Consumir en el siglo XXI
Seguramente todos hemos comprado alguna vez por Internet. Yo tengo contratado un servicio que acelera aún más el proceso de compra inmediata para que puedas tener la compra en tus manos en menos de 24 horas. Un día, después de haber pedido un lápiz de ojos, una máscara de pestañas y tres botes de champú, picaron al timbre de mi casa cinco repartidores diferentes, cada uno con un paquete en las manos. Un pedido supuso que se desplazaran cinco vehículos, que se gastasen cinco veces más la cantidad de plástico, cartón y papel de burbujas necesaria y que se movilizasen cinco repartidores con un sueldo escandalosamente bajo. Es vergonzoso que empresas que realizan tantos repartos al día estén tan poco concienciadas con el medio ambiente y normalicen el gasto innecesario de materiales contaminantes. Por otro lado, también nos debería dar vergüenza a quienes hacemos estos pedidos, ya que no sabemos ver más allá de nuestra propia comodidad y beneficio.
Claudia Bensaja Vila. Barcelona.
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