12 fotosGASTRONOMÍAelBulli, el restaurante que cambió la cocina mundial, en imágenesHace 10 años el mejor restaurante del mundo, comandado por Ferrán Adrià, cerró sus puertas, dejando un legado en la alta cocina que perdura hasta hoyEl País01 ago 2021 - 12:57CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl origen de lo que acabó siendo elBulli se remonta a 1961, cuando el matrimonio Hans y Marketta Schilling adquirió unos terrenos en Cala Montjoi, Girona, donde más tarde se emplazaría el famoso local, y pidieron una licencia de obras para la construcción de un minigolf, que después se convertiría en chiringuito de playa. Antes incluso de que existiera, Marketta ya servía comidas y decidieron llamar a su negocio elBulli por sus perros de raza bulldog francesa, a los que se les conoce con ese nombre. En la imagen, el exterior del restaurante en una imagen de 2003.Quim Llenas (Getty Images)En 1984, Julio Soler, entonces director del restaurante, fichó a Ferran Adrià como jefe de cocina. Un año antes, Adrià había estado haciendo un mes de prácticas en elBulli durante el mes de permiso del servicio militar. Fue la época en la que el joven chef, junto con Christian Lutaud, revisitaron recetas clásicas antes de desarrollar las suyas propias. En la imagen, Adrià en cocina, años más tarde.Thomas Vilhelm (Getty)El 10 de agosto de 2003, el dominical de 'The New York Times' publicó un reportaje sobre elBulli con Ferran Adrià en portada bajo el título 'The Nueva Nouvelle Cuisine'. 14 páginas dedicadas a la nueva cocina española que concluían que España se había convertido en la nueva Francia gastronómicamente hablando, tras siglos de hegemonía, y que supusieron un antes y un después en la proyección del chef y de su trabajo. Un año más tarde, la revista 'Time', eligió a Adrià como una de las 100 personas más influyentes del mundo.La cocina fue una de las partes del restaurante que más cambió con respecto a la original. Cuando Adrià llegó, ocupaba unos 50 metros cuadrados y en ella apenas podían trabajar 10 personas, pero en 1993, él y Soler, ya propietarios, dedicieron acometer obras. Para ello visitaron las cocinas de algunos de los cocineros más influyentes como la de los hermanos Troisgros. El espacio se amplió hasta los 325 metros cuadrados y su remodelación fue determinante para la evolución de la propuesta gastronómica.Consuelo BautistaEn 2004 se funda elBullitaller, un departamento científico comandado por Pere Castells e Ingrid Farré (en la imagen). En él se analizaban, por ejemplo, las texturas que se iban creando como las nubes, las esferificaciones y los aires, hoy técnicas habituales en la alta cocina. En la fotografía, Farré controla una bomba peristáltica que filtra el zumo de naranja para obtener un líquido transparente, pero con el gusto de la naranja.Antonio EspejoUno de los grandes legados de elBulli es haber dotado a la alta cocina de nuevas técnicas como las esferificación. Gracias a ella Adrià creó elaboraciones rompedoras como el caviar de café, en la imagen, junto a una espuma de chirimoya preparada sobre una plancha teppan nitro.En 1990, el matrimionio Schilling decidió retirarse de elBulli y Juli Soler (a la izquierda) y Ferran Adrià (a la derecha) decidieron comprar el restaurante. Juntos constituyeron también elBullifoundation, de la que Soler fue el presidente de honor hasta su fallecimiento, en 2015. Pere DuránAdemás del impulso y la evolución que supuso para la cocina, elBulli fue también el primer restaurante en tener un departamento de i+d. Desde 1987, se decidió cerrar cinco meses al año -que después se convirtieron en seis- en los que bajaba la afluencia de clientes, para llevar a cabo el trabajo creativo. elBulli fue también el primer restaurante en ofrecer solo un turno de cenas.Joan SánchezLa propuesta gastronómica de elBulli desafió todas las certezas de la cocina anterior, dando lugar a lo que se conoció como cocina tecnoemocional y a platos icónicos que marcaron la historia de la gastronomía y que siguen inspirando a otros cocineros como la 'Menestra de verduras en texturas' o los 'Percebes de Cala Montjoi'. En la fotografía, el 'Plato Mar', creado con distintas variedades de algas frescas.La sala del restaurante apenas cambió desde la llegada de Adrià en 1983, ya que Soler ya había acometido la ampliación del comedor. En la imagen, el interior fotografiado unas horas antes de la última cena, a la que asistieron apenas 50 comensales amigos y familiares de elBulli.Álvaro GarcíaLa noche del 30 de julio de 2011 elBulli realizó su último servicio, al que Adrià llamó 'El último vals'. El plato que cerró aquella cena fue el 'Melocotón Melba', un homenaje a la elaboración del mismo nombre del chef francés Auguste Escoffier, considerado el padre de la cocina moderna. En la imagen, trabajo en cocina horas antes de la llegada de los comensales.Álvaro GarcíaEn aquella última cena participaron los jefes de cocina de los 20 años anteriores y otros chefs que pasaron por las cocinas del restaurante y que en la actualidad son algunos de los más relevantes del mundo como René Redzepi y Andoni Luis Aduriz. En la imagen, Adrià durante los preparativos, gesticula ante la prensa.JOSEP LAGO (AFP)