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Blogs / El Viajero
El viajero astuto
Por Isidoro Merino
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Cómo viajar muy barato

Pistas para pagar menos en cualquier ciudad

FluxFactory (Getty)

Viaja ligero

Carga solo con lo imprescindible. Un equipaje ligero y fácil de llevar permite moverse a pie o en transporte público. Y si sus dimensiones se ajustan a las del equipaje de cabina no es necesario facturarlas. Las pequeñas mochilas de viaje con arnés aúnan la comodidad de un macuto y la facilidad de carga y versatilidad de una maleta.

Come en la calle

Comer en un restaurante no es obligatorio, sobre todo si se quiere gastar poco y se dispone de poco tiempo para visitar la ciudad. Las tiendas y mercados de todo el mundo ofrecen comida mucho más barata que cualquier restaurante. La reivindicación de la street food (comida callejera) —barata, variada y rica, siempre que se cumpla con la higiene— se palpa en los mercados y puestos callejeros de países como Vietnam, Tailandia, Malasia o México. En ciudades como Londres o Berlín, se ha convertido en un enloquecido festival culinario. Los comedores universitarios también son baratos y se conoce gente.

Duerme en albergues

Cadenas como Generator, Holstelbookers, Hostelworld, Hostelz o los de la red Hostelling Internacional se han alejado de la imagen espartana y cuartelaría que tenían antes los albergues juveniles (hostels, en inglés) a favor de espacios donde prima el diseño y la comodidad. Muchos de ellos ocupan lugares estratégicos de ciudades monumentales y ofrecen servicios similares a los hoteles (habitaciones dobles, Internet gratis...), limpieza y una cuidada decoración. Las habitaciones más baratas son las compartidas, sin embargo, la mayoría de los albergues también tienen habitaciones dobles y dormitorios familiares con baño privado. Aunque su clientela suele ser joven, la edad no es un impedimento para alojarse en ellos. Y con suerte harás amigos.

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Si viajas fuera de Europa, usa tarjetas SIM

Con la eliminación en 2017 de las tarifas de roaming en la Unión Europea, encender el teléfono al bajar del avión ha dejado de ser una amenaza. Fuera del Europa, la mejor opción para llamar por teléfono o usar Internet es comprar una tarjeta SIM (Subscriber Identity Module) local. Las SIM suelen estar disponibles hoteles, tiendas de telefonía, quioscos y aeropuertos, y por menos de 30 euros permiten tirar de datos sin límite durante la estancia. Si no puedes conseguir una SIM, asegúrate de desactivar en el móvil la itinerancia de datos y la conexión 3G y utiliza redes wifi gratuitas.

Pasea o muévete en transporte público

Ciudades como Madrid, Londres o Tokio disponen de tarjetas recargables con tarifas rebajadas, algo muy útil si vas a estar varios días en una ciudad y planeas moverte en metro o autobús. Algunas, como la londinense Oyster Card, requieren un pequeño depósito (5 libras) que te devolverán, junto con el saldo restante, cuando te vayas (también te puedes quedar con la tarjeta de recuerdo o si planeas volver). Si vuelas con una low cost, entérate a qué distancia del centro de la ciudad está tu aeropuerto. Busca en la web de la aerolínea o en la del aeropuerto las opciones de transporte público que existen y sus precios.

Evita las trampas turísticas

Dos de los lugares donde peor he comido en mi vida son la plaza de la Ciudad Vieja de Praga y la ciudadela de Carcasona, en Francia. La comida y el servicio fueron pésimos, y la cuenta cara. Huir de los restaurantes y tiendas cerca de los puntos de interés turístico es una regla de oro en los viajes. Aléjate unas calles y seguro que encontrarás un lugar mejor y más barato.

Entra gratis en los museos

Consulta los horarios de puertas abiertas para ver arte. En París, muchos museos son gratis el primer domingo de cada mes. En Madrid, el Prado lo es cada día entre semana de 18.00 a 20.00. Y en Londres se pueden visitar sin pagar entrada, pinacotecas y museos estatales como el British, la National Gallery, el Museo de Historia Natural, el de la Ciencia, la Tate Modern o el Victoria & Albert Museum. Disfruta de los parques, las calles, las plazas, los campos y los bosques (salvo que caigan chuzos de punta o tengas alergia). Lleva calzado cómodo y anda.

Haz amigos

Pregunta a los nativos: dónde comen, dónde compran, dónde salen de fiesta. Los consejos de los residentes suelen ser los mejores para no caer en trampas para turistas.

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