Mi boda griega en chanclas

En un hotel en un acantilado en Miconos, Loles León se sintió muy bien atendida. La actriz, que tiene en cartel Más sofocos (hasta el 13 de octubre en el teatro madrileño de La Latina), pasó una semana de vacaciones con una amiga “rodeada de franceses, italianos y alemanes guapísimos”.

Inevitable ligar.

Para nada. Miconos está llena de gais que han visto Mujeres al borde de un ataque de nervios y les apasiona. Eso sí, nos acompañaban allá donde fuéramos.

¿Les sacaron al menos?

Ya no estamos como antes. Aunque yo sí que me pongo a bailar, mi amiga no soporta el tumba tumba. Una noche intentamos entrar en un local con unos chicos italianos. Al llegar a la entrada nos dimos cuenta de que la puerta vibraba y nos echamos para atrás.

Una retirada a tiempo…

Te asegura jarana en el taxi. Los conductores están muy locos y conducen hablando por el móvil, tomando un zumo… Si aceleraba, yo les decía “Stop, stop, que my friend is histeric”, y ella fingía.

¿Así recorrieron la isla?

Pasamos los días paseando y bañándonos en la playa. Un día, volviendo de remojarnos, nos encontramos con una boda en el hotel.

¿Un bodorrio griego?

Tal cual: un montón de invitados y todos trajeados. El hermano de la novia me reconoció y nos invitó. No queríamos porque estábamos con chanclas y pareo. Pero insistió y de repente nos encontramos en el festín. “No nos saquéis fotos, que luego salimos en los Facebook y Twitter con estas pintas”, les dijimos. Pero no sirvió de nada.