Pruebo los mejores radiadores eléctricos de bajo consumo y elijo el mejor
Estos modelos ayudan a minimizar el gasto en calefacción al incluir opciones que controlan la temperatura de manera eficiente



El mejor radiador eléctrico
Avanzamos hacia el invierno. Es la época más fría del año y esto obliga a poner la calefacción en nuestros hogares, un hábito que suele traducirse en un mayor gasto en la factura energética. Ahora bien, existen alternativas que permiten aliviar ese impacto en el bolsillo. Una de ellas es adquirir un radiador eléctrico portátil, que ayuda a reducir el consumo porque integra prestaciones como programadores de encendido y apagado, termostato o un modo Eco que optimiza la eficiencia energética.
A estas ventajas se suma su instalación sencilla, el mínimo mantenimiento que requieren y una vida útil más prolongada, al prescindir de piezas móviles susceptibles de desgaste. También destacan por ser sistemas limpios y seguros, ya que no emiten humos ni gases. En lo que respecta a su funcionamiento, emplean materiales (por ejemplo, aceites térmicos o paneles cerámicos o de aluminio) que garantizan una distribución uniforme y constante del calor en cualquier estancia del hogar.
Cómo hemos elegido y probado los productos
Cada uno de los cuatro radiadores eléctricos de bajo consumo elegidos cuenta con prestaciones diferentes que los hacen adecuados para distintas necesidades: desde modelos programables por app o con temporizador, hasta radiadores de aceite que mantienen el calor tras apagarse. Todos ellos resultan además silenciosos, lo que los hace muy cómodos de usar en cualquier estancia sin generar molestias.
Teniendo en cuenta su potencia y la cobertura de calentamiento indicada para cada uno, las pruebas las he realizado en diferentes estancias de la casa en la que vivo; una vivienda de tres alturas con habitaciones y baños de diferente tamaño. Tras instalarlos, he probado sus distintos modos de calor, así como la facilidad de uso, la programación cuando estaba disponible y la rapidez con la que alcanzan la temperatura deseada. Así, he tenido en cuenta los siguientes criterios:
- Diseño: la calidad de fabricación y robustez, así como el atractivo estético del radiador y cómo se integra en diferentes estancias.
- Potencia-Cobertura de calentamiento: están estrechamente relacionados. Evalúo si el radiador aprovecha realmente la potencia indicada y cómo se traduce en el número de metros cuadrados que puede calentar de manera efectiva. También la tecnología integrada, los elementos de calor internos (placas de mica, aceite o cristal) y cómo influyen en la rapidez y uniformidad del calentamiento.
- Eficiencia energética: las características que hacen que el radiador eléctrico consuma menos energía y que, por lo tanto, repercuten en una bajada de la factura de la luz. He prestado atención a los modos de calor que incluye cada uno, termostatos, función de apagado automático, la posibilidad de programar el aparato…
- Otros: si se transporta de una habitación a otra de manera fácil, si dispone de mando a distancia o aplicación móvil, opciones de seguridad…
El que mejor mantiene el calor: Dreo


Para quién es: pensado para quienes buscan un radiador capaz de calentar de forma potente y homogénea tanto estancias pequeñas como salones o buhardillas amplias.
Por qué lo recomendamos: con un diseño moderno y funcional, no llama demasiado la atención y transmite robustez al tacto. Cuando lo encendí, enseguida noté una sensación envolvente de calor: el aceite térmico interno, junto al formato ondulado de sus aletas, consigue que el calor se reparta de manera rápida y bastante uniforme. En mi buhardilla, que es la estancia más grande de la casa con unos 35 m², la temperatura se mantuvo estable incluso durante un buen rato después de apagarlo, algo que no conseguí con el resto de modelos analizados en la comparativa. Otro detalle interesante es que está equipado con un indicador de temperatura ambiente, que muestra en su pantalla LED el calor real de la habitación. Así, podía comprobar de un vistazo si era necesario subir o bajar la intensidad y hacerlo cómodamente con el mando a distancia.
Para usarlo basta con elegir entre sus cuatro niveles de potencia: el nivel bajo es suficiente para mantener una temperatura agradable en habitaciones pequeñas sin gastar demasiado, mientras que el máximo calienta con rapidez las habitaciones que están frías. También dispone de un modo ECO que ajusta automáticamente la potencia según la temperatura de la habitación y un programador de 24 horas que me costó un poco entender, pero terminó siendo muy práctico para olvidarme de encenderlo y apagarlo manualmente. En el apartado de seguridad, incorpora protección antivuelco y sistema contra sobrecalentamiento, además de un asa antiquemaduras que facilita moverlo dentro de la misma planta. Eso sí, sus casi 12 kg se hacen notar; aunque incluye ruedas, trasladarlo entre pisos no resulta demasiado cómodo.
Sus puntos débiles: resulta pesado para mover entre estancias con escaleras. Su precio también es el más elevado de la comparativa.
Ficha técnica
- Dimensiones: 49,2 x 25,7 x 66,2 cm
- Peso: 12 kg
- Potencia: 800 / 1200 / 2000 W
- Otros: temporizador 24 h, pantalla LED, protección antivuelco y sobrecalentamiento, ruedas y asa antiquemaduras.
Conectado y seguro: Gridinlux Homely


Para quién es: para quienes buscan un radiador con un diseño diferente al habitual, que además permita configurar y programar la calefacción desde el móvil.
Por qué lo recomendamos: lo primero que me llamó la atención fue su diseño en cristal templado, ultrafino, ligero y elegante, que se integró muy bien en todas las estancias de la casa. Se puede colocar de pie sobre sus patas incluidas o fijarlo a la pared, lo que aporta flexibilidad según el espacio. Durante las pruebas en baños y dormitorios pequeños y medianos ofreció un calor homogéneo y constante, manteniendo la temperatura estable gracias a su sistema de convección por radiación eficiente. De hecho, la sensación de confort se consigue de forma rápida en pocos minutos. Para espacios más grandes el calor tarda más en distribuirse y algunas zonas quedan un poco más frías.
Gracias a su pantalla táctil, manejarlo me resultó muy sencillo. Igual de fácil que su uso mediante su app, con la que pude ajustar potencia, temperatura y horarios desde el móvil, e incluso integrarlo con Google Home o Amazon Alexa para controlarlo por voz o automatizar su encendido y apagado. Cuenta con dos potencias a escoger (500 W y 1000 W) y un control de temperatura eficiente que permite regular el calor entre 5 y 40 °C, aunque solo la potencia más alta logró calentar adecuadamente las habitaciones muy frías. También se puede programar en cualquier franja horaria, facilitando mantener la casa caliente solo cuando se necesita. Otro punto fuerte es su seguridad: gracias al apagado automático en caso de sobrecalentamiento y a la protección IP24, el radiador es seguro incluso en baños o zonas húmedas, sin riesgo de daños por salpicaduras o exceso de temperatura.
Sus puntos débiles: en estancias superiores a 12 m² el calor tarda más en llegar y se perciben zonas menos cálidas.
Ficha técnica
- Dimensiones: 60 x 24 x 38 cm
- Peso: 5,2 kg
- Potencia: 500 / 1000 W
- Otros: control vía App, programable 24/7, protección IP24, apagado automático por sobrecalentamiento, patas de apoyo y opción de montaje en pared.
Ligero y eficiente: Orbegozo RRE 810 A


Para quién es: indicado para los usuarios que necesitan un modelo fácil de mover y que caliente de forma rápida estancias pequeñas o medianas.
Por qué lo recomendamos: destaca a primera vista por su diseño moderno y compacto. Incluye pies de apoyo y soportes de pared, aunque en mi caso no colgué porque su tamaño permite colocarlo fácilmente en cualquier rincón sin ocupar demasiado. Tanto en los dormitorios de unos 12 m² como en el baño más grande de mi casa, el ambiente se calentó de forma rápida y agradable. En menos de diez minutos, el calor se distribuyó de manera homogénea. Sin embargo, en espacios más grandes como el despacho donde trabajo, se nota que sus 800 W se quedan cortos. No es un modelo pensado para calentar áreas amplias, sino habitaciones donde se busca un confort rápido y localizado. Cuenta con 3 modos de funcionamiento: económico, confort y anti-hielo, siendo especialmente útil el modo económico, que mantuvo la habitación a una temperatura agradable sin consumir demasiado mientras dormía por la noche.
El manejo es bastante intuitivo. Gracias a su termostato integrado, pude ajustar la temperatura sin complicaciones, y con la función de programación semanal establecí horarios para que el dormitorio estuviera caliente justo a la hora de acostarme. La pantalla LED y el mando a distancia hacen que todo resulte cómodo y muy sencillo de usar. Uno de los aspectos que más me gustó es su capacidad para mantener la temperatura constante: cuando la habitación pierde calor, el aparato se activa de inmediato, y al llegar al nivel fijado se apaga automáticamente. No obstante, a diferencia de otros radiadores con mayor inercia térmica, aquí el calor no se conserva mucho tiempo tras el apagado.
Sus puntos débiles: aunque pesa poco, se echa en falta que tenga ruedas para desplazarlo.
Ficha técnica
- Dimensiones: 60 x 8 x 55 cm
- Peso: 6,5 kg
- Potencia: 800 W
- Otros: mando a distancia, pantalla LED, programación semanal 24/7, incluye pies y soportes de pared.
El más rápido en calentar: Jata JCRC2120


Para quién es: para los que necesitan un radiador eléctrico sencillo que caliente rápidamente.
Por qué lo recomendamos: el diseño es moderno y estilizado, con pies de apoyo que le dan estabilidad, y aunque resulta un poco voluminoso, en general se integra bien en cualquier lugar. Cuando lo puse en marcha me preocupaba que pudiera volcar, pero además de la protección contra sobrecalentamiento, dispone de un sistema antivuelco que puse a prueba con mis mascotas moviéndose por la casa. Su termostato regulable se encuentra en el lateral y, aunque al principio está un poco duro, una vez se coge el truco permite ajustar la temperatura de forma precisa. Su uso es totalmente manual.
Me llamó la atención su tecnología micathermic. Ya había leído que este sistema utiliza placas de mica como material conductor, y efectivamente, al encender el aparato se nota enseguida: en apenas un minuto empieza a percibirse calor. Este radiador eléctrico calienta tan rápido como promete, primero de forma directa si estás cerca y, poco a poco, extendiéndose al resto de la estancia. En el baño, por ejemplo, la diferencia se nota de inmediato: entras con frío y, en cuestión de minutos, el ambiente resulta mucho más confortable. En dormitorios de tamaño medio la experiencia fue muy similar. Sin embargo, en espacios más grandes, el calor no se reparte de manera uniforme y las zonas más alejadas quedan frías. Esto se nota especialmente al apagar el aparato, ya que en habitaciones grandes el calor se disipa más rápido que en espacios pequeños, donde se mantiene más tiempo.
Sus puntos débiles: para espacios grandes no es la opción más adecuada porque el calor no se reparte por igual. Su potencia máxima de 2.000 vatios no está bien aprovechada del todo.
Ficha técnica
- Dimensiones: 27 x 78 x 54 cm
- Peso: 5,5 kg
- Potencia: 1.000 / 2.000 W
- Otros: protección antivuelco y contra sobrecalentamiento
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Preguntas frecuentes sobre radiadores eléctricos
¿Se pueden programar?
Sí, muchos modelos incluyen temporizador o programador digital que permite encenderlos, por ejemplo, antes de la llegada a casa o apagarlos durante la noche, optimizando el uso de la energía y reduciendo la factura.
¿Cuánto tardan en calentar una habitación?
Están diseñados para distribuir el calor de forma gradual y uniforme. Dependiendo de su potencia y características varía el tiempo que tardan en alcanzar la temperatura deseada, pero una vez lo hacen, suelen mantenerla estable sin gastar demasiado.
¿Son seguros?
La mayoría incluyen sistemas de seguridad contra sobrecalentamiento y apagado automático. Aun así, conviene no cubrirlos ni dejarlos encendidos sin supervisión prolongada.
¿Es malo dormir con radiador eléctrico?
Si se utiliza para dormir, es importante asegurarse de que tenga un sistema de seguridad adecuado y que la habitación esté bien ventilada. Utilizar un termostato puede ayudar a mantener una temperatura constante y cómoda durante la noche para dormir mejor.
¿A cuántos grados se puede poner un radiador eléctrico?
Para ahorrar energía manteniendo el confort, se recomienda una temperatura alrededor de los 21 grados en casa. Ajustar el termostato a esta temperatura optimiza el consumo eficiente y proporciona un ambiente adecuado y agradable.
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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 12 de octubre de 2025.
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