Locos por el ‘sushi’

En su segundo local, el joven hostelero Santiago Casado continúa consolidando esa parcela de la cocina japonesa que en Madrid cuenta con tanto éxito. Banzai Recoletos no es Kabuki ni Nikkei 225. Tampoco Sushi Bar 99, el local donde Noel Hernández, jefe de cocina de Banzai Recoletos, se formó durante algún tiempo.

Fiel al estilo marcado por sus predecesores, el sushiman de Banzai mantiene en sus recetas las esencias de las recetas niponas sin ningún reparo para interpretarlas y transgredir las formas. Con un desparpajo innegable emplea el queso y los aguacates de manera diferente a como lo hacen los practicantes del sushi latino; consigue armonizar sensaciones mórbidas y crujientes; elabora makis (rollitos) arriesgados como el caribbean roll (ventresca de atún, plátano frito y flores de pensamiento); mezcla picadillos de ceviche peruanos con la salsa de miso y hasta se atreve con ciertos nigiris como el denominado a la cubana, que recuerdan algunas de las creaciones de Ricardo Sanz en Kabuki.

Sorprende el cóctel de erizos tempurizados con salsa de huevo y soja; es menos resultón de lo esperable el carpaccio de vieiras con piel de mandarinas; convencen los daditos de salmón (kimuchi) con aguacate y algas; resulta deliciosa la ventresca de atún con aguacate, es delicado el nigiride bogavante flameado con salsa cremosa, y suculento el rollito de bogavante tempurizado con aguacate.

Los precios se mantienen dentro de márgenes razonables. Lo demuestran sus dos menús del día, de 15,50 y 19,50 euros. Y también su menú sorpresa (35 euros).

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