Paradores, refugio de los padres de la Constitución y del general De Gaulle
La red pública de alojamientos celebra sus 90 años descubriendo sus secretos y con la mirada puesta en conquistar al público más joven y aliarse con la gastronomía local
Marzo de 1978. Parador de Gredos (Ávila). Desde hace una semana, siete jóvenes políticos están reunidos en él para desencallar la que será, unos meses más tarde, la primera Constitución democrática desde 1939. Una tarea ardua e intensa que se gestó fundamentalmente en el denominado Salón del silencio, un lugar privilegiado ya que, desde sus ventanales, se ve, majestuosa, la sierra y, en ella, el Almanzor, el pico más alto del Sistema Central.
No fue casual que la reunión se realizara en este lugar. Alejado del ruido, sus regios muros los preservó de miradas indiscretas, mientras que la tranquilidad y servicios interiores sirvieron para que las conversaciones continuaran adelante. Pero también tenía cierto sentido simbólico: el 9 de octubre de 1928, el rey Alfonso XIII inauguraba con este establecimiento el que sería el primer parador de España, el inicio de un proyecto que el monarca quería convertir en una red de hospedaje por todo el país para acoger a excursionistas y viajeros, al tiempo que se mejoraba la imagen internacional del país. Marca España al estilo años 20.
La Red de Paradores cumple este mes 90 años y lo hace convertida en, seguramente, la cadena hotelera con uno de los mayores y más valiosos patrimonios histórico-artísticos del mundo (9.000 piezas de arte inventariadas, 31 de sus edificios declarados Bien de Interés Cultural…). También es un referente como promoción de calidad del país al aunar alojamiento a conceptos y acciones como el turismo de calidad, la recuperación patrimonial, el desarrollo sostenible y la promoción de la gastronomía regional y de los destinos culturales españoles.
“Esto es un éxito colectivo de todos, ya que hay muchos países que cuentan con conventos, palacios, parajes naturales y playas, pero ninguno de ellos tiene paradores”, resume Óscar López, su actual presidente, que pone de relieve que esta red ha servido para conservar el patrimonio, generar empleo, ayudar a las economías locales y a ganarse un peso en la economía nacional, toda vez que “da empleo a 4.000 personas y es un motor de crecimiento económico”.
Propios y franquiciados
Tras aquella inauguración de 1928, las aperturas se sucedieron: un año después se incorporó el de Cádiz y, en 1930, los de Oropesa (Toledo) y Úbeda (Jaén). Ciudad Rodrigo (Salamanca) vio inaugurarse el suyo en 1931, Manzanares (Ciudad Real) en 1932 y Mérida, en 1933. Los años 60 trajeron la mayor expansión (de la mano de otras dos: la del turismo de masas y la de infraestructuras) y alcanzó los 83 establecimientos. Convertida en 1991 en sociedad anónima de titularidad pública, el Estado se convirtió en propietario de todos los edificios y único accionista, dependiente de la Dirección General de Patrimonio del Estado.
Hoy, el modelo de negocio público seguirá adelante, incluidas las próximas aperturas programadas: “En 2019 inauguraremos los paradores de Veruela (Zaragoza) y el de Muxía (A Coruña), en la Costa da Morte, este último de nueva construcción, con vistas al Atlántico y directamente relacionado con el Camino de Santiago. Y, posteriormente, los de Molina de Aragón (Guadalajara), Ibiza o Morella (Castellón)”, explica Óscar López, que alarga la cifra a “más de cien establecimientos cuando Paradores cumpla cien años”.
Sin embargo, a la hora de hablar de la internacionalización de Paradores, su presidente opta por el modelo de franquicia: “La experiencia en Portugal [donde la red cuenta con el parador de Casa da Ínsua, cerca de Viseu] es positiva y queremos seguir profundizando en este modelo. A mí me gustaría, si es posible, extenderlo a la cuenca del Mediterráneo, incluso en países que son turísticamente competidores nuestros”, expone López.
Prioridades para 2019
Paradores ha programado distintas actividades y eventos para conmemorar sus nueve décadas de historia (todas ellas, alojadas en el microsifte www.90aniversario.parador.es): planes de viaje, una selección de sus mejores obras de arte, reservas de experiencias exclusivas, menús conmemorativos y días de puertas abiertas para mostrar los secretos de sus en edificios. Este mes de octubre se celebrarán jornadas en los paradores de Xàbia (Alicante, el día 13), Salamanca (16), Argómaniz (Álava, 18), Albacete (19) y Alarcón (Cuenca, día 25). Todo ello no solo para celebrar la fecha, sino también para atraer a un mayor número de clientes: en 2017 se alojaron en sus establecimientos 1,5 millones de personas y 2,2 millones comieron en sus restaurantes. A ellos se unen los cerca de 4.000 profesionales de Paradores.
Precisamente, en torno a estas tres cuestiones (empleados, gastronomía y clientes) girarán los tres ejes de desarrollo de Paradores en 2019: “En primer lugar, realizaremos una importante inversión en las personas que trabajan en la Red, que son su verdadero valor; nuestros trabajadores ofrecen un trato diferencial que debe mantenerse como marca de la casa”, detalla López. “También relanzaremos todo lo que tiene que ver con la restauración, volviendo a la cocina local, apostando por cocineros de la casa, y eliminaremos la segmentación de cartas, hasta ahora tres, para garantizar que los clientes siempre encuentren el mejor producto de la zona en la que se encuentra el parador”.
La tercera área que centrará su política serán los clientes: “Queremos rejuvenecer y modernizar toda nuestra comunicación e imagen. No cambiaremos el logo, pero sí queremos acercarnos a otras generaciones, pues parte de nuestros clientes son gente más mayor”. Actualmente, en palabras de López, el 44% de la facturación proviene de Amigos de Paradores, casi un millón de personas que poseen la tarjeta de fidelización y que son amantes de la Red. Además, un 35% de sus clientes en 2017 provenían de fuera de España.
Todo esto, reconoce López, dependerá de la aprobación de los próximos Presupuestos, aún en el aire. Aun así, se atreve a hablar de ciertas proyecciones económicas: “Hoy, contamos con una facturación de entre 240 y 250 millones de euros, y este año nos quedaremos también en esas cifras. El beneficio después de impuestos fue de 17 millones de euros el año pasado, y este será algo menor por diversas razones pero, esencialmente, por los gastos de personal, afectado en años anteriores por un ERE y bajadas de sueldo.
En las Reservas de la Biosfera
Sea ahora o en el futuro, Paradores continuará poniendo en valor todo el patrimonio artístico e histórico de sus establecimientos; de hecho, más de 40 están ubicados en edificios históricos. La relación con la naturaleza también viene de lejos: no es casual que Paradores naciera a la vez que los Parques Nacionales y que, actualmente, un 25% de ellos se localice en Reservas de la Biosfera de la Unesco.
Realidades que conviven hoy con una historia de 90 años trufada de anécdotas. Como, por ejemplo, la estancia del general Charles de Gaulle, en 1970, en el parador de Jaén para escribir sus memorias, su última parada tras recorrer los de Santillana del Mar (Cantabria), Cambados (Pontevedra), Madrigal de las Altas Torres (Ávila), Toledo, Ojén (Málaga) y Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) en un viaje destinado a recrear los escenarios de las Guerras Napoleónicas. O el parador de Artíes, en la Vall d’Aran (Lleida), que fue la casa de Gaspar de Portolà, el primer explorador de California. O el parador de Córdoba, que alberga en su patio algunas de las palmeras más antiguas de Europa… “Paradores es algo de lo que los españoles debemos sentirnos orgullosos”, remacha Óscar López.
Esta noticia, patrocinada por Paradores, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.