Salou, un día en cuatro pistas
De un desayuno pirata a cena en los acantilados, varias ideas para disfrutar de Salou y Cambrils
Durante los años ochenta y bien entrados los noventa, las playas de Salou (y Cambrils) fueron consideradas el espacio acuático natural de vascos, navarros y maños. Entrado el siglo XXI, Salou se hizo aún más conocida en Europa por su evento más controvertido y gamberro: el SalouFest. Cuatro días de despiporre en que miles de británicos se entregan al alcohol provocando algún que otro dramático accidente. Pero Salou no quiere encasillarse en esa etiqueta algo bárbara, por lo que en los últimos años se nota un esmero para ofrecer calidad sin renegar de su identidad: sol, playa y un sinfín de servicios de ocio. A su lado, la vecina Cambrils ofrece un sabor más de pueblo mediterráneo y juntas componen un tándem turístico nada desdeñable.
Desayuno con sabor pirata
El día se puede empezar con un potente desayuno en The Smugglers Inn (Cala Font, 40), en la zona más septentrional de la ciudad: Cap Salou, pasados los acantilados. Un local de inspiración corsaria, mediterránea, casi ibicenca. Cuenta la leyenda que antiguamente se frecuentaba el contrabando en sus bajos, de ahí su nombre. Buenos desayunos ingleses a precios asequibles, goza también de fama su cerveza negra bien tirada. Se puede llegar en bici, que se alquila, por ejemplo, en Saloubikes (Vía Roma, 28). La bicicleta permite moverse entre Salou y Cambrils con total comodidad por el carril bici costero.
Comer frente al mar
A la hora de la comida, nos trasladamos a esa vasta zona entre los núcleos urbanos de Cambrils y Salou para dar con el restaurante Tem (avenida Diputación, 64; 977 79 29 24). Posee una amplia terraza con mesas de teca y una carta con especialidades de la cocina local como las gambas rojas del Clot de Tarragona, cigalas pescadas “a 40 brazas” o bogavante con su picada.
Cena en los acantilados
Salou saca sus mejores galas al anochecer. En el restaurante Los Chicos (Colón, s/n; www.restauranteloschicos.com; 977 38 37 30) se goza de los colores de la puesta de sol en un local con personalidad, sin pretensiones, de trato amable y una comida estupenda. Son recomendables sus paellas, arroces negros (con su alioli casero) y fideuás, así como sus pescados comprados a diario en la lonja, como la solicitada lubina a la sal (y fuego). Como colofón, la casa invita a unos chupitos de preparación casera muy golosos: mandarina, naranja, limoncello o lima. Reservar.
Empieza la fiesta
A pocos metros de Los Chicos, en el punto donde empieza la playa de Levante, encontramos el chiringuito León, acondicionado con unas jaimas ideales para tomar el primer mojito de la noche. Recostados sobre la arena decidiremos a cuál de las discotecas de Salou acudiremos, entre las que destaca Tropical Salou (Carles Buigas, 39). Tres pisos de fiesta que compiten con La Cage, vieja conocida, y con otros bares más alternativos y nacionales, como Kalea.
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