La adicción secreta de Rod Stewart que no es el ‘rock and roll’
El cantante es un experto en construir maquetas ferroviarias desde hace décadas. Ahora muestra su minucioso trabajo de una ciudad inspirada en los recuerdos de su infancia y en la que ha invertido 26 años
Cuando una estrella de rock habla de adicciones uno no puede evitar pensar en alcohol, drogas o sexo. Pero para Sir Rod Stewart eso puede llegar a ser muy banal y, a sus 74 años, reconoce que una de sus mayores adicciones son los trenes. Concretamente las maquetas de trenes. Según revela el músico británico a la revista Railway Modeller, construir maquetas ferroviarias llega a ser para él una vía de escape. Una pasión hasta ahora desconocida que acaba de salir a la luz y cuyas imágenes aparecen en la próxima edición de diciembre de esta revista especializada. En ellas se ve a Stewart observando con admiración su obra: una recreación de una ciudad estadounidense imaginaria de los años 40 en la que no falta ningún detalle, con grandes edificios, fábricas y, por supuesto, su sistema de transporte.
Como ha contado el propio rockero a Railway Modeller, durante 26 años él y otros dos amigos han trabajado en esta espectacular obra, que mide 38 metros de largo por ocho de ancho y está inspirada en los recuerdos de su infancia. “Cuando empiezo algo creativo como esto, tengo que dar un 110% de mí. Para mí es adictivo. Empecé, así que solo tuve que terminar”, explica a la publicación. Algunos de esos rascacielos y edificios se completaron las tardes previas a muchos conciertos porque, incluso estando de gira, el cantante británico llevaba consigo las herramientas y pinturas necesarias y reservaba una habitación extra en los hoteles para su maqueta. “Se lo decíamos con antelación y eran realmente complacientes, sacaban las camas de las habitaciones y proporcionaban ventiladores para mejorar la circulación de aire y la ventilación", cuenta.
Su pasión comenzó cuando tenía “ocho o nueve años”, durante unas vacaciones familiares en Bognor Regis, donde quedó absorto tras ver un diseño de ferrocarril “maravilloso” en el escaparte de una tienda. Quería seguir el consejo de su padre de “todo hombre necesita un pasatiempo” y, cuando Stewart pidió como regalo una estación de tren de juguete, su padre le regaló una guitarra. Algo astuto si se tiene en cuenta su trayectoria, pero que no impidió que el intérprete de éxitos como I Don't Want To Talk About It o You Wear It Well olvidara su gran pasión infantil. "Encuentro belleza en lo que los demás consideran feo".
Make sure you pick up our latest issue – on sale this Thursday – which features an exclusive interview with Sir Rod Stewart and read what he revealed to us about his lifelong passion for railway modelling! @rodstewart #railway #railways #trains pic.twitter.com/2xoer8U7ce
— Railway Modeller (@RailwayModeller) November 11, 2019
Con una fortuna de más de 220 millones de euros según la lista de músicos del Reino Unido del Sunday Times, Rod Stewart es uno de los músicos más reconocidos a nivel internacional, tanto por su carrera profesional como por sus experiencias personales. El intérprete de Maggie May o Da Ya Think I'm Sexy cumplirá 75 años el próximo enero y sigue luciendo un gran aspecto en cada una de sus apariciones públicas. El pasado septiembre sorprendía a todos al revelar que había sufrido un cáncer de próstata hacía tres años y del que ya estaba totalmente recuperado. La enfermedad le fue diagnosticada en febrero de 2016, durante un chequeo rutinario, y después de pasar tres años luchando contra ella ya está curado.
Stewart ha tenido ocho hijos con cinco mujeres distintas, y con todas ellas (excepto con Susannah Boffey, que se quedó embarazada cuando él tenía 17 años y cuya hija dieron en adopción) siguen siendo importantes en su vida, como demostró recientemente en una publicación de Instagram en las que aparecía junto a todas ellas. Ahora Rod está casado con la fotógrafa y modelo Penny Lancaster, de 48 años, y la pareja comparte dos hijos, Alastair, de 13 años, y Aiden, de ocho. Precisamente su actual esposa también ha jugado un papel importante en el proyecto, ya que el músico ha usado muchas de sus fotos como referencia para el diseño.
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