Los mediadores
Cuando un matrimonio decide separarse, algunos eligen un mediador para resolver sus disputas. Lo mismo hacen las empresas y los sindicatos cuando un problema sociolaboral se ha enquistado, y exactamente el mismo servicio lo proporcionan las oficinas de reclamación, mediación y arbitraje cuando surgen diferencias entre un consumidor y un proveedor de bienes y servicios.
Entonces, ¿a qué viene hablar de traición y puñalada por la espalda a la justicia cuando dos Gobiernos (en este caso, el nacional y uno autónomo) acuden a un mediador para tratar de dirimir sus diferencias, hace tiempo enquistadas y sin solucionar?
Günther Haltermann
Madrid
Un hecho muy noticiable ha sido la creación de la figura de un relator de las conversaciones o negociaciones entre los Gobiernos de España y Cataluña, poniendo ambos en el mismo nivel en una pérdida de papeles del primero que es alarmante e indigno. Los malos compañeros de viaje son un lastre tarde o temprano, y la falta de un proyecto claro hace inútil cualquier actuación por no llevar a ningún fin concreto y positivo. Por eso, es imprescindible que Pedro Sánchez actúe como un hombre de Estado. Creo que debería convocar elecciones; sería lo mejor para el país, pero también para el socialismo español que de prolongarse esta situación puede verse abocado a una representación testimonial.
Dionisio Rodríguez
Villaviciosa de Odón (Madrid)