La cofundadora del método ‘crossfit’ quiere casarse con un preso acusado de asesinato
Lauren Jenai es millonaria y fue socia junto a su exmarido, Greg Glassman, de este método de entrenamiento. Su nuevo novio está implicado en el asesinato de un hombre que murió apuñalado
Lauren Jenai se presenta ella misma como cofundadora del método crossfit, el programa de ejercicios que se ha puesto de moda en los últimos años. Pero Jenai no es noticia por la efectividad o dureza de este tipo de entrenamiento, sino porque ha anunciado que planea casarse con Franklin Tyrone Tucker, internado en la cárcel de Florida y a la espera de juicio por asesinato.
Lauren Jenai es la exesposa y también la exsocia de Greg Glassman. Juntos crearon en el año 2000 la marca registrada CrossFit, un tipo de entrenamiento de alta intensidad que les convirtió en millonarios. La pareja se separó en 2009, aunque el divorcio no finalizó hasta 2013, el momento en el que finalmente consiguieron llegar a un acuerdo económico que le reportó a Jenai alrededor de 16 millones de dólares (algo más de 14 millones de euros), una cifra con la que Glassman compró su parte del negocio.
Fuera del negocio y con cuatro hijos a su cargo los medios norteamericanos que repasan ahora la historia de Lauren Jenai afirman que cayó en una depresión. Después de superar estos momentos Jenai se reencontró a través de Facebook con un antiguo compañero de la época de su escuela secundaria, Franklin Tyrone Tucker, con quien había tenido una relación sentimental en aquella época. Entre ellos se reestableció la antigua amistad siempre a través de la red social y, según ha explicado Jenai a Page Six, se enamoró de Tucker chateando por vídeo. Poco después, el hombre que había vuelto al corazón de la millonaria era detenido acusado de asesinato junto a otros dos hombres en caso ocurrido en Florida que se conoce como el Asesinato de la casa del árbol. Se trata de un extraño crimen en el que murió asesinado a puñaladas un hombre que acudió a ayudar a uno de sus vecinos.
Ha sido ella misma quien se ha encargado de explicar que no se habían visto en 30 años pero que se van a casar. Y, aunque su prometido sigue en la cárcel de Florida a la espera de juicio, Jenai no parece tener ninguna duda sobre su inocencia y su honradez porque también ha asegurado que confía plenamente en él y que no suscribirá ningún tipo de contrato prematrimonial que garantice su fortuna en caso de un futuro divorcio.
Ahora la actividad de Jenai está centrada en luchar por la libertad de Tucker e incluso estuvo dispuesta a pagar un millón de dólares para que su novio pudiera esperar la resolución del juicio en libertad provisional. Este extremo fue rechazado el pasado 29 de enero, pero la pareja mantiene sus planes de contraer matrimonio y han decidido hacerlo, presumiblemente este próximo verano, aunque sea en el centro penitenciario en el que Tucker continúa detenido. “Nuestra relación es muy abierta y somos un equipo. Yo confío en él. Me encanta. Mi casa es su casa. Un acuerdo prenupcial sería inapropiado”, ha dicho Lauren Jenai a Page Six.
Pero por si el caso todavía no fuera suficientemente morboso, su unión aún tiene otra dificultad a superar, porque Lauren Jenai tiene prohibido visitar a Tucker durante cien años por un incidente ocurrido el pasado mes de febrero. “Me puse un poco atrevida…, estaba tocándome los pechos”, ha reconocido Jenai sobre el suceso durante una de sus visitas al centro penitenciario en el que está internado su novio. Un historia digna de un culebrón que tanto la marca CrossFit como sus adeptos tratan de desvincular de su actividad por todos los medios.
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