Roble sutil

Laureano Oubiña sigue imparable en su ascenso al olimpo de los grandes albariños. Con el tesón, la paciencia y el buen ojo de un viejo patrón de pesca, en su día el mejor, va construyendo un proyecto vitivinícola al nivel de los excelentes mariscos de sus bateas en la ría de Arousa. Así, al blanco joven inicial, se han ido sumando sucesivamente el macerado sobre sus lías y el fermentado en barrica de roble francés. Solo falta el top, un selección de añada que exprese lo mejor de su viñedo. Este Laureatus Dolium, cuyo apellido hace referencia al tipo de alfarería de la antigua Roma, se ha elaborado en barricas de 3.000 litros de capacidad para que el impacto de la madera no sea tan fuerte. Porque el aroma frutal de la uva albariño es un bien a preservar. Se une así a los que, cada vez con mayor audacia, incorporan el roble al varietal que no suele acunarse bien en él.

El enólogo Luciano Amoedo resuelve con la pericia habitual el desafío, y logra que el vino exprese con nitidez e intensidad las características notas de fruta carnosa madura (manzana, melocotón, pera) enmarcadas en un paisaje de hierbas aromáticas, especias cálidas, tostados y lías finas. El equilibrio entre el afrutado, la untuosidad del cuerpo y la frescura que marca el final de boca dejan una placentera sensación de plenitud.

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