Sevilla virtual

El estilo NH o AC ha calado hondo en todas partes. Afinamiento en los detalles, gestión de manual, estética minimalista en serie, localizaciones con interés corporativo... Tanto que algunas cadenas hoteleras internacionales como Hilton han promovido una marca diferenciada para este tipo de alojamientos en los que uno sabe de antemano lo que va a encontrar, aunque no dónde se está.

Hilton Garden Inn, el huevo o la gallina de la hotelería eficiente, nació para el viajero de negocios renuente al lujo, pero exigente con el servicio y amante del refinamiento a mediano o bajo coste. Da igual que el paisaje interior se parezca al de la noche anterior. Que el conserje te hable en español, inglés o hindi, según el hotel se llame Gurgaon Baani, Krasnodar, Querétaro o Sevilla.

Cama buena, sábanas limpias, dormitorio luminoso. Y un vestíbulo confortable que alivie el trámite de la bienvenida, acuartele el estrés del viaje, promueva las relaciones comerciales y asegure la distracción de los corazones solitarios. ¿Qué más puede ofrecer un Garden Inn como el sevillano, lejos del cogollo monumental, relegado a un parque empresarial desierto a fecha de hoy porque muy pocas empresas confían en Sevilla como distrito financiero? En sus alrededores conviven algunas naves industriales y un sinnúmero de torres nacidas de la burbuja inmobiliaria.

El argumento positivo lo aportan unos precios asequibles y una plantilla local con muchas ganas de agradar. A pesar de su juventud, su cosmopolitismo en la resolución de problemas es propia de un servicio experto, además de amable y riguroso en las atenciones al huésped. Destacable la entrega de su gerente, Alejandro Casamor, en responder una a una las opiniones publicadas en las redes sociales.

La lista de razones complementarias es variada. Desde el garaje en los sótanos del edificio a la lanzadera que nos lleva al aeropuerto de San Pablo, pasando por la piscina exterior, el área fitness, la pista de pádel y un restaurante agradable. Sin olvidar una carta de accesibilidad digna de la ONCE.

Las habitaciones, en su asepsia ambiental, se significan por unos colchones que invitan a no levantarse en todo el día y hacer el negocio desde la cama con wifi gratis. Sevilla virtuosa. Sevilla virtual.

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