El Gobierno reactiva la repatriación de marroquíes atrapados en Melilla y Ceuta

España y Marruecos han conseguido acordar la reactivación de las repatriaciones voluntarias de marroquíes atrapados desde hace más de seis meses en Melilla y Ceuta. Un primer grupo de unas 200 personas saldrán a partir del miércoles a través del paso fronterizo de Beni Ensar, bloqueado desde el pasado 13 de marzo, cuando Marruecos ordenó el cierre de sus fronteras ante la pandemia de covid-19. Según ha anunciado este martes la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, el proceso se llevará a cabo de forma escalonada durante esta semana. “Desde Delegación del Gobierno nos pondremos en contacto con estas personas para citarlas en el día y hora previstas para su retorno”, ha aclarado Moh. En Ceuta, la Delegación ultima la repatriación de, al menos, 100 personas, según la prensa local.

La repatriación tiene carácter voluntario y solo aquellas personas que soliciten regresar a Marruecos serán incluidas en un listado que les permitirá la entrada en el país. “Todas aquellas personas que facilitaron sus datos de contacto y nos trasladaron su deseo de retornar a Marruecos, podrán hacerlo”, ha insistido la delegada en Melilla. Según Moh, hay previstas al menos otras dos salidas que tendrán lugar el viernes y el domingo. Las autoridades sanitarias marroquíes han solicitado que las entradas se realicen en grupos de hasta 200 personas y con 48 horas de diferencia para poder realizar las pruebas de detección de covid-19.

La delegada de Gobierno de Ceuta, Salvadora Mateos, no ha confirmado cuándo se procederá a la salida de marroquíes, si bien se priorizará la salida de mujeres a quienes se realizarán test rápidos de detección de coronavirus, según publica El Faro de Ceuta. La Policía Nacional en la ciudad autónoma ha identificado hasta 1.000 personas a la espera de regresar a Marruecos.

Se desconoce el número total de marroquíes atrapados en Melilla desde el cierre fronterizo que precedió al decreto del estado de alarma en marzo, que puede superar las 700 personas, de acuerdo a diversos cálculos. Según fuentes de la Delegación, las autoridades españolas trabajan en el conteo de casos susceptibles de repatriación en la ciudad autónoma. La misma situación se repite en Ceuta. En mayo, durante la desescalada en España y por orden del rey Mohamed VI, Marruecos aceptó la repatriación de hasta 200 nacionales desde Melilla y otros 300 desde Ceuta cuyo listado había aprobado con anterioridad. Solo 120 y 190 personas cruzaron, respectivamente, mientras que centenares de marroquíes cuyo nombre no fue considerado siguieron bloqueados en ambas ciudades, acogidos en dispositivos improvisados por los ejecutivos locales, como la Plaza de Toros de Melilla y el polideportivo de La Libertad de Ceuta, o en casas particulares, de familiares o alquiladas.

Las autoridades melillenses llevan meses reclamando la apertura de un “pasillo humanitario” ante la precaria situación que atraviesa la ciudad, sin recursos ni infraestructura para atender en torno a 2.000 personas entre marroquíes atrapados y solicitantes de asilo y migrantes de otras nacionalidades. Las negociaciones parecieron enquistarse ante la discrepancia en las cifras que intentaban consensuar las autoridades a ambos lados de la frontera. Según recogía la agencia EFE en mayo, Rabat se negaba a aceptar la repatriación de 600 y 700 personas desde Melilla y Ceuta, respectivamente, y redujo el cupo a apenas 420 nacionales, entre los que no incluía a quienes tenían orden de expulsión cursada en cualquiera de las ciudades autónomas tras haber entrado de manera irregular.

En agosto, las delegaciones del Gobierno de Ceuta y Melilla anunciaron la preparación de un protocolo de reapertura de la frontera que incluiría una “desescalada de entrada y salida”, según describió la delegada en Ceuta, Salvadora Mateos, y que priorizaría la salida de marroquíes atrapados en situación vulnerable, es decir, aquellos que estaban acogidos en peores condiciones en recursos municipales.