Vietnam en moto: todas las paradas indispensables para una aventura por el norte del país

Vietnam es un país vibrante, con muchos contrastes: desde la naturaleza más apacible e inspiracional hasta la ciudad más caótica y efervescente. Nunca un paisaje será igual a otro, y siempre habrá una aventura para llegar al destino siguiente. Viajar a Vietnam y no tomar uno de los transportes más característicos del país, la moto, es como irse de Copenhague sin haber montado en bicicleta. Sin duda, es toda una experiencia que siempre aconsejan desde las oficinas de turismo a todos los guías y expertos en el país. Sin embargo, es una experiencia que hay que vivir con precaución y conociendo todas las peculiaridades que existen en torno a este medio de transporte.

Pero ¿cómo es viajar en moto por Vietnam? ¿Cuáles son las paradas indispensables? ¿Qué es lo que hay que tener en cuenta a la hora de circular por ciudades o pueblos? Contamos con la ayuda de Alicia Sornosa, periodista, escritora y motoviajera, y una de las guías habituales de EL PAÍS VIAJES y experta en Vietnam, para averiguarlo.

Consejos para viajar en moto por Vietnam

Recorrer Vietnam en moto es toda una aventura, verás que nada tiene que ver con hacerlo en una gran ciudad como Madrid o Barcelona. No importa lo entrenado en la carretera que estés porque aquí todo es imprevisible. Tal y como nos explica Alicia Sornosa, equiparte adecuadamente es lo primero que debes tener en cuenta: llevar un casco integral y, a ser posible, evitar los cascos vietnamitas porque no están homologados y se pueden partir si tienes una caída. Tener en cuenta el clima es también un punto clave a la hora de equiparse. En la región norte hace más frío, sobre todo en invierno, por lo que hay que llevar ropa de abrigo siempre. Marzo y abril son meses excelentes para viajar por el centro del país porque hay un clima templado antes de que llegue el calor sofocante del verano. El sur del país tiene un monzón húmedo, pero con un clima más bien caluroso todo el año.

Por lo tanto, “hay que llevar ropa de verano, pero siempre con una capa de lluvia o un chubasquero porque te puede pillar una tormenta en cualquier momento. Por supuesto, no debes olvidar los guantes, unos pantalones y unas botas que cubran tus tobillos”, añade Alicia Sornosa.

Otra de sus recomendaciones es no viajar por la noche porque hay muchos animales, bicicletas y otros vehículos que no tienen luces, además el pavimento es inestable en algunos tramos. Se recomienda conducir desde las 6.00 hasta las 17.00. Sin olvidarse nunca de la documentación vigente, el carnet internacional de conducción, que es lo que suelen pedir para alquilar una moto. Las que suelen ofrecer suelen ser de 90 hasta 175 centímetros cúbicos.

“Conoce la ley de la carretera, los vietnamitas no se rigen por las normas de circulación que tenemos en España, sino que en todo Asia impera la ley del más grande. Cuanto más grande sea el vehículo, mayor preferencia tiene. Intenta respetar porque si no te pasarán por encima”, explica. Además, recuerda que en Vietnam no puedes circular en moto por la autopista, y que la velocidad media es de 40 a 60 kilómetros por hora. Si vas a conducir por ciudad, la recomendación es que te conviertas en uno más, que fluyas con el tráfico. No te asustes si ves que se saltan semáforos, que los peatones cruzan entre los vehículos, que no paran en los stops y que en los cruces hay un caos absoluto. “Sigue el ritmo y aprieta los dientes”, recomienda la periodista y motera.

Por el norte de Vietnam en moto

Hanói, la capital de Vietnam, es pura energía. Ubicada en el norte del país, a orillas del río Rojo, esta ciudad atrapada en el tiempo es toda una experiencia, también en moto. No puedes perderte su evocador barrio antiguo donde en sus estrechas calles se pueden conocer aún algunos de los oficios más antiguos del país, la comida callejera, abundante y deliciosa, sus excelentes museos y galerías de arte, y los edificios que te descubrirán una arquitectura colonial única, fruto de la influencia china, francesa y del sudeste asiático. En Hanói también destacan el hermoso lago Hoan Kiem, sus templos, uno de los más conocidos es Bach Ma, y mercados callejeros como Đồng Xuân.

El norte del país destaca precisamente por los contrastes, con zonas urbanas pero con espacios naturales míticos con cadenas montañosas, arrozales y fascinantes grupos étnicos que viven en zonas rurales.

No muy lejos de Hanói se halla un paisaje de cuento, Ninh Binh. Sus escarpados acantilados se alzan sobre sus arrozales y las barcas típicas descienden por las cuencas fluviales como si todo formara parte de una coreografía. Ninguna visita al norte está completa sin un crucero por la bahía de Ha Long para disfrutar de la vista de los miles de islotes y las profundas aguas verde esmeralda de la bahía.

El norte, sobre todo la provincia de Ha Giang, ofrece algunas de las mejores carreteras (y vistas) para viajar en moto. La ruta que va hacia Dong Van es increíblemente hermosa, pero Ma Pi Leng, donde la carretera serpentea junto al río Nho Que, es la joya de la corona de Ha Giang. El paso de Quan Ba, una de las zonas rurales más bonitas de la provincia, alberga un mirador que hace honor a su nombre: la Puerta del Cielo. Quan Ba es también la puerta de entrada a los majestuosos picos de piedra caliza del geoparque del Karst de Dong Van, uno de los geoparques de Vietnam que figuran en la lista de la Unesco.

Una ruta en moto por Vietnam no puede terminar de recorrer el norte sin llegar hasta Lung Cu, donde una gigantesca bandera vietnamita ondea orgullosa en la frontera. Si te animas a subir sus 200 escalones, hazlo por la tarde, cuando las temperaturas sean más agradables.

En una ruta por el norte de Vietnam en moto, también merece la pena conocer las famosas cascadas de Ban Gioc, seguidas de una visita al sistema de cuevas de Nguom Ngao y a la pagoda Tam Thanh, un oasis sagrado en la provincia de Lang Son. Esta pagoda fue construida como un lugar de culto del taoísmo durante la dinastía Le, entre 1442 y 1798. Posteriormente se convirtió en lugar de culto budista y creencias folclóricas locales. En la gruta Tam Thanh hay una gran estatua blanca de buda, Amitabha, que está de pie y tiene la forma de una hoja de Bodhi con una altura de 2,02 metros y está tallada en el acantilado. Debajo de la estatua se encuentran el palacio Tam Bao y el lago Am Ti (que significa infierno).

El broche final a un viaje a dos ruedas por el norte de Vietnam lo pone el paisaje marino de la bahía de Ha Long, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, que resume a la perfección la esencia del país. La imagen lo dice todo: los cruceros navegan por las aguas verde esmeralda entre miles de islas e islotes escarpados, mientras que los visitantes contemplan siglos y siglos de antigüedad en sus cuevas. Es verdad que es un lugar muy turístico, pero aún es posible encontrar algunos rincones y hacerlos “tuyos” en este espectacular enclave vietnamita.

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