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Nos gusta la Navidad - Día 2

Propósitos de año nuevo

Año nuevo, vida nueva. Acaba de empezar 2020 y ya tienes en mente una lista de deseos y de intenciones que (esta vez sí) estás dispuesto a cumplir. No desfallezcas porque si pones de tu parte, puedes conseguirlos. La clave pasa por ser realista.

Un clásico del Año Nuevo, además de alguna que otra resaca, los saltos de esquí y el concierto de la Filarmónica de Viena, es la lista de propósitos que, quien más quien menos, está decidido a llevar a cabo a toda costa. Ya sabes: lo de ir al gimnasio, dejar de fumar, comer sano, perder peso, sufrir menos estrés en el trabajo… Todo eso está muy bien, pero es insuficiente. La clave pasa por plantearte el año que acaba de arrancar como una enorme oportunidad para reflexionar sobre qué cosas, de verdad, son positivas e importantes para tu vida. Y, a partir de ahí, poner de tu parte para cambiar de hábitos y, en la medida de lo posible, intentar alcanzarlas.

Y no, no es imposible. Basta, eso sí, que te fijes unos objetivos realistas. Es decir, no pretendas correr una maratón si no has hecho deporte en tu vida, o si tu cuerpo está más oxidado que una bisagra. Olvídate de empezar la casa por el tejado y sé honesto contigo mismo: los milagros no existen y conseguir metas demasiado ambiciosas es irrealizable. Por eso es importante que te marques pequeños objetivos que sepas que puedes alcanzar sin morir en el intento.

Tampoco es cuestión de que, de un día para otro, quieras cumplir un montón de propósitos a la vez. Esto no funciona así: debes ir poco a poco y centrar tus esfuerzos en alguna de tus prioridades. Cuantas más quieras abarcar peor, porque acabarás por olvidarte de todas ellas. Y huye de generalidades: ve a lo concreto, a lo específico. Solo así llegarán los (buenos) resultados.

Propósitos hay muchos, y algunos son casi de obligado cumplimiento. Uno de ellos pasa por intentar ser más saludable. Que sí, que hacer deporte de lunes a viernes está muy bien, pero hay muchas pequeñas acciones que te pueden ayudar a conseguirlo. Algunas de ellas pasan por la cama (dormir de 7 a 8 horas es fundamental)… y por la cocina: hay recetas fáciles y muy sanas, como esta de calabaza al curry, que te permiten mantener en mejor forma casi sin darte.

También es clave pasar más tiempo con tus seres queridos, con la familia a la que adoras, con esos amigos a los que tienes cerca y apenas ves por falta de tiempo o (admítelo) por tus pocas ganas. Olvídate de excusas e intenta sacar horas de donde sea para compartir tu vida con ellos, porque no solo te sentirás mejor contigo mismo: serás más feliz.

Huir de la rutina es otro buen método para combatir el estrés, el cansancio y esas interminables jornadas laborales que te dejan exhausto al final del día. Algunas ideas: aprovechar esos ratos muertos para olvidarte del móvil o la tablet y sumergirte en un buen libro, aprender cosas nuevas (nunca es tarde para apuntarte a ese curso que dejaste aparcado por cualquier excusa absurda) o viajar más. Si tienes la suerte de poder hacer un viaje de esos que surgen solo muy de vez en cuando, ¡enhorabuena y a disfrutarlo! Pero también hay viajes más breves, escapadas de dos o tres días a destinos más cercanos y en familia, ¿por qué no? El caso es recargar energías de la mejor manera posible.

En definitiva, pequeñas acciones que a todos nos ayudan a cumplir esos propósitos de año nuevo que tenemos en mente. Aunque no olvides que, más allá de estos buenos deseos, lo realmente importante es demostrarlo en el día a día. Solo así podrás apreciar más lo que tienes y ser mejor persona. ¿No te parece?

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