Campaña vasca del 12-J: ni apretones de manos, ni tocar el DNI

Emociones sí, pero que corra el aire. La campaña electoral de las autonómicas vascas y la jornada de las votaciones, el 12 de julio, van a ser excepcionales. Las medidas sanitarias para garantizar la salud de los ciudadanos han conformado un catálogo que electores y elegibles tendrán que cumplir a rajatabla. No podrá haber ni apretones de manos, ni entrega de folletos, caramelos, globos o flores en la calle de manera personalizada y el día de la votación, los miembros de la mesa, ataviados con mascarillas, no podrán, ni con guantes, tocar el DNI o la papeleta de los votantes. Eso sí, ante la duda de que la foto del carné coinicida con la cara que hay debajo de la mascarilla, el presidente o cualquiera de los miembros de la mesa podrá solicitar al elector que se la quite un momento para cotejar sus rasgos.

La solicitud del voto por correo se multiplica por ocho

Son algunas de las medidas de la campaña más profiláctica de la historia de la democracia. Después de meses de confinamiento y de haber controlado, al menos de momento, la pandemia provocada por el coronavirus, el Gobierno vasco no quiere que las elecciones puedan convertirse en un factor de riesgo por la aglomeración de personas que se suele general en los colegios electorales. Este año se va a incentivar el voto por correo. Ya hay ocho veces más solicitudes que en las autonómicas de hace cuatro años, y tras el acuerdo de la Junta Electoral Central, que permitirá a los solicitantes entregar al cartero el sobre con la papeleta cuando les llegue la documentación en el domicilio, se prevé una subida todavía mayor. La fecha tope para las solicitudes es el 2 de julio. El porcentaje habitual de voto por correo suele estabilizarse entre el 3% y el 5%. La Junta Electoral del País Vasco también se ha sumado y ha instado a las diputaciones forales a que faciliten la labor de los empleados de Correos y de los notarios, para que las personas que vivan en residencias de mayores puedan, si así lo desean, ejercer su derecho al voto a través de un apoderado.

El 12-J habrá 2.678 mesas, 41 más que en 2016, en un total de 761 colegios, de los que 100 serán de nueva ubicación, por lo que el Gobierno recomienda a los ciudadanos que revisen su tarjeta censal. Sin embargo la administración vasca ha descartado establecer franjas horarias para votar, al entender que va en contra del derecho de los electores a disponer de toda la jornada. Todos esos locales se desinfectarán antes y después de la jornada, y durante el día de la votación se mantendrá la ventilación de las mismas y se extremarán las medidas de limpieza de las mesas, urnas y cabinas. La distancia de seguridad entre miembros de la mesa será obligatoria y no podrán tocar el DNI de votante ni el sobre de votación, que lo podrá depositar en la urna el mismo ciudadano.

El Gobierno vasco aprobará este martes el manual de instrucciones para las personas que formarán parte de las mesas electorales que además de la información habitual de otras citas recogerán estas recomendaciones sanitarias. Durante el escrutinio los miembros de las mesas dispondrán de guantes y mascarillas autofiltrantes del tipo FFP2. Medidas adicionales que van a elevar el gasto por mesa electoral para esta jornada hasta los 300 euros, 95 euros más que en las anteriores. En total el Departamento de Seguridad tiene presupuestados 6 millones para toda la cita electoral.