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Escenarios alucinantes para buceadores Del palacio de Cleopatra, Alejandría, hasta una ancestral ciudad sumergida en el fondo de un lago en China, diez de los más bellos e impresionantes rincones para bucear en el mundo Fundada alrededor del año 25 después de Cristo, la construcción en 1959 de una presa hidroeléctrica en el río XIn’an sumergió a la ancestral villa de Shi Cheng en el fondo del enorme lago artificial de Qiandao (en la foto), en la provincia china de Zhejiang. Bucear el lago de las Mil Islas permite contemplar una ciudad milenaria de piedra entre algas y peces, con leones y dragones tallados en las fachadas de edificios de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Keren Su/getty La Reserva Marina del Cabo de Palos (en la foto), en la costa murciana, ha sido desde tiempos de los fenicios un punto estratégico para el tráfico marítimo. También se ha convertido en uno de los más importantes cementerios de pecios del Mediterráneo, con más de 50 barcos reposando a pocas millas de su rocoso litoral. Como el 'Sirio', conocido como el 'Titanic de los pobres', cuyo naufragio en 1906 es la mayor tragedia en la historia de la navegación civil en las costas españolas. getty Los arrecifes coralinos del Caribe mexicano esconden parajes bellísimos, pero el más artístico está en Cancún: el Museo Subacuático de Arte. El escultor británico Jason de Caires Taylor, junto a otros artistas locales, han creado una muestra submarina que reúne más de 470 esculturas, algunas de ellas bastante sorprendentes, como 'Anthropocene' (en la foto). musamexico.org La excavación submarina de los antiguos palacios de Alejandría, sumergidos a escasos metros de profundidad del moderno puerto de la ciudad egipcia, es una de las aventuras arqueológicas más apasionantes de nuestros tiempos. Piezas y edificios, como el famoso Palacio de Cleopatra, así como restos del Faro (una de las grandes maravillas del mundo antiguo). Muchos de sus tesoros siguen intactos y para bucear en el puerto hay que contratar una inmersión con una agencia autorizada. alex-dive.com En agosto de 1947, el italiano Darío Gonzatti murió mientras buceaba en la bahía de San Fruttuoso, cerca de Portofino (Italia). Su amigo Duilio Marcante, también buceador, decidió erigir una estatua de Cristo en el lugar del accidente, donde, afirmó él, se le había aparecido Jesús mientras meditaba bajo el agua. El 'Cristo del Abismo' fue instalado a unos 15 metros de profundidad pidiendo paz y seguridad para todos los pescadores, marineros y buzos. Zac Macaulay/getty Los barcos naufragados tienen algo muy especial que alimenta nuestra imaginación. Lo demuestra la fuerza narrativa que sigue teniendo todavía la historia del 'Titanic'. Los pecios (barcos naufragados) son uno de los grandes atractivos para buceadores y fotógrafos, como el 'U.S.S. Kittiwake' (en la foto), hundido (y acondicionado) expresamente en las aguas poco profundas de Seven Mile, en las Islas Caimán, que permiten bucear todo el día y con permisos básicos. Es idóneo para principiantes en este tipo de inmersiones. P. Vuckovic/getty En la isla de Pophei, en Micronesia, se encuentra uno de los lugares más misteriosos del planeta: las ruinas de Nan Madol (en la foto), que ocultan bajo las aguas una ciudad sumergida de, según algunos, 12.000 años de antigüedad. Bautizada como la Venecia del Pacífico, el complejo arqueológico se extiende más de 18 kilómetros cuadrados, con arquitectura megalítica y casi cien islotes artificiales (de piedra y coral) rodeados por canales. Michael Runkel/getty Los aficionados a las historias bélicas de la Segunda Guerra Mundial tienen auténticos tesoros sumergidos en mares y océanos de todo el mundo. Como el 'S.S. Thistlegorm' (en la foto), un buque británico hundido en 1941 en el Mar Rojo, cerca de Sharm el-Sheik, que aún conserva la mayor parte de su carga a bordo, como una flota de camiones Bedford y otra de motos Norton 16H. Reinhard Dirscherl/getty En otros tiempos, Port Royal fue la capital de Jamaica y la ciudad con mayor concentración de piratas, prostitutas y ron del Nuevo Mundo. También fue la única urbe que se hundió en América, debido a un gigantesco terremoto en 1692. Los arqueólogos han podido encontrar edificios casi intactos enterrados en la arena, tal y como estaban en el momento de la catástrofe. Rodger Klein/getty Del puerto de Veracruz (en la foto) zarparon durante siglos galeones españoles cargados de oro. Asediados por piratas y saqueadores en busca de botín, muchos de aquellos buques se hundieron en aguas del Golfo de México (se han documentado al menos 500). Pero más allá de pecios históricos, cuyas coordenadas permanecen en secreto para su protección, las autoridades mexicanas han hundido artificialmente barcos más modernos, como el cañonero C-50 Rivapalacio, para facilitar el buceo seguro y reducir el tránsito de submarinistas por sus delicados arrecifes naturales. Witold Skrypczak/getty