La torre de los budas risueños
Hacen falta al menos tres días para recorrer Angkor. Y aun así, solo se podrá abarcar una pequeña porción de este gigantesco complejo (250 kilómetros cuadrados) cercano a Siem Riep (Camboya), que fue capital del imperio jemer entre los siglos IX al XV. Dos monumentos, entre los más de 900 que hay en el recinto, compiten por ganarse la fascinación del viajero: el Bayon y el Angkor Vat, templos montaña con estructura piramidal donde cada nivel representa un paso más hacia el conocimiento. Ambos están rematados por grandes torres y cubiertos de bajorrelieves de apsaras -las ninfas celestiales de la mitología hindú, bailarinas en la corte del dios Indra- y risueños rostros de Buda.
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