Viajeros sin respeto
Cada día utilizo el tren para ir a trabajar y prácticamente a diario encuentro la misma situación. Ya puede subir al vagón un anciano, una embarazada o alguien con muletas, que la mayoría de la gente no hace el intento de ceder el asiento. Además, nos encontramos con los que no dejan bajar y suben a toda prisa, empujando, para coger sitio. ¿Lo harán porque para pasar de pantalla en el Candy Crush es requisito estar sentado? Bromas aparte, esto me parece penoso. Y no me refiero solamente a gente joven, sino a personas de todas las edades. ¿Dónde queda la educación?
David Parra Carreño. Granollers (Barcelona)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.