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Los proyectos ‘greenfield’ son marca España

Las constructoras compiten de principio a fin por los contratos de infraestructuras más vanguardistas y complejos del mundo

Carretera North Tarrant Express en Texas, construida por Ferrovial.
Carretera North Tarrant Express en Texas, construida por Ferrovial.

Autopistas, carreteras, megapuentes, canales, aeropuertos, puertos, túneles o corredores internacionales de medio mundo llevan la marca España. Las constructoras españolas compiten sin complejos y lideran en algunos sectores para hacerse con las obras de infraestructura, ingeniería y transporte más vanguardistas y difíciles. Su buen hacer las ha convertido en expertas en ganar licitaciones de obra pública, sobre todo en proyectos greenfield: aquellos en los que la compañía realiza la obra de principio a fin, desde los planos hasta la gestión por un plazo determinado para que la constructora recupere la inversión y gane dinero.

Este tipo de licitaciones “son muy complejas tanto desde el punto de vista jurídico como técnico y económico, y pueden durar años”, coinciden fuentes del sector. Son proyectos llave en mano en los que “la constructora se hace cargo de todo desde planos; es decir, se ocupa del diseño, la financiación, construcción, operación y mantenimiento”. Los sectores en los que se concursa son diversos, desde obra pública hasta minería, pasando por petróleo, gas y edificación social como cárceles, hospitales, estadios deportivos, universidades y escuelas. En algunos países como Estados Unidos o Australia, las legislaciones obligan a los licitadores a acompañar sus propuestas con fianzas y avales que prácticamente van a fondo perdido.

Las siete magníficas

ACS, Ferrovial, Técnicas Reunidas, Acciona, FCC, Sacyr y OHL se pueden considerar las siete magníficas, ya que se sitúan entre las 50 primeras contratistas en el ranking de las 250 principales constructoras del mundo (The Top 250 List) correspondiente a 2018 que publica la revista estadounidense ENR (Engineering News-Record), referente en la industria de la construcción. Otras tres, Abengoa, Grupo San José y Sener Ingenieria y Sistemas, figuran en el listado entre las 150 primeras, en el que ACS repite liderazgo con unos ingresos globales de 44.188 millones de dólares (40.195 millones de euros), de los que 38.041 millones de dólares procedieron de su actividad fuera de España y 43.860 millones son nuevos contratos.

Las empresas españolas ocupan “la segunda posición tras las chinas en cuanto a facturación internacional con un total de 68.712 millones de dólares en 2018 y el 14,1% del mercado (13,9% en 2017)”, en un sector que genera un volumen de negocio en todo el mundo de 487.290 millones de dólares y que en 2018 creció un 1%”, según confirma la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan). Las chinas, añaden en la patronal, “siguen aumentando su ventaja y 76 empresas de este país acaparan el 24,4% del mercado”. Las españolas siguen siendo líderes en Latinoamérica y el Caribe (29,9%) y Estados Unidos (30,4%).

Sacyr es “la séptima empresa del mundo en concesiones de infraestructuras del transporte y la cuarta desarrolladora de proyectos greenfield”, señala la compañía. En el ámbito de concesiones, tiene presencia en 10 países de Europa y Latinoamérica y 44 activos en cartera. La inversión gestionada es de 12.796 millones de euros y la cartera de ingresos futuros alcanza los 28.348 millones. Sacyr lidera proyectos clave en Colombia, Chile, Uruguay e Italia.

Entre los contratos greenfield y en el país transalpino, Sacyr desarrolla la autopista Pedemontana-Veneta, “una de las infraestructuras más relevantes en construcción en Italia y una de las principales de la cartera de Sacyr, con una inversión prevista de 2.600 millones de euros”, comentan. El proyecto requiere la construcción de 162 kilómetros: 94 corresponden a la vía principal, que comunicará 34 municipios y el área industrial de Vicenza y Treviso, y 68 a accesos secundarios. Esta vía contará con dos túneles de 6 y 1,5 kilómetros y ocho viaductos. “El grado de avance sobre el total de la inversión prevista es del 57%”, precisan.

La autopista forma parte de la European TEN-T y “está considerada como un activo estratégico de relevancia nacional al situarse entre las autopistas existentes A4 y A27, atravesando la región del Véneto, pasando por las provincias de Vicenza y Treviso”. El primer tramo de la autopista se puso en funcionamiento en junio. La constructora precisa que “la sociedad concesionaria, en la que participa Sacyr, realiza el diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de la autopista de peaje durante un periodo de 39 años desde la finalización de la construcción”.

Para Sacyr, este tipo de proyectos que “conllevan diseño, financiación, construcción y gestión son muy atractivos, ya que generan importantes sinergias en el grupo”. Al incluir una gestión a más largo plazo, permiten “maximizar el valor del activo a lo largo de la vida del mismo. Además, solo un 10% de nuestros activos de concesiones tienen riesgo de demanda, mientras que el restante 90% son activos bajo la modalidad de pago por disponibilidad o riesgo mitigado, por lo que desde el primer momento se conocen los ingresos que se van a recibir durante la vida de los proyectos. La vida media de los activos de Sacyr Concesiones es de 27 años”, concluyen.

También bajo la modalidad de green­field, FCC desarrolla, entre otros contratos, “el diseño y construcción de la nueva pista de vuelo del aeropuerto de Dublín (Irlanda) y la construcción de la plataforma del Corredor Mediterráneo de Alta Velocidad Murcia-Almería, tramo Níjar-Río Andarax, en la provincia de Almería”. La nueva pista del aeropuerto dublinés North Runway “cuenta con una longitud de 3.110 metros y se ubicará en la zona norte de la terminal y de forma paralela a la pista principal”. El objetivo del proyecto “reside en descongestionar el tráfico de aviones de la pista principal y aumentar el tráfico y la frecuencia aérea del aeropuerto”.

Ejemplos de sobra

Ferrovial es otra de las empresas punteras en este tipo de proyectos con concesiones en Estados Unidos (concretamente en Texas y Carolina del Norte) y Australia. En el país de Oceanía, por ejemplo, acaba de inaugurar el tramo final de la circunvalación de la ciudad de Toowoomba, con una inversión de 1.100 millones de euros. Se trata —destaca la constructora— del mayor proyecto de carreteras realizado en el Estado de Queensland. La concesión de la infraestructura, de 41 kilómetros de longitud, tiene una duración de 25 años y supone “un enlace estratégico en la red nacional de transporte de mercancías en Australia”, según el Gobierno australiano.

El grupo ACS se hizo en julio de 2018 con la adjudicación del macropuente canadiense de Gordie Howe, que unirá la ciudad de Windsor con la estadounidense Detroit. La constructora diseñará, financiará, construirá y explotará el puente atirantado más largo de Norteamérica con una inversión de alrededor de 3.000 millones de euros en la ejecución y mantenimiento de la estructura, que estará ubicada en uno de los corredores comerciales más dinámicos del continente. La concesión tendrá una duración de 30 años.

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