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Chapuzón atlántico junto a Lisboa

De abrigadas calas en el estuario del Tajo a grandes arenales abiertos al océano, cinco playas cercanas a la capital portuguesa

Vista de la playa de Magoito, al noroeste de Sintra (Portugal) y abierta completamente al océano Atlántico.
Vista de la playa de Magoito, al noroeste de Sintra (Portugal) y abierta completamente al océano Atlántico. getty

A pesar de tener un clima bastante amable durante todo el año, en Lisboa el verano se siente. Los turistas desbordan las aceras, los erasmus se van a sus lugares de origen, los horarios de los restaurantes cambian, algunas tiendas cierran por vacaciones y comienzan a verse tablas de surf, sombrillas floreadas, chancletas y bañadores. "A la playa", parecen decir todos, capitaneados por el sol que calienta los azulejos de las paredes y se refleja en las aguas del Tajo. Para disfrutar de las frescas aguas del Atlántico sin sufrir aglomeraciones, ruidos o turistas, nos escapamos a unas playas, más o menos cercanas a la capital, para gozar como un lisboeta.

Praia de Caxias

A pesar de su cercanía a núcleos urbanos (15 minutos en tren desde Lisboa, a unos 10 de Carcavelos y aún más cerca de Algés), a esta playa aún no han llegado las hamacas de plástico, las sombrillas de brezo ni los baños públicos. Ubicada frente a la parada de tren de Caxias, en la línea de Cascais, está bañada por las aguas del estuario del Tajo más que por el salvaje oleaje atlántico. La flanquea a un extremo el fuerte de São Bruno y permanece bastante resguardada del viento y de las mareas. Cuenta con un bar restaurante a pocos metros. Hay bañistas que desconfían de la pulcritud de las aguas del Tajo, pero las autoridades locales realizan estudios regulares para asegurarse de su calidad.

Praia das Avencas

En la misma línea de Cascais, a unos 500 metros de la estación de Parede, esta playa cuenta con bandera azul (sello de calidad), pero tampoco veremos aquí baños ni duchas de cemento. Se encuentra muy protegida debido a la variada flora y fauna que habita la zona, por lo que la pesca queda totalmente descartada. El Bar das Avencas cuenta con unas vistas increíbles sobre la playa y sobre la costa, en dirección oeste. Hacia el este, con marea baja, las rocas forman una especie de espigón natural lleno de algas y líquenes, que permite apreciar la riqueza natural de la playa. Para acceder a ella, hay que cruzar el pasadizo bajo la Avenida Marginal, desde la zona residencial, donde también podremos aparcar el coche.

Praia de Azarujinha

En São João de Estoril, a menos de media hora en tren desde Lisboa, esta pequeña playa puede pasar inadvertida. Se accede mediante una combinación de escaleras de piedra desde lo alto de una gran muralla sobre el océano. La playa es pequeña y está rodeada de rocas y muros de piedra, por lo que a pesar de su belleza, y según la época del año, deberemos informarnos de hasta dónde llega la marea.

Praia da Ursa

Podemos llegar a ella por la línea de Cascais o desde la estación lisboeta de Rossio hasta Sintra, y de ahí, en autobús hasta Cabo da Roca; una de las paradas del autobús 403 (entre Sintra y Cascais) tiene un cartel que nos indica que hemos llegado. Es una de las playas más bonitas de la zona de Sintra y Cascais. Su acceso no es fácil, pero la recompensa es grande. Desde la parada del bus hay más de una hora de caminata (no tiene pérdida), así que es preferible llevar calzado cómodo.

Praia de Magoito

Desde la estación de tren de Sintra, el autobús 444 nos lleva directamente a la playa de Magoito, abierta al océano Atlántico. Las olas baten con fuerza contra las rocas y la arena pajiza de la playa, una duna fosilizada, joya geológica del Parque Natural Sintra-Cascais que domina el paisaje hacia el interior; aún puede apreciarse el imponente Cabo da Roca hacia el sur. Desde la duna fósil se accede mediante una rampa a esta extensa playa de aguas frías, limpias y bravas.

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