Calentito jersey de alpaca
Ruta por Carranza, en Bizkaia, una idílica zona ganadera y forestal
Entre los valles sobre las que el viajero no coloca el dedo índice como itinerario en Euskadi se halla Carranza. Es esta otra Bizkaia, ganadera y forestal por excelencia, la de las Encartaciones occidentales, que se esconde donde nadie la busca.
Entrar en este idílico entorno es toparse con zorros, milanos y buitres leonados, corzos si sonríe la fortuna; y en cautividad, vacas frisonas, ovejas carranzanas, algún que otro burrito encartado, perros villanos (entrenados para someter a las vacas monchinas), caballos. Lo que, sumado al centro de conservación de fauna y a la granja de alpacas, supone descubrir un arca de Noé revestido de prados.
01 Himno al paisaje
Todo Carranza (al que se llega más cómodamente desde Cantabria) resulta armónico desde el alto de La Escrita. Dejar el coche junto al cartel que anuncia Bizkaia y bajar rozando el quitamiedos. La fotografía se resume en un relieve de gran valle entre cuadrado y circular -se acaba la clásica orografía vasca de colinas encadenadas- festoneado con manchas de arbolado y, al fondo, los montes de Ordunte y sierra Mesada. El monumento a la Virgen del Suceso es otro buen oteadero, que no puede compararse con el situado delante de la cueva de Pozalagua, a 550 metros de altitud. Nada tan paisajístico como el praderío por el que se interna la pista hormigonada del collado de las Arreturas hacia Lanestosa, pueblín con encanto.
02 Cueva de Pozalagua
Karrantza deriva del término kariatza, que significa tierra caliza. En este sentido, hay que citar el espectacular patrimonio subterráneo de Pozalagua: la gran excursión cavernaria del País Vasco. En la zona de reserva del parque natural de Armañón nos aguarda medio kilómetro de caminata guiada que incluye, entre los espeleotemas, estalactitas -algunas excéntricas-, estalagmitas y gours. El punto álgido se alcanza en la sala Versalles, decorada con una gruesa columna ocre por efecto del óxido de hierro.
» 649 81 16 73. Abierta fines de semana, de 11.00 a 15.00. Precios: adultos, 5 euros; 8-18 años, 2,10. Cerrada del 12 al 31 de diciembre.
03 Karpin Abentura
Muchos animales decomisados o producto de contrabando habrían muerto de no ser por este centro de acogida de fauna silvestre que reúne todas las papeletas para servir de entretenimiento familiar. A lo largo de una frondosa ladera desfilan osos, una pantera negra, lobos e incluso un aligátor. Se invierte un par de horas porque hay que incluir las réplicas tanto de dinosaurios como de las bestias que los sustituyeron. Llevar prismáticos.
» 946 10 70 66; www.karpinabentura.com. Abierto los fines de semana. Precios: adultos, 8 euros; 4-16 años, 5. Descuento del 20% con la entrada de Pozalagua.
04 Retablo pictórico
Espigar en el legado patrimonial de Carranza supone, ante todo, acercarse a la iglesia de San Andrés de Biañez. A falta de recursos con los que sufragar muebles litúrgicos, era corriente en el siglo XVI recurrir a la ficción de pintarlos. Estos 92 metros cuadrados de mural renacentista de raíz popular fueron descubiertos en 1985. De su amplio programa iconográfico resalta el Martirio de San Andrés, así como Jesús camino del Calvario (portando la cruz al revés de como suele representarse) y El descendimiento. Una delicia al comprobar cómo los personajes, además de conservar la policromía original, visten calzas y jubones a la moda imperante de hace cinco siglos.
» Asociación Gure Griña. 608 54 96 57 (cita previa). Entrada, 1 euro.
05 Quesería Amalur
La quesería artesanal no puede faltar en un pueblo de raigambre pastoril como el vasco. En la panorámica aldea de cinematográfica toponimia, Bollain, tomamos contacto con una joven familia dueña de 650 ovejas, de las cuales 150 pertenecen a la raza carranzana cara negra, en vías de extinción. Se enseña la explotación y forma de elaborar el queso (curado por estas fechas); pero lo mejor es fotografiar el rebaño, preferiblemente el carnero, y acariciar al burrito encartado.
» 647 06 42 15 (reservar). Visita gratuita. 450 gramos de queso oveja cara negra, 8 euros.
06 Arquitectura pipiana
Los caseríos trucenses, de fuerte acento cántabro, presentan tejado a doble vertiente y un resalte del tejado a modo de visera llamado morisca o cola de milano. Peculiaridad que se suma a la prolongación de los muros laterales -pipianos- a fin de proteger la balconada, tradicional secadero. En Carranza, cruzando a marcha lenta El Callejo, puede revisarse tal tipología. En Ahedo podemos ver un coso taurino junto a la iglesia, algo muy característico de las Encartaciones, y en dirección al hotel, otros dos buenos ejemplos de caserío: el segundo, con emparrado sobre la balconada y panera a la entrada. Más ejemplos en Bernales.
07 Nubes de lana
Una sorpresa digna de ser experimentada la de las alpacas, estos camélidos sudamericanos, blancos y oscuros, con flequillos fashion y patas almohadilladas como destinados a la portada de un Vogue animal. Nada hay tan relajante como sentarse en la campa al lado de estos árbitros de la elegancia. Y qué difícil reprimir en esta granja el ansia de acariciar (no suelen dejarse) sus delicadísimas nubes de lana. Tan sensibles y curiosas, las alpacas, tan disímiles. Alicia Bringas, su cuidadora, elabora con rueca, a la vieja usanza, prototipos de chales y jerséis.
» Brinba (638 84 66 98; Bernales). Previa reserva. Visita gratuita.
Guía
Dormir
» Gailurretan (946 80 66 67; www.gailurretan.com). Lanzas Agudas, Carranza. Casa rural. La habitación doble con desayuno, 70 euros.
Información
» Turismo de Bizkaia (www.mybilbaobizkaia.com).
» Turismo de las Encartaciones (946 80 13 56; www.enkantur.es).
» Turismo de Carranza (946 80 69 28; www.karrantza.org).
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