24 horas de un eurofán en el Benidorm Fest 2024

Las redes echan humo; se desatan los nervios en la costa alicantina. Con razón: Benidorm, la capital turística de la costa española, concita esta semana la máxima expectación en torno a la tercera edición del Benidorm Fest, certámen organizado por Radiotelevisión Española (RTVE), cuyas semifinales tendrán lugar este martes 30 de enero y el jueves 1 de febrero. Quien se alce con el triunfo en la gala final del sábado 3 de febrero representará a España en el mayor espectáculo musical del mundo, el Festival de la Canción de Eurovisión, que se celebrará en Malmö, extremo meridional de Suecia, el próximo 11 de mayo.

“Benidorm ya no se asocia solo con los viajes del Imserso ni con su tradicional festival, ya extinto: con el Benidorm Fest se ha eliminado la caspa, se ha rejuvenecido el certámen de una manera moderna y atrevida, y hoy se sigue con toda atención al consolidarse como una preselección de referencia a nivel europeo”, apunta José Luka, codirector de Eurovision-Spain, portal de referencia de este concurso musical desde hace dos décadas. Se trata de disfrutar de Benidorm en temporada baja, sin grandes aglomeraciones, precios moderados y camas libres, al permanecer abierta en invierno el 85% de la planta hotelera.

El festival se desarrollará a la afueras, entre las urbe y la autopista AP-7, de manera que queden a un paseo de la Estación de Autobuses tanto el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm, sede del Benidorm Fest (las entradas se agotaron en dos minutos), como las grandes discotecas que acogerán las post-party. Penelope, icono de la noche levantina desde hace 56 años, junto a Privilege, su anexo, reunirán durante toda esta semana a cerca de 6.000 seguidores de Eurovisión-Spain a partir de medianoche, fiestas animadas, entre otros, por DJ Dani y DJ X.avi Petard.Pop. Su rival, la discoteca Ku Benidorm, acogerá la fiesta Euroclub el día 31 y dos fiestones del EuroFansClub, los días 2 y 3 de febrero. El viernes 2 cantará varias canciones Rosa López, representante de España en el Festival de Eurovisión 2002.

Toda esta semana se vivirá con música, fiestas, eventos y actividades en el centro de la ciudad alicantina, que complementan las galas y que, a la postre, justifican el desplazamiento y así vivir y compartir a fondo el festival durante esta semana monomaniaca.

Las 16 canciones que compiten ya están en boca de todos los eurofanes —el término “eurofán” está aceptado por la Real Academia—, en estado permanentemente jubiloso, disfrutón; son los que mejor saben si un tema funcionará o no. Si en verano quizá pasen inadvertidos por las calles, no ocurre tal mimetismo en el invierno de Benidorm. Rebasan en general los 35 años, y un 83,9% son hombres, según datos de la Fundación Visit Benidorm; se preocupan por tendencias y modas, algunos lucen camisetas de sus intérpretes favoritos y muestran una clara afinidad con el colectivo LGTBI. No es raro encontrar familias con varias generaciones de eurofanes.

9.00 Churros y porras

Para el primer refrigerio acudimos a tomar café con churros a la Churrería Rafael (1), la más célebre de la ciudad y a la que hace la competencia la Chocolatería Valor (2), cuyo origen empresarial está muy cerca de Bernidorm, en La Vila Joiosa. Muchos visitantes usan como lugar de encuentro La Creu Café, por su chocolate con churros, milhojas de merengue o petisú.

11.00 Música en la playa

Si hubiera que desarrollar un estudio en España sobre el arenal turístico por excelencia, muy posiblemente fueran elegidos como laboratorio los dos kilómetros de arena que conforman la playa de Levante. Este será otro punto caliente festivalero por los beach clubs, muy veteranos, que actúan a modo de base diurna de las grandes discotecas. Un meeting point del Benidorm Fest va a erigirse en el Penelope Beach Club (3), entre desayunos, videoclips, set para entrevistas y DJ’s especializados en Eurovisión.

A solo 100 metros se encuentra otro clásico, en este caso con la terraza más espaciosa de la playa de Levante, el Ku Lounge Café (4), cuyo ambiente y decoración tanto recuerdan a Ibiza. Esta semana festivalera incorporará DJ’s eurovisivos y espectáculos en directo, sin perjuicio de que durante todo el mes de febrero se programen actuaciones de bandas tributo a Elvis Presley (miércoles), Tina Turner (jueves), Abba —no podía faltar— (viernes) y Michael Jackson (domingo), en este caso interpretado por el que pasa por ser su mejor imitador, Ben Jackson.

Quien más quien menos analiza la puesta en escena de cada canción, la coreografía, las luces... un puzzle mediático-musical que va evolucionando a medida que pasan las semanas. Un buen ejemplo lo protagonizó Chanel en 2022, que llegó sin pena ni gloria, pero que consiguió, gracias a la fuerza de su directo, el tercer puesto en Eurovisión. A alguno veremos conectado a radios locales especializadas en Eurovisión, como EuroLive Radio.

El Balcón del Mediterráneo (5), justo en el espolón pétreo de la ciudad, es otro de los puntos asegurados del paso de cantantes y fotógrafos, y donde TVE lleva a cabo muchas entrevistas. Si los ganadores del Roland Garros se retratan al día siguiente junto a la torre Eiffel, en Benidorm acontece otro tanto, esta vez junto a la nívea e icónica balaustrada alicatada hasta el mar. Quizá por ello la terraza de la cafetería-heladería El Castell (6), junto a los lienzos de muralla de los siglos XIV y XVI, sea una de las más animadas y donde mayores posibilidades haya de ver el paso de celebridades.

14.00 Tapa Fest

Aparte de contar con la tradicional Zona de los Vascos para devorar tapas y pinchos —son referencias infalibles La Cava Aragonesa (7) y La Tapería (8)—, esta edición del Benidorm Fest reedita el Tapa Fest, concurso de tapas en el que 21 establecimientos adheridos diseñan una tapa muy elaborada, al precio de 3 euros. Los comensales podrán puntuarlas y participar de esta guisa en un sorteo de dos entradas para la final del concurso, que incluye un meet and greet (charlas, fotografiarse, pedir autógrafos) con los artistas. Se puede votar hasta el día 1 de febrero, si bien esta cocina en miniatura se podrá degustar durante toda la semana.

Aparte, tenemos a cinco minutos del Euroclub de la plaza de la Hispanidad el restaurante italiano The Pizza Factory (9), con pizzas artesanales fermentadas durante 72 horas. La más solicitada es la de base de patatas y cubierta de trufa y queso parmesano; también atrae la de estilo romano —cuadrada, sin bordes y masa de mayor grosor— elaborada con champiñón francés, jamón serrano, queso de cabra y cebolla caramelizada. Una hamburguesería de referencia en el caso antiguo es UPtown Burger (10), con tres tipos de carne a elegir. De la huella británica en Benidorm da fe el restaurante Ray’s 2 Fish & Chips, en torno al filete de pescado rebozado con patatas fritas y, de postre, crujiente de manzana. Precios económicos.

17.00 En el mirador

El Tossal de La Cala es un yacimiento arqueológico del siglo I antes de Cristo elevado en el extremo suroeste de Benidorm, separador de la playa de Poniente y La Cala de Finestrat. Allí encontramos El Mirador de la Cala (11), perfecto para ver amanecer; pero es a los pies del cerro adonde acuden los eurofanes para fotografiarse en el Mirador de la Música (12), inaugurado en 2022, delante del skyline benidormí y cuyos monolitos rinden homenaje a los dos grandes festivales autóctonos: la Sirenita de Oro alude al veraniego Festival Internacional de la Canción de Benidorm (1959-2006) —muy presente bajo la actual ola de revival y nostálgia— y el Micrófono de cristal, en alusión a su avatar invernal, el Benidorm Fest.

Entre los eurofanes predomina un sentimiento de respeto y de pertenencia. “Aquí no caben los fans segregados por candidaturas, sino que impera un concepto global: antes de buscar un ganador en Eurovisión, se ansía ver lo mejor que puede dar España en lo musical, siguiendo el ejemplo del Festival de la Canción de San Remo: Italia suele ser top 5 en Eurovisión”, aclara Jakob Traxler, de la promotora de espectáculos Eurodrama.

Después, para unas compras, el Jardín by The Marco (13) es una preciosa casa antigua reformada y reconvertida en un muestrario de bisutería de plata, bolsos en el jardín, además de cremas y lociones. Más curioso todavía es el Duck World (14), con palmípedos de formas y colores a cual más divertido.

21.00 Bailando delante del Tecnohito

Descontando el Palau d’Esports y las grandes discotecas, la plaza de la Hispanidad, conocida popularmente como “la plaza Triangular”, con sus aros de LED suspendidos, será la zona cero del Benidorm Fest, puesto que allí el Ayuntamiento ha erigido el Euroclub, punto de encuentro de benidormfesters por libre, artistas, delegaciones y prensa acreditada, desde donde se retransmitirá el evento en directo a través de un escenario equipado con pantallas gigantes de LED, justo delante del Tecnohito (15), una suerte de cilindro de 22 metros de altura recubierto con una malla de pantallas de LED. En este escenario se celebrará el viernes 2 de febrero, víspera de la gran final, la Gran Fiesta Euroclub Internacional, gratuita, en la que actuarán Blanca Paloma, Gonzalo Hermida, Rosa López, la drag queen Sharonne y semifinalistas no clasificados. No lejos se encuentra la Tecnoparada (16), una marquesina de autobús forrada con una pantalla de LED alargada.

A los cliches más eurovisivos y electropop de Here to Stay, defendida por Sofia Coll —una de las canciones favoritas—, o los guiños ochenteros y feministas de Zorra, a cargo del dúo Nebulossa, se suma el Amor de verano de Marlena, Caliente, de Jorge González o la apuesta flamenca de María Peláe con su Remitente, que tendrá que luchar con el tópico de que al duende le cuesta ganar adeptos más allá de nuestras fronteras.

00.00 Fin de fiesta

Hay que venir a Benidorm muy empapado con los 16 artistas de esta edición. Familiarizados, por ejemplo, con el reguepop o músicas adscritas al género urbano, con Brillos Platino de Almácor como prototipo —atención a su pegadizo estribillo—. Y mejor si dominamos la fraseología festivalera, sea el bribrilli de purpurina, lentejuelas y pedrería, el random (canción que ni fu ni fa) o el schlager, género eurovisivo propio de Escandinavia —Suecia, ante todo— y Centroeuropa, que se verá representado de alguna forma en el Benidorm Fest por Sé quién soy, de Angy Fernández.

La primera copa nos la tomaremos en el Marrs Bar (17), en manos de la familia Marr desde su apertura en 1969, con su agradable ambiente, música indie y una carta de cócteles que incorpora un licor de naranja destilado por la propia casa. Con este espirituoso de 40 grados se elabora el chupito Naranjito, rebajado con lima y cubierto con una rodaja de naranja caramelizada con azúcar y canela. Abre con seguridad los viernes y sábados. Los jóvenes autóctonos suelen llevar a los visitantes nacionales al pub La Sal (18), otro nombre asociado a la noche alicantina. Remataremos la jornada bailando en el discopub La Posada (19). Los locales de ambiente echarán chispas este fin de semana.

¿Quién ganará este año el Benidorm Fest? Si se trata de sorprender —ya lo hizo el portugués Salvador Sobral en 2017—, nada como el bolero caribeño cantado por un tinerfeño de 23 años afincado en Miami. O dicho con más rotundidad: ¿por qué no puede ganar Eurovisión St. Pedro con Dos extraños (Cuarteto de cuerda)?

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