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El juez del ‘caso Villarejo’ reactiva la investigación sobre el espionaje a Podemos

La antigua asesora de Iglesias, Dina Bousselham, acude a declarar otra vez a la Audiencia Nacional

J. J. Gálvez
A la izquierda, la exasesora de Podemos, Dina Bousselham, a su llegada este lunes a la Audiencia Nacional.
A la izquierda, la exasesora de Podemos, Dina Bousselham, a su llegada este lunes a la Audiencia Nacional.Luca Piergiovanni (EFE)

El magistrado del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, ha reactivado este lunes la investigación de la presunta trama de espionaje a Podemos con la declaración de Dina Bousselham, exasesora del líder de la formación, Pablo Iglesias. El juez de la Audiencia Nacional y los fiscales Anticorrupción han preguntado a la antigua trabajadora del partido, personada como perjudicada, por una tarjeta de memoria que le entregó el actual vicepresidente segundo del Gobierno en el verano de 2016 tras recibirla de un medio de comunicación. En esta se encontraba grabada la información confidencial del móvil de Bousselham. Un teléfono que le habían sustraído meses antes. Ella ha afirmado que no pudo acceder a los datos de esa tarjeta que le dio Iglesias porque estaba dañada, según fuentes jurídicas.

Según consta en el sumario de esta parte de la bautizada como Operación Tándem, los investigadores encontraron en la casa de Villarejo de Boadilla del Monte (Madrid) una “importante cantidad de documentos” pertenecientes a Bousselham. La Fiscalía considera que toda esta información “parece provenir de una extracción de datos de un móvil utilizado por Dina” y trata de averiguar si el comisario jubilado se encuentra detrás del robo del teléfono y de la difusión de su contenido. De hecho, entre este material, por ejemplo, se hallaron cinco informes de carácter interno de Podemos sobre su estrategia política y electoral. Y también, varias capturas de pantalla de chats de Telegram. Todo ello acabó publicado en varios medios de comunicación, como la web Okdiario.

Tras levantar el secreto de sumario a principios de año, el juez y los fiscales intentan ahora dilucidar por qué se encuentra dañada la tarjeta que Bousselham entregó a la Audiencia Nacional, como reveló un informe de la Policía Nacional, donde se añadía también que algunas capturas de pantalla se habían hecho con el propio móvil de la asesora de Podemos. Ella ha reconocido este martes que hizo algunas antes del robo y que, incluso, envió algunas de estas imágenes a terceros, según fuentes jurídicas. En sus declaraciones anteriores no lo había revelado y supone un punto importante para la defensa, ya que puede alegar que otras personas pudieron hacer llegar estas conversaciones a los medios de comunicación. Villarejo ha negado estar detrás de ello.

A preguntas de los investigadores, Bousselham también ha detallado que nunca ha podido acceder al contenido de la tarjeta porque estaba dañada cuando se la entregó Iglesias en el verano de 2016. Además, según ha añadido, fue entonces cuando supo que se había recuperado. Iglesias, por su parte, aseguró al juez que la había obtenido en enero de 2016, cuando se lo dio el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, tras enseñarle su contenido e informarle que no publicaría nada. Según explican fuentes de Podemos, Asensio le dijo que era la única copia. Por eso, según apostillan en el partido, dio por zanjado el tema y no informó a Bousselham hasta verano de 2016, cuando Okdiario publicó uno de los chats privados donde Iglesias se refería a una presentadora de televisión con la expresión “la azotaría hasta que sangrase”.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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