El Samur, un reto para el alcalde de Madrid: “La población sí valora nuestro trabajo; los políticos, no”
Acompañamos a un equipo del servicio de Emergencias de Madrid para hablar de los desafíos que ahora tendrá que afrontar el futuro equipo de gobierno del Consistorio
Rosario Pinilla es consciente de que para hacer lo que ella hace hay que ser de una pasta especial. "No todo el mundo está hecho para este trabajo", remarca. Sin embargo, ella, que lleva 28 años dedicada a lo mismo, encara cada día como si sus manos, y las de su equipo, no hubieran alargado la vida de innumerables personas en situación crítica. "No hay que ser Supermán, pero te tiene que gustar trabajar en estas condiciones", expone esta enfermera, jefa de división del equipo Delta, una unidad de enfermería para los casos más graves atendidos por el Samur, el servicio municipal de atención sanitaria de urgencias de la ciudad de Madrid.
Durante las guardias de 24 horas, entre picos de adrenalinas y largas espera, se intuye esa filosofía con la ha decidido ejercer su oficio, donde de forma asombrosa sobresale el humor. "Aquí llegamos a generar una segunda familia", asegura Pinilla, mientras circula junto a Iván, técnico de emergencias, por las calles de Madrid con la sirena apagada. Cuando no es así su misión es doble: servir de apoyo a las unidades móviles desplazadas y evaluar la calidad del servicio para futuras mejoras, una de las claves para mantener el nivel de excelencia del servicio. "El personal del Samur es una personal altamente cualificado", afirma. "Nos entrenamos directamente con casos y simulaciones y tenemos la gran suerte de contar con unos recursos humanos y materiales muy importante".
Junto a los bomberos, que este año le han quitado el primer puesto como servicio mejor valorado, el Samur es el que mejor nota recibe en la Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción con los Servicios Públicos de la Ciudad de Madrid 2019, comúnmente conocido como CIS municipal. Pinilla no duda en exhibir las fortalezas del servicio, pero tampoco se calla las debilidades. "La población sí valora nuestro trabajo; los políticos y las administraciones creo que no. Al Samur le falta personal, sí. Las unidades de los equipos terminan su guardia con una carga laboral muy grande. Cada año van creciendo el número de incidentes, las necesidades de Madrid, pero no crece el personal acorde a eso", argumenta la enfermera.
Las elecciones municipales pillaron al colectivo de interinos del Samur en un momento de incertidumbre. El Consistorio anunció la creación de 118 plazas de técnico de transporte sanitario y 30 de médico, pero por primera vez no se decidirán teniendo en cuenta el concurso de méritos, que ponderaba los años de experiencia, la formación y la investigación, y solo será por oposición. "La persona que entra a trabajar al día siguiente está en una ambulancia, y puede ser alguien que jamás haya pisado una ambulancia", argumenta Pinilla.
En el pleno del 27 de marzo, PSOE, Ciudadanos y PP instaron al Consistorio a que se reconozca la experiencia y formación como un mérito en las oposiciones. Ahora, la patata caliente estará encima de la mesa del regidor que sea investido el próximo 15 de junio.
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