Grandeza de España
A pie de calle, resulta fácil identificarla. Diré algunos de los que se la merecen, pero no se les concede. Los obreros que se levantan a las cinco de la mañana para venir a trabajar al centro de la ciudad, y vuelven a casa con tiempo justo para poco cenar y dormir. Los maestros, que dedican su tiempo y buen ánimo a enseñar en escuelas de pueblos diseminados por la España cada vez más olvidada. Los voluntarios de las asociaciones de caridad, que día tras día dan de comer y cenar a los necesitados. Las personas ancianas, algunas cuidadoras de nietos, que sobrellevan con dignidad sus dolores y soledad. Ellos y otros muchos son los verdaderos “grandes de España”. Si desaparecieran, el país se quedaría parado. Verdaderamente “grandes”, aunque muchos no lo sepan.
Miguel Teixidor de Otto. Valencia
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