Ana de Inglaterra, la princesa trabajadora, cumple 50 años en el cargo
Austera y algo antipática es, sin embargo, uno de los miembros de la familia real más valorados por su entrega. Asiste a unos 400 compromisos al año
Ana de Inglaterra, la única hija de Isabel II cumple 50 años en el cargo, un puesto que ha desarrollado con gran dedicación lo que le ha llevado a ser conocida como la princesa trabajadora y a estar en la lista de los miembros de la familia real británica más valorados. La princesa, de 68 años, es la decimotercera en la línea de sucesión al trono. El 1 de marzo de 1969 se estrenaba en las tareas de representación. Tenía 18 años y medio. Fue en el cuartel Pirbright en Surrey, en el día de San David, la patrona de Gales. Desde entonces Ana ha participado en unos 20.000 compromisos, unos 400 al año, según datos de la casa real.
La princesa representa a más de 340 organizaciones benéficas y desempeña funciones presidenciales para muchas de ellas, incluido el Comité Olímpico. También destaca su labor como presidenta en Save the Children desde1970. Su trabajo va desde luchar por la accesibilidad de las personas con discapacidades hasta su compromiso con las víctimas de la violencia causada por el ácido y las quemaduras. También colabora con las mujeres de la Royal Navy y vela por las condiciones de las cárceles.
La princesa ha viajado por el mundo en nombre de sus organizaciones; sus viajes recientes incluyen Bangladesh, Sierra Leona, Mozambique, Etiopía y Bosnia, reuniéndose desde presidentes y primeros ministros hasta la gente más vulnerable.
Sus costumbres austeras y su carácter algo antipática. Pero su entrega a las obras caritativas compensa, a ojos de los devotos monárquicos, sus excentricidades y manías personales. De hecho, algunas resultan casi comprensibles: no soporta el aluvión de teléfonos móviles frente a ella cada vez que realiza una aparición pública. Pero su gran pasión son los caballos, fue amazona y luego presidenta de la federación de hípica. Por ello sigue asistiendo de modo habitual a las carreras de Cheltenham y la competición de polo, en Westonbirt. Además, organiza sus propias competiciones de hípica en Gatcombe. “Si no se tira pedos o come paja, no le interesa”, bromeó su padre para referirse a la fama de antisocial que acarreaba la que, en cualquier caso, es la niña de sus ojos.
También es famosa por su recato en la forma de vestirse y por su gusto por repetir trajes aunque lleven 30 años en el armario.
La princesa sufrió en 1974 un intento de secuestro a manos de un trastornado mental, Ian Ball, que le apuntó con dos armas mientras reclamaba un rescate de más de dos millones de euros. Llegó a disparar a su guardaespaldas, al conductor de su limusina, a un agente de policía y a un periodista. “Me dijo: 'Quiero que venga conmigo uno o dos días y quiero dos millones de libras. ¿Puede salir del coche?”, explicó Ana más tarde, reconociendo que a punto estuvo de perder los nervios en esa ocasión. “Ni de coña. Y, además, no tengo dos millones”, le respondió. Más allá del susto, el padre de Ana no pudo evitar de nuevo el comentario sarcástico días después. "Si el pobre hubiera sabido en lo que se estaba metiendo…”.
La hija de Isabel II se ha casado dos veces primero con Mark Phillips de quien se divorció en 1992 y con quien tuvo dos hijos, y luego con Timothy Laurence. Es abuela de cuatro nietos: Savannah e Isla Phillips, las hijas de su hijo Peter, y Mia y Lena Tindall, las de su hija Zara.
En el año 2018 fue quien más compromisos tuvo de todos los miembros de la familia: 180, 20 más que su hermano mayor y heredero de la corona, el príncipe de Gales. Como recuerda el Daily Mail, Ana dijo una vez: "No veo ningún sentido sentarme y no hacer nada". Todo indica que ha heredado la vitalidad y el carácter de su madre a quien se siente muy unida.
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