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Dormir

Así son los nuevos albergues

‘Hostels’ de última generación. Silenciosos, con agua bien caliente, colchones muy cómodos y un confortable diseño moderno. Pero lo mejor es el precio, a partir de 11 euros por persona y noche En Madrid se estrena el sello U Hostels, un ejemplo de las nuevas tendencias

Recepción del Hostel de St. Alban, en Basilea (Suiza).
Recepción del Hostel de St. Alban, en Basilea (Suiza).
Sergio C. Fanjul

No eran los hostels algo así como precarios refugios en los que guardarse del frío, el sol o la lluvia, compartiendo baño, para poder continuar al día siguiente el sufrido camino? Pues ya no, porque este mundo posmoderno de síntesis y mezcla está dispuesto a acabar con cualquier certeza, prejuicio y toda lógica. Y los hostels, los albergues de toda la vida, como tantas otras cosas, ay, ya no son lo que eran. Ahora son mejores.

Las nuevas tendencias en este campo mantienen las ventajas del hostel tradicional, pero mejoran los puntos flacos. Ahora se ofrecen diferentes comodidades antes impensables y se cuida la arquitectura, hasta llegar al punto en el que las palabras “hostels de lujo” hayan dejado de ser una contradictio in terminis.

Un rincón del Berchtesgaden Youth Hostel, proyectado por el estudio de arquitectura LAVA en los Alpes de Baviera (Alemania).
Un rincón del Berchtesgaden Youth Hostel, proyectado por el estudio de arquitectura LAVA en los Alpes de Baviera (Alemania).

“Los últimos estudios han revelado, por una parte, un movimiento hacia los hoteles de cinco estrellas, pero, por otra, una atracción creciente hacia los hostels de diseño básico pero exclusivo”, explican desde el estudio arquitectónico alemán LAVA, responsable del celebrado Berchtesgaden Youth Hostel. Arquitectos como los de LAVA, habituados a grandes proyectos como complejos educativos en Doha o torres biónicas en Abu Dabi, también se ocupan del pariente pobre del alojamiento, el hostel, y son con frecuencia reseñados en prestigiosas revistas de arquitectura, como también es el caso del español Carlos Ballesteros por el albergue del Embalse de Alcántara, o el decorador Philippe Maidenberg y la decoradora gráfica Daniela Millas por su trabajo en el Oops! Hostel parisiense. Y, sin ir más lejos, el 29 de septiembre abrió en Madrid, muy bien ubicado en la calle de Sagasta, 22, el primer albergue de la firma U Hostels, con proyecto del arquitecto Gonzalo Urquijo. Álvaro Hinojosa, de 34 años, es su promotor (con el Circus Hostel de Berlín como una de las referencias tras dar la vuelta al mundo durante un año y alojarse en más de 50 hostels, 20 de ellos solo en Australia; según Hinojosa, Alemania es el lugar donde están los mejores).

Cifras

 

4.200 ‘hostels’ en 80 países forman la Hostelling International (www.hihostels.com).

Más de 250 forman en España la Red Española de Albergues Juveniles (www.reaj.com).

Cuestan aproximadamente entre 10 y 60 euros por persona y noche, dependiendo de la estación, de si se comparte habitación con otros viajeros, se duerme en literas o se contrata habitación privada.

 

Los arquitectos alemanes de LAVA pretenden desarrollar “una nueva identidad” para la arquitectura de los hostels. Y además de la arquitectura, los albergues (ya casi da cosa llamarlos así) miman la atención a los huéspedes incluyendo instalaciones como piscinas, jacuzzi o terrazas con vistas espectaculares. Incluso crean un ambiente cool propicio para la gente más enterada. No en vano la banda islandesa Sigur Rós organiza algunos de sus eventos en el Kex Hostel de Reikiavik, diseñado en parte por el director de arte cinematográfico Halfdan Pedersen. El mochilero se pone en la onda del moderneo haciéndose hipster.

Pero hagamos una vuelta al origen (back to basics): los albergues, los hostels, no existieron siempre. Se los inventó el maestro de escuela alemán Richard Schirrmann, quien solía salir de excursión con sus pupilos y tuvo la idea de crear alojamientos baratos para que los más jóvenes pudieran viajar con facilidades. Abrió el primero en 1912, en un castillo reconstruido en Altena (Alemania); más tarde fundó la Asociación Alemana de Albergues para Jóvenes, que se hizo internacional (hoy día es la Hostelling International, que conecta unos 4.200 hostels en 80 países), y fue el núcleo a partir del cual el movimiento alberguista se difundió por la faz de la Tierra. En España opera la Red Española de Albergues Juveniles (REAJ), que aglutina a más de 250 albergues y recibe a más de un millón de viajeros al año.

Comedor del Keks Social Hostel de Reikiavik (Islandia).
Comedor del Keks Social Hostel de Reikiavik (Islandia).

Un hostel, pues, además de un sitio para alojarse, es un punto de encuentro, un sitio para compartir (a veces incluso el retrete) e intercambiar experiencias cosmopolitas. A veces los viajeros unen sus caminos y continúan el viaje juntos. En los hostels han nacido fuertes amistades y tormentosos amores, por eso es importante que los hostels tengan buenas zonas comunes, salas de estar, cocinas comunitarias y demás. Muchos de estos albergues ofrecen desayuno, wifi, juegos y actividades, desde clases de baile hasta conciertos.

“Hoy día puede decirse que hay un hostel para cada tipo de viajero”, dice Juan Pérez, de la agencia Hostelbookers, dedicada a este tipo de alojamientos. “El objetivo es satisfacer las necesidades y expectativas de familias, mochileros, parejas, grupos de amigos… independientemente de la edad o el género”.

Albergue de la Vía de la Plata Embalse de Alcántara

En la colina

Se trataba de integrar el edificio con la naturaleza; así, el arquitecto Carlos Ballesteros (www.carlosballesterosarquitecto.com) proyectó este albergue juvenil rotundo, perfilado y austero, levantado con materiales entre los que destaca el hormigón. Al lado del embalse de Alcántara, lejos de cualquier núcleo de población, emerge del terreno con absoluta naturalidad. “La parcela está en una pequeña colina en la que encajamos el edificio intentando aprovechar las vistas, conseguir buena ventilación y protección solar”, explica Ballesteros. “Nos preocupaba cuidar las zonas comunes y que los viajeros pudieran establecer interrelación. En las habitaciones, que tienen dos alturas, conseguimos una zona muy interesante en la parte superior idónea para la reunión”.

El albergue permite realizar actividades deportivas y de aventura en el entorno del pantano (desde paintball o pesca hasta paseos en burro), está al lado de la Vía de la Plata, que desde hace más de dos milenios recorre España de norte a sur entre Astorga y Mérida, y no muy lejos del parque natural de Monfragüe. Desde 15 euros.

» albembalsealcantara.tripod.com

Casa Gràcia (Barcelona)

Punto de reunión

Un hostel que no para de crecer: abrieron sus puertas hace un par de años, ocupando dos pisos en un edificio modernista barcelonés del barrio de Gracia; luego ampliaron a seis plantas (todo el edificio), y ahora abrirán dos más en un edificio anexo. Aquí se mezcla lo clásico y lo moderno: “Respetamos las líneas modernistas del edificio; algunas zonas, como el ascensor, están protegidas, y lo combinamos con una decoración más chic”, explican. Casa Gràcia ofrece dormitorios compartidos para los más aventureros, pero también habitaciones privadas con baño. Hay quien dice que es como un gran piso compartido. “La gente que viene aquí es gente que busca conocer a personas de otras culturas, relacionarse, y no solo irse de compras”, dicen los promotores, “por eso un buen hostel es el que permite este contacto, además de cuidar mucho la limpieza y el trato de los empleados. Aunque somos un hostel, tenemos calidad para ser un hotel”. En su terraza realizan diferentes eventos, conciertos, exposiciones, noches de sangría, mojitos o paella. Y pronto fabricaran 1.500 botellas de su propio vino blanco. Desde 19 euros.

» www.casagraciabcn.com; paseo de Gracia, 116

U Hostels (Madrid)

Debú madrileño

Nuevo en la ciudad (abrió el 29 de septiembre), el primero de los U Hostels está céntricamente ubicado (calle de Sagasta, 22), a un paso de los barrios de Chueca y Malasaña. El empresario Álvaro Hinojosa se inspiró en el Circus de Berlín y en el Wombats City Hostel de Viena, entre otros. El edificio suma 2.500 metros cuadrados y tiene terraza. Las habitacions llegan a los 40 metros y el proyecto es del arquitecto Gonzalo Urquijo. A partir de 14 euros.

» www.uhostels.com

Berchtesgaden Youth Hostel Berchtesgaden (Alemania)

Aire para respirar

El estudio arquitectónico alemán LAVA (www.l-a-v-a.net) hizo una reinterpretación de un antiguo hostel para convertirlo en un espacio totalmente nuevo: ecológico, organizado en zonas de colores que contrastan con los materiales tradicionales, aprovechando parte del anterior concepto y el enclave natural. “Hay que volver a conceptos simples, combinados con materiales de calidad, para crear espacios que estimulen la actividad, la interacción y el sentimiento de comunidad. Crear una experiencia única”, dicen los arquitectos. El resultado impresiona: bajo el aspecto tradicional del edificio se ha articulado un espacio sorprendente, imaginativo y sutil, situado además en los Alpes de Baviera, un entorno natural verde, montañoso, envidiable, donde apetece respirar.

“Aunque alguien dijo que ‘si no sabes quién es Lady Gaga, no se te verá hospedándote aquí’, lo cierto es que personas de todas las edades encuentran el hostel atractivo y fresco. Dicen que es genuino, sencillo y asequible”, explican los arquitectos. Los precios: entre 17,60 y 27,80 euros por persona y noche.

» www.jugendherberge.de/jh/bayern/berchtesgaden/

Kex Social Hostel (Reikiavik, Islandia)

Una galleta ‘cool’

En el corazón de la indómita Islandia, en el centro de Reikiavik, está el Kex Social Hostel, cuyo nombre, kex, es la palabra islandesa para galleta, porque ocupa lo que antes era una fábrica de ídems. El mordisco del Kex es genuinamente cool: en sus grandes espacios conviven los materiales tradicionales como la madera, el latón y el azulejo con diseños más innovadores. “Una mezcla orgánica del sentimiento vintage industrial con un toque ecléctico y contemporáneo”, como apunta la dirección. En su coqueto a la par que rústico restaurante, donde se escapan efluvios del horno, ofrecen copiosos desayunos con mermeladas orgánicas islandesas, quesos locales y diferentes tipos de pan recién hecho. Su gimnasio, con aspecto de viejo local de boxeo, no es un gimnasio, sino una sala polivalente donde organizan eventos y conciertos. Y en su biblioteca, en una esquina muy cuca del bar, ofrecen una excéntrica colección de lecturas, desde poesía y libros sin lomo hasta las grandes sagas islandesas o revistas de la National Geographic. Tienen habitaciones para 4, 6, 10 y 16 personas, con precios desde 14 euros por persona y noche.

» www.kexhostel.is

Youth Hostel Basel St. Alban (Basilea, Suiza)

Fábrica de seda

Vidrio, hormigón, madera de roble, agua y mucho verde. Ubicado en la zona de Basler Daig, uno de los barrios de Basilea donde vivían las familias mejor posicionadas, el estilo minimalista le sienta muy bien a este hostel de aspecto industrial (antes era una fábrica de seda). Rodeado de árboles, enfrente de la entrada fluye un canal que se supera por un puente: aquí la naturaleza y la arquitectura se estrechan la mano. Desde 33,45 euros.

» www.youthhostel.ch/basel

Danhostel Copenhagen City (Copenhague, Dinamarca)

Mil camas

El mayor hostel de diseño de Europa, según dicen sus propietarios (1.020 camas en 192 sobrias habitaciones de paredes blancas y estilo funcional), situado en un edificio de 16 pisos. Tiene grandes vistas al skyline de la ciudad, a la Ópera y las islas Brygge. Amplias y luminosas zonas comunes, ofrece zona infantil para que los niños se entretengan y de bookcrossing. A veces, todo esto se adereza con música en directo y otros saraos. Desde 28 euros.

» www.danhostelcopenhagencity.dk

City Backpackers Hostel (Estocolmo, Suecia)

Sauna incluida

El hostel de los mochileros. En efecto, aquí los mochileros, y los no tanto, estarán a sus anchas. En un edificio del siglo XIX en el centro de Estocolmo ha entrado el estilo Ikea; cómo no, estamos en Suecia. Uno puede relajarse en el patio con palmeras, alquilar bicicletas o skates, coger pelis suecas en recepción, leer prensa internacional o pasar el rato en el café. Hasta ofrecen pasta gratis para comer. Y cómo no, una buena y tradicional sauna. Desde 22 euros.

» www.citybackpackers.org

Oops! Hostel (París, Francia)

Crepes y diseño

Barato pero lujoso, este hostel, situado entre las zonas de Chinatown, Mouffetard y el barrio Latino, es una buena base de operaciones para París. Con habitaciones pequeñas pero muy monas, con bonitos papeles pintados o coloridas paredes y baños cuidados, ha sido elegido entre los 10 mejores hostels del mundo por The Guardian. A destacar el desayuno gratuito en el que degustar las muy parisienses crepes. Desde 23 euros.

» www.oops-paris.com

Maverik Hostel & Ensuites (Budapest, Hungría)

Amigos de viaje

Ocupando una grandiosa mansión, con grandes tragaluces y columnata en la entrada, que perteneció a los Habsburgo, en el centro de Budapest encontramos este hostel de coquetas habitaciones ideales para grupos bautizadas como Mr. Green (con 10 camas rodeadas de plantas), Ms. Peach (cinco camas) o The Blues Brothers (con varias literas). Tiene una cocina bien equipada, varias salas de estar y biblioteca. Té y café gratis todo el día. Desde 11 euros.

» www.maverickhostel.com

La noche en el City Backpacker Hostel de Estocolmo cuesta a partir de 22 euros por persona.
La noche en el City Backpacker Hostel de Estocolmo cuesta a partir de 22 euros por persona.

Decálogo del buen albergue

 

Descanso. Colchones de alta calidad y grandes (90 por 200 centímetros). Literas robustas (que no se muevan), amplias (que te puedas sentar en ellas) y metálicas (antichinches). Una luz individual en el cabecero. Enchufe al lado de la cama para cargar el móvil, y cabecero o repisa para mantener cerca los objetos personales mientras se duerme. ¡No a los colchones de espuma!

Atmósfera. Habitaciones grandes (no meter 10 literas donde caben 6), silenciosas, bien insonorizadas y con una climatización muy pensada. Las zonas de intimidad y de usos comunes han de estar nítidamente diferenciadas.

Seguridad. Taquillas con cierres fiables para guardar las cosas sin preocupaciones.

Limpieza. Zonas de duchas y de aseo con materiales seguros y fáciles de limpiar. Cuestión clave: ¡agua muy caliente!

Ubicación. La regla de oro del mercado inmobiliario también vale para los hostels: ubicación, ubicación, ubicación (location, location, location).

Integración. Salas comunes (muy importantes para el diálogo). Salas con mesas juntas. Actividades. A ser posible, una buena zona chill out y, puestos a pedir, una terraza con vistas.

Conectividad. Wifi en todo el edificio.

Buen trato. Un personal amigable, dispuesto a aconsejar y resolver cuestiones. Fundamental.

Desayuno. Un buen desayuno incluido en el precio y una cocina amplia donde se puedan guardar alimentos y cocinarlos.

Arquitectura. La intervención de los profesionales puede evitar que un mal diseño estropee una bonita experiencia.

 

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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