Carlota de Cambridge, una ‘miniinfluencer’ para los diseñadores de moda
Las tendencias de la próxima temporada, con Gucci a la cabeza, apuestan por siluetas infantiles que recuerdan a la hija de Kate Middleton, otro icono de estilo
El pasado martes, Gucci sacaba a desfilar a sus modelos sobre la pasarela de Milán. Entre los distintos diseños que llevaban hombres y mujeres se veían abrigos de lana cortos y abotonados con cuellos bebé, vestidos con florecillas estampadas y nido de abeja, lazos en el pelo o a la cintura y ropa que, en general, recordaba mucho a la que suelen usar las niñas bien. Niñas tan bien como Carlota de Cambridge, la hija de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton.
El propio Alessandro Michele hablaba sobre la importancia de la moda infantil y su influencia a la hora de crear su tan deseada ropa. "El mundo de la infancia es algo sorprendente, poético, cautivador. Y todos los niños pequeños son eso. Es algo que nos conecta. Tenemos miedo de perder nuestra infancia", le contaba a la edición británica de Vogue entre bambalinas. "A veces, cuando miro la ropa de los niños en las tiendas, me la compraría. Alguna es increíble, muy bonita. Las cosas pequeñas me causan fascinación, porque están conectadas con el mundo de los niños, que pueden ser quienes ellos quieran". La publicación destaca que es "poco probable" que la niña, cuarta en la línea de sucesión al trono británico, sea la inspiración directa del creador italiano, pero sí que "ilumina los paralelismos entre la profunda documentación de Michele de las tendencias anglófilas y el modo tradicional en el que la duquesa de Cambridge escoge cómo vestir a sus niños".
Quizá la duquesa de Cambridge sea quién decida la ropa o quizá sea el duque (o quizá sean las niñeras de los pequeños...), pero el caso es que Carlota se ha convertido en todo un miniicono de estilo. Su ropa gusta y se vende, incluso se agota. En ocasiones viste de marcas exclusivas o de pequeñas tiendas. La moda española es una de las más elegidas para ella, y ha vestido modelos de la tienda Amaia Kids, de Londres, propiedad de la donostiarra Amaia Arrieta; o zapatos de Doña Carmen de menos de 30 euros. Cuando nació, al salir del hospital, llevaba un gorrito y un arrullo de la tienda Irulea de San Sebastián.
La ropa de Carlota, igual que la de su hermano Jorge, llama la atención porque son niños con una fuerte exposición mediática, pero también lo hacen las actitudes de los pequeños. A menudo se muestran entre sonrientes, divertidos y tímidos con el gran público, que siempre se muestra ansioso de verles. Sus pequeños saludos, sus gestos graciosos —en la misa de Navidad de Sandringham la pequeña recibió con enorme ilusión un ramo de flores de un espectador y, cuando un ayudante quiso cogérselo, se negó— y las anécdotas que se van desgranando sobre ellos hacen que sean especialmente llamativos y que todo lo que se ponen triunfe.
También ayuda que el de Carlota es un pequeño calco infantil del estilo de Kate Middleton, y todo lo que ella viste parece tocado con una varita mágica: gusta, triunfa y se agota. La duquesa de Cambridge, de 38 años, sabe cómo mezclar alta moda con prendas low cost, como pasar de las zapatillas de deporte a las tiaras. Sin ir más lejos, en un acto oficial el miércoles llevó un vestido de Zara (rebajado a menos de 20 euros) acompañado de un abrigo verde de Alexander McQueen cuyo precio puede superar fácilmente los 3.000 euros.
La ropa de la pequeña Carlota no llegan a ese precio, al menos por ahora. Pero su forma de vestir inspira tanto como la de su madre. En un mundo en el que parece que todo está visto, revisitado, pasado y recordado mil y una veces, no hay más que volver a la infancia para encontrar los recuerdos más puros y la inspiración más lejana y cercana a la vez. Y si no que se lo digan al brillante y siempre máximo cazador de tendencias Alessandro Michele.
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