Es tal la popularidad del personaje histórico (y también del cinematográfico, encarnado por Romy Schneider) que tiene su propia ruta turística. Parte de los Alpes Bávaros con paradas en el castillo de Unterwittelsbach, cerca de Augsburgo, en el palacio vienés de Schönbrunn (en la foto), en el Blauer Hof de Laxenburg y, finalmente, en el Versalles húngaro, Gödöllö, al noreste de Budapest.Jean-Pierre LescourretLos exteriores de la versión conematográfica de 'El nombre de la rosa', la popular novela de Umberto Eco, fueron rodados totalmente en los Abruzzos, pero la abadía en la que Guillermo de Baskerville (Sean Connery) lleva a cabo sus investigaciones tiene como modelo el Castel del Monte, en Apulia (Italia), construido en el siglo XIII y Patrimonio mundial de la Unesco.Alessio MamoLa pieza maestra de la reconstitución cinematográfica de Poudlard, un castillo invisible para los 'moldus', los no magos, es la fortaleza de Alnwick, que todo el mundo, sea o no seguidor de la saga de Harry Potter, puede visitar. Está Northumberland (Reino Unido), donde el viajero reencuentra la silueta del mágico internado.Robert HardingEn 1937, Jean Renoir filmó con 'La gran ilusión' la primera gran entrega del género de películas de fugas y evasiones: durante la I Guerra Mundial, unos oficiales franceses están presos en una fortaleza de alta seguridad dirigida por un aristócrata con monóculo, Von Rauffenstein. Para ver los escenarios reales hay que poner rumbo al castillo de Haut-Koenigsbourg, en Alsacia (Francia).KATJA KREDERPara el rodaje, en 2006, de su moderno 'biopic' sobre la archiduquesa de Austria y reina de Francia (interpretada por Kirsten Dunst), Sofia Coppola consiguió autorización para rodar en el palacio de Versalles los lunes por la noche, cuando está cerrado al público. Un paseo por la galería de Hércules, la galería de los Espejos (en la foto), alrededor del Petit Trianon…Philippe RENAULTLuchino Visconti consiguió autorización para rodar 'Luis II de Baviera' (1972) en escenarios naturales y en las mansiones habitadas por el recuerdo del excéntrico príncipe bávaro. Como el castillo de Neuschwanstein, encaramado en su espolón rocoso, el más conocido de los edificios del monarca ya que inspiró a Walt Disney para la mansión de su Bella Durmiente.Piotr Jaczewski
