Rodrigo Lanza, condenado a 20 años de cárcel por el ‘crimen de los tirantes’
La magistrada ha establecido el pago de una indemnización de 200.000 euros a los familiares de la víctima, Víctor Laínez
La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado al antisistema Rodrigo Lanza a 20 años de cárcel por el conocido como crimen de los tirantes, en el que Víctor Laínez ―un hombre que en ocasiones vestía tirantes con la bandera de España― murió a golpes en diciembre de 2017 en un bar del centro de Zaragoza. La sentencia le condena por asesinato con alevosía, con la agravante de motivos ideológicos y la atenuante de embriaguez. Lanza tendrá que pagar una indemnización de 200.000 euros a los familiares de Víctor Laínez y otros 5.620 euros, más los intereses legales, al Servicio Aragonés de Salud.
La sentencia ha asumido el veredicto, emitido el pasado jueves por el jurado, y coincide parcialmente con la solicitud de Fiscalía que había reclamado 20 años de prisión y 150.000 euros de indemnización. Se trata del segundo fallo judicial, puesto que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón anuló el pasado marzo ―por falta de motivación del primer veredicto― la sentencia que condenaba a Lanza a cinco años de cárcel por homicidio imprudente. La sentencia ―en línea con el veredicto― recoge como hecho no probado que Laínez llevaba una navaja, descartando así que el condenado actuara en defensa propia y confirma que la víctima no tuvo la posibilidad de defenderse. Endika Zulueta, abogado de Lanza, ha asegurado a EL PAÍS que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.
Los hechos sentenciados ocurrieron en la madrugada del 8 de diciembre de 2017, cuando Lanza entró en el bar Tocadiscos, en el centro de Zaragoza, donde se encontraba Laínez, de 55 años. Uno de sus amigos le comentó que el zaragozano era “de extrema derecha o neonazi” y que, en ocasiones, llevaba tirantes con la bandera española. Según el veredicto, Lanza se acercó a la víctima y, tras “una conversación que nadie escuchó”, les comentó a sus amigos que Laínez le había llamado “sudaca” y que debía volver a su país por ser extranjero. Después de tomar una copa, el condenado salió del bar con sus amigos. Fuera del local, mantuvo una conversación con la víctima. Después, Lanza se quedó en la calle, mientras Laínez volvió a meterse en el bar. Lanza volvió a entrar en el local y, por la espalda, “golpeó fuertemente con el puño” a Laínez en la nuca. Cuando la víctima se encontraba en el suelo semiinconsciente, “le dio una patada en la cabeza y se colocó encima, propinándole múltiples golpes y una patada muy fuerte en la cabeza y se marchó”. Laínez falleció el 12 de diciembre de 2017 en el Hospital Clínico de Zaragoza. En su cuerpo no había lesiones que indicaran la existencia de defensa o lucha.
El juicio del crimen de los tirantes ha llegado hasta el Congreso. Durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles, la portavoz de Vox, Macarena Olona, en su turno de preguntas al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha enseñado una foto de Lanza recordando que asesinó a Laínez por “odio ideológico”. “Usted conocía a este sujeto, señor Iglesias, de hecho se reunió con su madre para mostrarle su apoyo público”, ha acusado Olona, quien ha recordado también que el militante antisistema fue condenado en 2006 a otra pena de cinco años de cárcel por dejar tetrapléjico a un agente de la Guardia Urbana de Barcelona durante el desalojo de un centro social okupado al arrojarle una piedra desde una ventana. “Ustedes son una mala noticia para la democracia de este país, pero España no se parece a ustedes”, ha respondido Iglesias frente a estos ataques.
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