víctimas mediante amenazas y violencia para que le pagaran un 10% mensual del dinero que la organización les había prestado”, dice la nota policial enviada este lunes.

Sin embargo, Raso seguía manteniendo los lazos con “su familia”, “la famiglia Crea”, conocida en Turín por sus vinculaciones con las armas y el narcotráfico. De hecho, al mismo tiempo que Raso era detenido mientras caminaba por una calle de su barrio en la Ciudad Condal y tras ser reconocido por los agentes del grupo de Fugitivos de Barcelona, otros de sus colaboradores eran arrestados en su ciudad natal. En el piso de Raso solo encontraron dinero y documentaciones italianas falsas, “con las que se movía con soltura por Barcelona”, aseguran fuentes de la investigación. A sus colaboradores les intervinieron armamento (“una pistola, una carabina y una metralleta, todas de origen ilegal, junto a gran cantidad de munición”), 360.000 euros en efectivo y un total de 13 kilos de diversas drogas.

“Con Raso teníamos la ventaja de que las fotos que manejábamos suyas eran recientes y podíamos reconocerle fácilmente”, señalan fuentes de la investigación. En el caso de Messina, se vuelve mucho más complicado, tras varias décadas desaparecido, “nadie sabe qué aspecto puede tener”, advierten las mimas fuentes.

Aunque las primeras informaciones situaron a Raso en Fuengirola (Málaga), fueron los investigadores del grupo de Italianos de la Brigada Central de Crimen Organizado quienes lo ubicaron en Barcelona, gracias al rastreo de algunos “teléfonos españoles que la policía italiana asociaba al fugado”, apuntan fuentes del caso. La amplia colonia italiana que vive en la Ciudad Condal parece haberla convertido en un lugar cómodo y de fácil camuflaje para los miembros de la mafia, que “trabajan en red".

Fue siguiendo esas redes de apoyo como descubrieron que cada cierto tiempo viajaban desde Turín a Barcelona dos o tres personas para darle apoyo logístico Raso y “le proveían de dinero, droga y documentaciones falsas”, señalan los investigadores. Según sus pesquisas “Raso pretendía huir a Brasil en barco”. Ahora, ya a disposición judicial, espera a ser extraditado a su país paras ser juzgado.

La investigación sigue abierta por parte de las autoridades italianas, que, según consta en la nota policial, siguen buscando indicios contra “una serie de sujetos, presentes en el territorio italiano y en España, implicados en las actividades de narcotráfico y de blanqueo de capitales”.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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