A los 75 años, Raúl Vera caminó por última vez por el pasillo central de la catedral de Saltillo, antes de dejar de ser obispo y traspasar a Hilario González el mando de su iglesia
Agentes de seguridad de Saltillo resguardaron la catedral en la cual ofició su última misa el obispo Raúl Vera, tras 45 años como religioso.JULIO CÉSAR AGUILAREl obispo, en un momento de su llegada a la catedral de Saltillo, CoahuilaJULIO CÉSAR AGUILAREl obispo Vera apoyó el Proceso de Paz y Reconciliación entre los pueblos indígenas de Chiapas y el Gobierno Federal.JULIO CÉSAR AGUILARInterior de la catedral de Saltillo durante la ceremonia de traspaso del obispado.JULIO CÉSAR AGUILAROficialmente solo 90 personas podían estar presentes, pero Raúl Vera llenó la catedral con las imágenes de 200 personas más. Se trataba de los desaparecidos, mujeres víctimas de feminicidios sin resolver o ecologistas asesinados en los últimos años.JULIO CÉSAR AGUILAREl obispo ha desplegado una actividad incansable al frente de una iglesia centrada en la defensa de los derechos humanos.JULIO CÉSAR AGUILARCeremonia de traspaso del obispado a Hilario González García.JULIO CÉSAR AGUILAREn su última homilía, Raúl Vera pidió a su sucesor: “Mantenga en su corazón a las familias de los desaparecidos debido a la impunidad y que se han convertido en miles".JULIO CÉSAR AGUILARRaúl Vera recibió en 2010 el premio Rafto por su trabajo en pro de la justicia social en México y fue calificado por la fundación Noruega como un “crítico intransigente del abuso de poder y un defensor valiente de los inmigrantes”.JULIO CÉSAR AGUILAR
