Galápagos ‘low-cost’: 3 islas en 10 días sin arruinarse
Diario de viaje por las islas de Santa Cruz, Isabela y San Cristóbal del archipiélago ecuatoriano. Una aventura que combina excursiones gratuitas con otras de pago, con la naturaleza y los animales como los indiscutibles protagonistas
La clave para viajar a Galápagos con un presupuesto ajustado es olvidarse de los cruceros y, en su lugar, centrarse en visitar las islas de Santa Cruz, Isabela y San Cristóbal. En estos tres territorios, y en una aventura concentrada de solo 10 días, se pueden ver todos los animales endémicos icónicos del archipiélago ecuatoriano. También es importante no olvidar que siempre reduce gastos viajar en invierno, comprar los billetes con antelación, elegir alojamiento económico y evitar la tentación de comer en los restaurantes frente al mar.
Sin embargo, hay dos desembolsos que son inevitables: el de la Tarjeta de Control de Tránsito (20 dólares), que se puede realizar online, y el del Tributo de Ingreso (200 dólares por extranjero mayor de 12 años no residente en Ecuador. Niños, ciudadanos de Mercosur, CAN y ecuatorianos pagan una cantidad inferior).
Para lograr el objetivo de maximizar el avistamiento de animales y minimizar el presupuesto del viaje, proponemos el siguiente itinerario que combina excursiones gratuitas con tours de pago, que son la única forma de acceder al parque nacional, que cubre el 97% terrestre de Galápagos. La Reserva Marina Galápagos tiene 143.000 kilómetros cuadrados, siendo una de las 10 más grandes del mundo. Al frente de cada excursión dentro de este entorno protegido desde julio de 1959 está siempre un guía oficial. Son muchas las agencias que ofrecen este tipo de salidas, no habiendo grandes diferencias en el contenido de un mismo tour. Los costos indicados a continuación corresponden a precios que fácilmente se pueden conseguir.
Día 1. Llegada a Puerto Ayora (Santa Cruz)
Se necesitan dos autobuses y un barco (11 dólares) para llegar a Puerto Ayora desde el aeropuerto de Santa Cruz, que está ubicado en el islote de Baltra. Durante el recorrido se ven, por primera vez, las tortugas gigantes de Galápagos. En Puerto Ayora, que es la población más grande y turística del archipiélago, el protagonismo recae en las abundantes colonias de leones y lobos marinos. Son animales juguetones y curiosos, pero está prohibido acercarse a ellos a menos de dos metros, alimentarlos o sacarles fotos con flash.
Día 2. Tortuga Bay
Por el camino hacia la playa de arena finísima y aguas turquesas de Tortuga Bay, en la Isla Santa Cruz, se ven lagartos de lava roja, una especie endémica. Si parece que hacen flexiones es que son machos marcando su territorio. Se entra a la playa por una parte no apta para el baño por el oleaje. Así que hay que seguir caminando para llegar a una laguna marina rodeada por un manglar: es un lugar ideal para nadar y practicar esnórquel, ya que se pueden ver pequeños tiburones de arrecife. Las gafas y las aletas se pueden alquilar en Puerto Ayora por unos 5 dólares. Esta es también una zona donde se puede practicar kayak.
En Tortuga Bay siempre hay iguanas marinas tomando el sol. Este animal pacífico, silencioso y endémico de Galápagos es el único lagarto marino del mundo. Se especula que en tiempos remotos grupos de iguanas terrestres pudieron haber llegado al archipiélago procedentes del continente viajando sobre troncos arrastrados por las corrientes. El hábitat volcánico de las islas, sin apenas vegetación, las habría forzado a comer algas y, así, evolucionar.
Día 3. Puerto Villamil, en isla Isabela, y el Centro de Tortugas Gigantes
El viaje en barca desde Puerto Ayora a Puerto Villamil, en la isla Isabela, implica pagar dos taxi-bote, la tasa de salida de Santa Cruz y de ingreso a Isabela y taxi colectivo desde el muelle a la ciudad (total 49 dólares). Isabela es la isla más grande de Galápagos y Puerto Villamil es la población más bohemia del archipiélago.
De su calle principal arranca el sendero al Centro de Crianza Arnaldo Tupiza Chamaidán (10 dólares). Sus guías conducen a los turistas por corrales con tortugas de distinta edad mientras explican sus características y los esfuerzos de recuperación de esta especie. Se estima que en el siglo XVI, cuando el ser humano puso pie por primera vez en Galápagos, había unas 250.000 tortugas gigantes. Su población diezmó a las 15.000 actuales debido a la caza por su carne y aceite y a la introducción en las islas de animales como ratas y gatos, que destruyen sus huevos.
Día 4. Las Tintoreras
El plato fuerte de la excursión a Las Tintoreras (60 dólares) es el snorkeling con tiburones de punta blanca, mantarrayas, cardúmenes de peces de colores y tortugas marinas verdes, las únicas que anidan en el archipiélago. Ser un experto nadador no es requisito para esta actividad, ya que el tour incluye chaleco salvavidas, además de aletas y gafas.
Durante la travesía hasta Las Tintoreras se avistan de cerca pájaros piqueros de patas azules, lobos marinos y pingüinos de Galápagos, otra especie endémica. Se cree que los pingüinos llegaron desde el Antártico arrastrados por corrientes. Este periplo los ha convertido en los únicos pingüinos que habitan en libertad en el hemisferio norte.
Día 5. Muro de las Lágrimas
Esta es una excursión al único resto en la isla Isabela de su historia como Colonia Penal; una cárcel a cielo abierto que se cerró cuando Ecuador declaró a Galápagos como parque nacional. Se llega caminando o en bicicleta de alquiler (20 dólares) desde Puerto Villamil. La ruta pasa por playas desérticas, miradores y bosques en los que es común cruzarse con tortugas gigantes.
Día 6. ‘Tour’ a Los Túneles o excursión a Sierra Negra
La zona de Los Túneles (130 dólares) es la elección para los que quieran seguir haciendo snorkeling. Se ven los mismos animales que en Las Tintoreras y, además, caballitos de mar.
Para los interesados en geología o senderismo, la opción es la excursión a Sierra Negra (50 dólares). Permite llegar hasta el borde de una de las calderas más grandes del mundo, caminar sobre rocas de lava y rodear fumarolas extintas.
Día 7. Concha de Perla y rumbo a Puerto Baquerizo Moreno
En la última mañana en la isla de Isabela se puede practicar esnórquel en la piscina marítima natural de Concha de Perla. El acceso es a través de una pasarela entre manglares que termina en un pequeño muelle donde se asolean iguanas marinas de gran tamaño y lobos marinos. En el agua se ven tortugas marinas y peces globo y, si se tiene suerte, también pingüinos y tiburones de punta blanca.
A primera hora de la tarde es cuando salen las avionetas de hélice hacia la isla de San Cristóbal. El precio del billete depende, en gran parte, del peso de la maleta y del bolso de mano (aproximadamente cuesta unos 160 dólares por persona). Al aterrizar en San Cristóbal se puede ir desde el aeropuerto a la ciudad de Puerto Baquerizo Moreno andando o en taxi (5 dólares). La zona del puerto está repleta de colonias inmensas de leones marinos.
Día 8. Excursión 360 grados
El octavo día de este viaje por las Galápagos se puede dedicar a un tour (190 dólares) que da una vuelta completa a la isla de San Cristóbal en barco, con paradas, claro está, para practicar esnórquel. El punto fuerte es León Dormido, formada por dos rocas de aproximadamente 148 metros de altura de cuya silueta toma nombre el lugar. Entre las rocas se forma un canal excepcional donde, si hay suerte, se verán los impresionantes tiburones martillo y tiburones de arrecife de punta negra. Otra opción más asequible es tomar un tour directo hasta este punto y así ahorrar 50 dólares.
Día 9. Caminata a Cerro Tijeretas
Esta ruta gratuita se inicia en el Centro de Interpretación de la historia de Galápagos y del papel que tuvieron los pinzones del archipiélago en la formulación de la teoría de la evolución de las Especies de Charles Darwin.
El sendero lleva hacia una bahía apta para el buceo y pasa por varios miradores desde donde se puede observar los pájaros fragatas, también conocidos como tijeretas por su cola en V que les permite volar con agilidad. En la época de reproducción los machos inflan una llamativa bolsa gular de color rojo intenso.
La excursión termina en Punta Carola, donde humanos y crías de lobo marino comparten playa.
Día 10. Viaje de regreso al continente desde Puerto Baquerizo
Si el avión de regreso al continente saliera en la tarde, se puede aprovechar la mañana visitando las playas de La Lobería —llamada así por la gran cantidad de lobos marinos que reposan en sus rocas y arena— o Mann —la más próxima al puerto de San Cristóbal, por lo que es la más frecuentada por locales y turistas—. Y así se aprovechan hasta el último momento estos 10 días en Galápagos.
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