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El bar Tomás y otras pistas secretas de Pol López en Barcelona

El actor nos lleva a comer un arroz memorable, nos descubre un curioso campo de fútbol camino de la playa y nos enseña su teatro favorito

La barra del bar Tomás, en Barcelona.
La barra del bar Tomás, en Barcelona. Caterina Barjau

Amante incondicional de su Barcelona natal e hijo predilecto del barrio de Gràcia, el joven actor Pol López ha saltado a la primera plana de la escena teatral con interpretaciones impecables en obras como Enrique V, El curioso incidente del perro a medianoche o Hamlet. Recuerdos de infancia, enclaves gastronómicos, la playa, una plaza muy especial y el teatro que lo vio crecer como actor se “dan cita en este recorrido único y personal por sus rincones favoritos de la capital catalana.

Teatre Lliure (Gràcia)

“El Lliure ha sido como mi escuela de teatro, un sitio muy importante en mi carrera de actor. Allí he estrenado obras que han sido fundamentales para mí. Pero más allá de eso es un sitio en el que se está muy bien. Cuando acaba la obra, actores y espectadores se quedan en el bar para tomar algo y hablar unos con otros. Y además está en la calle en la que vivía de pequeño, Montseny, en pleno Gràcia, un barrio que me encanta”.

Bar Tomás (Sarrià)

“Cuando era pequeño, mis padres nos llevaban a mi hermano y a mí a la hora del vermut al bar Tomás a tomar ‘las mejores bravas de la ciudad’. Me encantaba el plan. Rilke decía que la única verdadera patria es la infancia, y para mí estas bravas son un poco mi patria”.

Día de Sant Jordi

“No se trata de un lugar, sino de una fecha que se celebra en toda Barcelona. Es el 23 de abril, día del patrón de Cataluña, y como coincide con el aniversario de la muerte de Cervantes y de Shakespeare, se celebra también el Día del Libro. La ciudad se llena de flores y de mesas en las que los escritores firman ejemplares y conversan con los lectores. Es un día muy especial. A mi novia y a mí nos gusta salir a pasear”.

Comedor del restaurante Gat Blau, en Barelona.
Comedor del restaurante Gat Blau, en Barelona.

Restaurante Gat Blau (Eixample)

“Tienen un menú y una relación calidad-precio excelente. Comida de temporada, ecológica, de kilómetro cero y de comercio justo. Tanto para comer como para cenar, es un sitio muy recomendable y, al ser del hermano del director de teatro Pau Carrió, va mucha gente interesante con la que sentarse y hablar”.

El campo de fútbol del barrio de Fort Pienc, en Barcelona.
El campo de fútbol del barrio de Fort Pienc, en Barcelona.Caterina Barjau

Campo de fútbol del complejo deportivo de Fort Pienc

“El terreno de juego está hundido unos diez metros por debajo del nivel de la calle. Es un clásico del barrio de Fort Pienc. Cuando salimos a pasear, camino de la playa, me gusta pararme ahí y ver un rato el partido que se está jugando. Están los chicos de las categorías inferiores, los padres, los abuelos. Me recuerda cuando mis padres me llevaban a jugar al fútbol los sábados por la mañana”.

La plaza del Sol (Gràcia)

“De esta plaza me gusta hasta el nombre. De pequeño iba ahí a jugar al fútbol y hacerme un poco el chulo porque tenía habilidad con la pelota. Luego, de adolescente, quedaba allí con los amigos. Y hasta el día de hoy. Incluso compuse una canción, una soleá, cuya historia sucede en la plaza del Sol”.

Librería Oniria (Gràcia)

“Es un local especializado en libros y literatura sobre sustancias que alteran la consciencia. Me gusta porque me recuerda una época de exploraciones en esos temas, que ya no practico, pero que fue muy interesante a nivel de experiencia y de descubrimiento personal. Un lugar para entretenerse y pasar el rato cuando uno anda de paseo por el barrio de Gràcia”.

Terraza del restaurante Can Majó, en Barcelona.
Terraza del restaurante Can Majó, en Barcelona.

Restaurantes Can Majó y La Cova Fumada (Barceloneta)

Can Majó es un restaurante clásico al lado de la playa en el que preparan muy buenos arroces y al que me gusta mucho ir con amigos. Se come estupendamente y, cuando el tiempo lo permite, puedes ir a bañarte antes o después. Otra pista gastronómica es La Cova Fumada, un restaurante familiar de toda la vida en medio del barrio de la Barceloneta, en la plaza del Mercado, en el que se puede almorzar o comer pescado fresco y platos típicos. Tiene la cocina a la vista y el trato es fantástico. Un sitio auténtico de los que quedan pocos ya en Barcelona”.

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