El calentamiento global se ha instalado en España y sus efectos se notan ya. Por ejemplo, el verano dura ahora casi cinco semanas más de media que a principios de los años ochenta
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el Ministerio para la Transición Ecológica han presentado este martes un avance de los datos del proyecto Open Data Climático, que recoge algunas evidencias de los impactos del calentamiento global en España en los últimos 40 años. En la imagen, unos jóvenes disfrutan del buen tiempo ante una fuente en Bilbao por las altas temperaturas, el 26 de febrero de 2019.LUIS TEJIDO (EFE)Según los datos aportados por el ministerio, hay más de 32 millones de personas en España directamente afectadas por las consecuencias. Según ha explicado Beatriz Hervella, una de las portavoces de Aemet, se trata de los habitantes del país que viven en zonas donde los veranos son más calurosos y largos. Hay una acumulación de años muy cálidos en la última década y padecen el aumento de frecuencia de noches tropicales. En la imagen, un hombre se baña en la Playa de la Malvarrosa de Valencia, el 26 de marzo de 2019.Mònica TorresEl informe resalta, además, que "la superficie con clima semiárido ha aumentado en 30.000 kilómetros cuadrados" en los últimos 30 años en España. En la imagen, vista aérea del Geoparque de Granada, sometido a la desertificación, el 13 de marzo de 2019.Paco PuentesLas zonas más afectadas por ese incremento de temperatura son Castilla-La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular. Se trata de zonas de climas mediterráneos clásicos o continentales que se han transformado en semiáridos y, principalmente, han visto una reducción de las lluvias, ha detallado Rubén del Campo, portavoz también de Aemet. En la imagen, vistas del pantano de Entrepeñas junto a la localidad de Sacedón en la provincia de Guadalajara, 13 de marzo de 2019.Uly MartínPara realizar este análisis, Aemet ha empleado su Banco Nacional de Datos Climatológicos. En concreto, ha utilizado los datos aportados por 58 observatorios, 52 ubicados en capitales de provincia o sus proximidades y en Ceuta y Melilla, y otros seis más añadidos por la especial relevancia histórica de sus series de datos. Según el ministerio, se trata de "una muestra suficiente para garantizar la adecuada y veraz representación del territorio estudiado". En la imagen, llegada de la primavera en Valencia, el 21 de marzo de 2019.Manuel Bruque (EFE)Respecto a las estaciones, el informe resalta que "las temperaturas medias" de las cuatro "son cada vez más elevadas, aunque el ascenso se aprecia con más claridad en primavera y, sobre todo, en verano". Según los recogidos por Aemet, el verano es en España "cada vez más largo y más cálido". En concreto, se ha detectado de media una alargamiento del verano de nueve días por década, lo que supone que "un verano de esta década dura cinco semanas más que uno de principios de los ochenta", ha detallado Rubén del Campo. En la imagen, un termómetro ubicado en el centro de Córdoba, el 12 de marzo de 2019.Salas (EFE)El informe de Aemet también analiza la temperatura superficial del Mediterráneo. Y concluye que "está aumentando a razón de 0,34 grados por década desde principios de los años ochenta". A su vez, este aporte de calor provoca una expansión termal "que contribuye al incremento del nivel del mar Mediterráneo", según el ministerio. En la imagen, varias personas toman el sol resguardadas bajo la sombra de una caseta en la Playa de la Malvarrosa (Valencia), el 26 de marzo de 2019.Mònica TorresSegún el informe, desde 1993 el nivel del mar ha aumentado en 3,4 milímetros por año. Y esto, a su vez, tiene un "efecto de arrastre", indica Beatriz: "Un Mediterráneo cada vez más cálido repercute en sus regiones costeras aumentando el número de noches tropicales", aquellas "en las que la temperatura mínima supera o iguala los 20 grados centígrados". Afectan al confort, es más difícil conciliar el sueño y eso tiene efectos sobre la salud. En la imagen, dos niños se bañan en una playa de Benidorm (Alicante), el 28 de febrero de 2019.Gema GarcíaFinalmente se estudió la ocurrencia de olas de calor/frío. Si bien los episodios fríos disminuyen en número de días, las olas de calor tienden a concentrarse en los últimos años, con especial incidencia en su duración. Este hecho es particularmente relevante al existir una elevada correlación entre temperaturas. En la imagen, varias personas pasan junto a árboles en flor en el parque de la Plaza de Yamaguchi, en Pamplona, el 18 de marzo de 2019.Jesús Diges (EFE)
