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El bosque de Bialowieza, el bello e inhóspito camino de los migrantes hacia el interior de la UE La foresta primitiva, formada por 150.000 hectáreas compartidas por Polonia y Bielorrusia, es Patrimonio Mundial de la UNESCO. En los últimos meses se ha convertido en lugar de paso predilecto para los miles de migrantes que atraviesan la frontera entre ambos países Cruz de madera en el bosque de Białowieża en los alrededores del pueblo de Pogorzelce. Muy cerca se encuentra la franja de seguridad en la frontera con Bielorrusia a la que tienen prohibido el acceso los civiles que no residan allí. Álvaro García Es fácil esconderse en Bialowieza, pero también desorientarse. Algunos migrantes recurren a antiguas vías de tren o senderos marcados para no perderse, aunque eso aumenta las posibilidades de ser atrapados por alguno de los más de 20.000 miembros de las fuerzas de seguridad que Polonia ha desplegado en los 400 kilómetros de frontera con Bielorrusia. Álvaro García El alojamiento agroturístico Na Skraju Pusczczy (En el límite del bosque, en polaco) está ubicado en el pequeño pueblo de Pogorzelce, junto al bosque. La luz verde del porche indica a los migrantes que crucen por la zona que es una "casa amiga", en la que pueden llamar a la puerta y recibirán ayuda Álvaro García Bialowieza, que comparten Bielorrusia y Polonia, es una de las masas forestales más antiguas de Europa. Tiene la mayor reserva mundial de bisonte europeo y no es difícil ver en la zona ciervos. Álvaro García Existen distintos tipos de gestión forestal en Bialowieza, donde abunda un tipo de conífera, las píceas. También se pueden encontrar robles y carpes, entre otros. Álvaro García En el bosque se pueden ver en ocasiones restos del paso de migrantes. Botellas de agua vacías, colillas, mantas térmicas y hasta sacos de dormir abandonados. También bolsas de plástico con basura. Es una forma de ayudar a los siguientes por parte de quienes ya no las necesitan porque llega un vehículo con un conductor contratado por las mafias de tráfico de personas. Les acerca aún más a Alemania, el destino predilecto, u a otro país . Álvaro García Es más fácil hoy ver en la zona vehículos de las fuerzas de seguridad que de vecinos, sobre todo de noche. Los controles para salir y entrar de las localidades y en medio de las carreteras (a veces muy estrictos, a veces laxos) son frecuentes. Hace apenas tres meses, con las vacaciones escolares, era temporada alta y los hoteles estaban llenos de turistas Álvaro García Los troncos caídos, que no se recogen para dejar que se descompongan, bloquean el paso cada pocos metros a los migrantes y, cuando pierden la corteza, son muy resbaladizos. Álvaro García En 2017, un grupo de vecinos de la zona y ambientalistas se movilizaron para frenar una campaña del Gobierno polaco para talar varias de las zonas no protegidas del bosque, hogar de 20.000 especies de animales. Álvaro García