Tres detenidos por el alijo en el que un policía acabó herido grave tras ser embestido en Algeciras

Aún no ha salido de la gravedad el policía que la madrugada del pasado sábado acabó herido de consideración tras ser embestido por un narco en Algeciras cuando otros traficantes han repetido el mismo proceder contra un vehículo de la Guardia Civil en Estepona. El narcotráfico en el sur regresa a las andadas de violencia contra las fuerzas de seguridad en una semana especialmente negra en la que el pasado miércoles otros dos delincuentes abrieron fuego de escopeta contra tres agentes del Instituto Armado en Bornos, un pueblo de la Sierra de Cádiz.

De todos los efectivos heridos es, sin duda, el inspector de 33 años de la Policía Nacional de Algeciras el peor parado. Un supuesto narcotraficante de 27 años de La Línea de la Concepción no dudó en embestir el BMW X5 cargado con 16 fardos de hachís contra el vehículo policial que intentaba cortarle el paso en la algecireña carretera de Los Yankis. Su compañero copiloto acabó con heridas leves, pero él acabó tan maltrecho que tuvo que ser intervenido de urgencia en el hospital Punta de Europa de Algeciras. Horas después, fue necesario su traslado al hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde está en la UCI, aunque no se teme por su vida. El empeño de los médicos se centra ahora en que no pierda el brazo izquierdo, además de las heridas que tiene en una pierna y otras partes del cuerpo.

Además del conductor del todoterreno —que dejó el indicativo policial destrozado—, la policía ya suma dos detenidos más: un varón de 37 años, natural de Ceuta y un joven de 22, de Algeciras, según han confirmado el jefe provincial de la Policía Nacional, Antonio Ramírez y el responsable de la Comisaría de Algeciras, Francisco Javier López Matesanz, en el transcurso de una rueda de prensa este domingo. Los tres están investigados por participar en un alijo que se produjo la madrugada del pasado sábado en Punta Carnero, una zona costera de Algeciras. Cuando el inspector y su compañero intentaron evitar el traslado de la droga de este viaje por mar fue cuando acabaron embestidos por el conductor. Además, durante ese mismo día acabó detenida también una mujer por proferir calumnias en las redes sociales, tal y como ha añadido el comisario.

Ramírez ha puntualizado que la embestida contra su subordinado es una consecuencia “a la presión policial”, pero ya muchos agentes de los cuerpos de seguridad se cuestionan si no hay más motivos al repentino incremento de ataques a agentes. La madrugada de este domingo, dos guardias civiles también acabaron con heridas de diversa consideración después de que unos narcos repitiesen exactamente la misma forma de proceder al intentar disuadirles de cometer un alijo en Estepona.

Los hechos ocurrieron en la playa de Guadalobón, donde la Guardia Civil acudió al tener conocimiento de que se estaba produciendo un alijo. Al llegar, consiguió detener en la misma playa a tres de los supuestos traficantes, de los cuales dos portaban armas de fuego. Un cuarto fue el que intentó huir a bordo de un todoterreno y, al verse bloqueado por un indicativo del Instituto Armado, embistió su coche contra el vehículo. Los dos agentes que lo ocupaban sufrieron heridas de diferente consideración y tuvieron que ser trasladados a un hospital, aunque su estado no ha trascendido. Pese a ello, además de los cuatro detenidos, los investigadores consiguieron hacerse con 17 fardos de hachís.

Estos dos sucesos se suman al ataque que tres guardias civiles de Villamartín (Cádiz) sufrieron cuando dos narcos dedicados a los cultivos de marihuana abriesen fuego contra ellos en Bornos. Uno de ellos acabó herido de gravedad en una pierna por los perdigones de las escopetas que portaban. Uno de los narcos acabó detenido, pero otro consiguió huir. Aunque el caso del pueblo del a Sierra de Cádiz es diferente tanto por la droga como por la autoría de los hechos, los sindicatos y asociaciones policiales ya han mostrado su preocupación por el incremento de violencia de los narcos. No es la primera vez que los traficantes deciden emplear la violencia cuando se ven acorralados por los agentes. Son formas que recuerdan a las cotas de mayor peligrosidad del narcotráfico que vivió el Campo de Gibraltar entre los años 2016 y 2018, momento en el que se estableció un plan especial de seguridad de Interior que aún continúa en vigor.