Pago de Otazu 2013: trazo fino

Otazu, bodega navarra instalada en un señorío medieval a ocho kilómetros de Pamplona, goza de una ubicación privilegiada, lo que le ha valido el certificado como denominación de origen protegida Pago. Su impresionante complejo vitivinícola, con 110 hectáreas de viñedo abrazado y protegido por la sierra del Perdón y la peña de Echauri, con el río Arga templando el clima continental, resulta idóneo para el cultivo de variedades propias del vecino país galo, como cabernet sauvignon, merlot y chardonnay.

Con esta última elaboran un blanco crianza majestuoso que se inspira en Borgoña, pero tiene un perfil menos tradicional. Se nota la presencia del nuevo asesor, el mediático winemaker Michel Rolland.

La rigurosa selección de granos y uvas en viñedo y bodega, junto con la lenta fermentación en barricas de roble francés y posterior crianza sobre lías durante seis meses, permiten que el vino exprese limpiamente las irrepetibles características del terruño, que es la grandeza de todo vino: aroma franco, envolvente, de trazo fino y firme, que dibuja una frutosidad fresca, con sugerencias tropicales, adornada de pinceladas florales sobre un soporte firme de madera y suaves tostados. Suave, ligeramente goloso, deja el gusto equilibrado y largo del trabajo bien hecho.