Frutas elegantes

Hay éxitos que crean más problemas que beneficios. Así, Finca Villacreces, la prestigiosa bodega de Ribera del Duero, propiedad del Grupo Artevino (Izadi, Orben, Vetus), ha visto cómo su vino emblemático quedaba eclipsado por su hermano mayor, el soberbio Nebro, y el pequeño Pruno, de precio muy competitivo.

Una pena, porque Finca Villacreces sigue siendo una opción excelente. Tiene a su favor un diseño que aúna potencia expresiva, carga frutal y elegancia, lo que suele escasear en esta zona. Todo sin perder un ápice de la personalidad que ha dado fama a la denominación de origen. Cuenta para su elaboración con 64 hectáreas de viñedo en Quintanilla de Onésimo, una de las mejores zonas, entre bosques de pinos, en las cercanías del Duero.

Una estricta selección de uvas de distintas parcelas y la combinación de la mayoritaria tinta del país con cabernet sauvignon y un poco de merlot producen un resultado espectacular: aroma intenso y complejo en el que la fruta de los tres varietales (moras silvestres, grosella negra, arándano, ciruelas, cassís) se integra en una madera finísima que aporta elegantes notas de especias, tabaco y torrefactos, junto con un refrescante toque balsámico. Sabroso, potente, tánico, bien estructurado, tiene garra y vigor, pero todo lleno de finura y sutileza.